¡Estúpido libro de química! (Shirbert)

[1]

Anne

Caminé por los pasillos de la escuela. 

Diana se había ido más temprano por lo que quedé sola. 

Todos me miraban atentamente, supongo que es por mi cabello rojo ya que no es muy normal entre la gente. 

Podía sentir como cada centímetro de mi se ponía nervioso y ansioso.

Miraba para todos lados en busca de ayuda, algún salón vacío donde esconderme o caminar lo que me faltaba para llegar a la biblioteca. 

 No estaría aquí sino fuera por la profesora de química.

No podría odiarla porque, vamos, es Muriel Stacy ¿Quién sería tan loco como para odiarla?

Me maldecía internamente por no haber traído una mochila más grande ya que ahora tenía que cargar con miles de libros y me duelen las manos. 

Traté de hacer un mínimo esfuerzo más para llegar sin que se me caigan pero sucedió...Se me cayeron. 

Bufé enojada y empecé a recogerlos hasta que veo algo que me dejó con la boca abierta...

Charlie Sloane estaba pasando por aquí y yo en este pésimo estado. 

Charlie Sloane mi crush desde los 11 años se está acercando. 

¡CHARLIE SLOANE SE ESTÁ ACERCANDO A MI!

-Hola...-Dijo esperando a que diga mi nombre.

-Anne, Anne Shirley-Respondí sonriendo.

-¿Te ayudo?-Preguntó mirando la pila de libros, yo quité mi sonrisa de estúpida y asentí rápidamente. 

Luego de juntar los pocos libros que me quedaban nos levantamos del suelo. 

-Bien, espero que tengas cuidado la próxima vez-Dijo él.

-Sí, procuraré hacerlo-Dije riendo levemente. 

-Adiós-Él se dio la vuelta y se fue. 

-¡Eres de mi mismo salón!¡Nos vemos mañana!- Grité pero al parecer no me escuchó.

Estaba feliz, ¡Muy feliz! 

Seguí caminando con una gran sonrisa, ya me quedaba poco para entrar a la biblioteca. 

Abrí la puerta y dejé la pila de libros en la mesa. 

-Oh, hola Anne-Dijo la señora Gillis, la bibliotecaria. 

-¡Hola!-

-¿A qué se debe semejante alegría?-Preguntó con una ceja alzada. 

-Nada, absolutamente nada, ni a NADIE porque mi felicidad se puede generar sola sin necesidad de otra persona salvo yo misma- Dije tratando de sonar firme. 

-Ok...-Dijo volviendo su vista a la lista de libros a traer-¿Cuál llevas hoy?

-Mmm...¿Hay alguno de química?- Pregunté, la verdad no tenía idea sobre el tema. Se me da mejor literatura.

-Sí, lo tiene Ruby, puedes ir a pedírselo-Dijo señalando una mesa donde leía su hija más pequeña. 

Sonreí, ella siempre estaba sola pero no se la veía triste, disfrutaba de su propia compañía. 

Caminé hacia allí y me senté a su lado. 

-Hola-Saludé, ella salió de su lectura, desconcertada, hasta que levantó la vista y me vio a mí. Sonrió y me abrazó. 

-¡Tengo que contarte algo super importante!- Gritó, a lo que su madre la calló. 

-¿Sí? ¿Qué cosa?-