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Astrid
Comencé a tantear toda mi cama con mi mano, ya que sentía como sonaba mi celular pero no sabía donde estaba. Luego de un rato paró de sonar, y al instante volvió a sonar, llevándose un quejido de mi parte al hacerme levantar la cabeza y encontrarlo.
Atendi la llamada volviendo a tirarme sobre la almohada, era Tiago.
-Que poronga queres?- Pregunté algo malhumorada.
-Bueno, tratame bien porque me corto el cuello con un dorito- Dijo y podía jurar que estaba haciendo puchero.
Reí y lo escuché ya que siguió hablando.
-Queres venir a casa?- Preguntó y me dejó algo desconcertada.- Estoy haciendo ñoquis y hice muchos, ya que es mi primera vez.
-Si hay ñoquis yo estoy- Contesté sentandome en la cama.- Que hora es?
-Las 3 de la tarde- Solté un quejido al escuchar eso.- Dale preparate, en 20 'toy en tu casa.
Me levanté con toda la paja del mundo y no iba a cambiarme mucho, por lo que me dejé el pantalón del pijama, que era un jogging azul nike (es invierno), me puse una remera que me quedaba enorme y un buzo de Ignacio que también me quedaba como un camisón, igna era el triple de grande que yo y encima usaba su ropa mas grande que el.
Terminé de lavarme la cara, me puse un poco de crema de cacao en los labios y salí de mi casa, cerrando con llave. Me senté en las escaleritas que tenía afuera a esperar a Tiago. A los 5 minutos estaba con su auto frente a mí, algo dormida todavia me levanté y me senté en el asiento de copiloto.
-Lindas pintas- Rió el chico a mi lado y lo miré mal.- Perdón por despertarte, si queres ahora comemos y dormis una siesta.
-Trato hecho- Hablé con mis ojos cerrados y mi cabeza apoyada en el respaldar.
Abrí mis ojos en busca de unos lentes de sol, encontré unos cuadrados y enormes pero no me importó y me los puse rapidamente, para seguir recostada sobre el respaldar.
-Me quedan facha?- Pregunté aun con los ojos cerrados.
-Facheritos.
-Ah mejor, no queria arruinar el look- Reimos y justo llegamos a su casa.
Entramos al edificio y nos tomamos el ascensor hasta el piso 10, en el camino yo (sin querer) deje volar a mi mente y me imagine en muchas situaciones sexuales con el chico a mi lado. La concha de mi madre, por que hice eso?
Entramos a su casa conmigo queriendo olvidar lo que pasó recien con mi mente, al instante me aclaró que no estaba Rusher, bueno mejor porque iba a ser mucha incomodidad.
-Bueno, vamo' a come'- Dije sentandome en la mesa con confianza.
Me sirvió un plato que no tenía mucha pinta, pero el me miraba tan contento que lo probé y hice una caea de asco para joderlo.
-Ay no amor no pongas esa carita, era mentira- Dije haciendo un puchero al ver la carita de desilusion que puso, acaricie su mejilla desesperada por que cambie la cara.- Era joda.
-Me gusta el apodo amor- Dijo con una sonrisita de labios cerrados y sus ojos cerrados tambien.
Apreté mis labios, aguantandome a no chaparlo gracias a la cercania que había entre nuestros rostros.
-Comamos- Habló el nuevamente y nos separamos para comer con musica de fondo.
Al terminar estabamos bastante llenos, por lo que aprovechamos a cumplir el trato que hicimos en el auto y nos fuimos a acostar a su cama. Ambos rendidos ante los 3 platos enormes de ñoquis que comimos.
-Estaba riquisimo- Hablé acariciando mi panza.
Los dos estabamos tirados en su cama enorme, desparramados de lo llenos que estabamos. Aproveche a sacarme el buzo y me acosté nuevamente, acomodandome para dormir una buena siesta.
-Hasta mañana- Solté en chiste y el rió.
Le di la espalda y me tape, ya que hacia un re frio en esa pieza. El pasó lentamente su brazo por mi cintura, lo que me hizo sonreir y dormir aun mejor.
