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Anne

Después de aquella conversación todo había mejorado, aunque sea un poco. Si bien hasta ahora no obtuve explicaciones, sabía que debía darle su tiempo y espacio, parecía algo difícil para él.

Siempre me pareció interesante el hecho de que no mencionara a nadie de su familia o gente cercana. Siempre trataba de sacar el tema hablando de mis amigos pero no funcionaba. 

Cada día estaba más interesada en saber los misterios del chico.

¿Qué escondía detrás de su mirada?

¿Qué escondía detrás de cada inesperada llamada?

Porque sí, seguía recibiendo llamadas extrañas que arrebataban su ánimo en cuestión de segundos. Cosa que no me agradaba ya que no podía ver su sonrisa en todo el día. 

El tiempo pasa pero ninguno de los dos estudia, siempre nos desconcentramos con algo, como ayer por ejemplo, que saqué el tema de mi mejor amigo y me dijo que tenía un amigo también allí.

Hablando de Cole, hace mucho no recibo noticias sobre él. Supongo que debe estar ocupado, no es fácil ocuparse de la escuela y de las personas alrededor. 

Ahora estaba dirigiéndome al bosque, íbamos a tener un picnic con Di. Por cierto, nos volvimos más unidas las últimas semanas, aunque me molestaba el hecho de que dijera que hacía todo esto porque sí y no porque me voy a ir.

Caminé distraída, me encantaba admirar la naturaleza. Es tan tranquila, te hace olvidar de todo, y con todo me refiero a que ya estamos en Diciembre y en Febrero me voy. Exactamente el 1 de Febrero. 

Admito que voy a extrañar todo esto, pero estoy segura que voy a volver. No voy a permitir que me alejen permanentemente de mi hogar.

Llegué al lugar donde habíamos acordado pero no había nadie. Esperé por los siguientes 30 minutos y mi alma gemela nunca llegó. La llamé pero no contestaba. Me preocupé, además que el cielo cada minuto oscurecía más. 

Me llegó un mensaje.

Di 💖

Perdón por no haber llegado, Zoe enfermó :(

Ok

Perdóname, en serio 

Ya estás en tu casa?

Sí, no te preocupes :)

Espero que Zoe se recupere

¿Me enojé? Sí.

¿Lo voy a decir? No.

Entiendo sus prioridades.

Por ejemplo, ahora mi prioridad es ver cómo ir a mi casa rápido sin empaparme más de lo que estoy en este momento.

Corrí todo lo que pude pero en un momento me resbalé gracias al barro. Qué suerte la mía.

Me senté y arremangué mi jean para ver si me había hecho daño, y efectivamente me hice mal. Parecía grave y dolía bastante, mucho, DEMASIADO. 

Mi cabeza armó 3 opciones:

1- Seguir corriendo aunque me quiera amputar la pierna del dolor.

2- Arrastrarme por el barro aunque después la Señora Smith me castigue una semana por ensuciar la ropa.

3- Gritar como si me estuvieran raptando para ver si alguien se acerca.

Elegí la 3 así que empecé a gritar.

¡Estúpido libro de química! (Shirbert)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora