—¿Estás bien? —preguntó el líder al ver como el menor se movía de un lado a otro.
Hace unas horas habían internado a BeomGyu, el doctor le había dicho que su deceso fue debido tanto como la falta de alimentación como de vitaminas.
Claramente también vieron las heridas en los brazos del menor de los Choi. TaeHyun rompió en llanto al ver aquella cantidad de lesiones, YeonJun y SooBin estaban sorprendidos y HueningKai se sintió culpable.
—Es nuestra culpa ¿no? —habló YeonJun, mientras acariciaba la cabeza de su novio.
—Nuestra maldita culpa.
—Extraño su risa...—habló TaeHyun quien intentaba controlar su llanto— ¿Por qué hizo esto?
—Porque no éramos una familia y tampoco quiero que eso cambie solo por esto, debieron apoyarlo cuando estaba cayendo, no cuando ya estaba en la oscuridad.
Los tres mayores se quedaron en silencio, lo que había dicho HueningKai les había dolido.
El maknae se acercó y agarró su mano, algunas heridas eran recientes, como si hubieran sido hechas ayer. Los ojos del mayor se comenzaron a abrir, siendo un poco difícil por la repentina luz.
—BeomGyu...—susurró y ahogó un sollozo.
—¿K-Kai...?
—Sí, soy yo —sonrió tristemente y apretó el agarre—. Beomie, me diste un susto grande.
—Lo siento... y-yo no...—murmuró con tristeza en su voz.
—No importa Gyu, lo importante es que ya estás bien, vas a estar bien —sonrió con lágrimas amenazando por salir.
Los ojos de BeomGyu se dirigieron a los demás integrantes, TaeHyun se levantó y se colocó a su lado, lo que no esperó es que lo abrazara, obviamente con cuidado.
—Gyu, te quiero...—susurró—. Me asusté mucho al verte con aquellas heridas, no lo vuelvas hacer, por favor.
—Quiero estar solo con Kai, por favor.
TaeHyun se separó y lo miró con tristeza en sus ojos, asintió y caminó hacia YeonJun para después salir.
—Me alegra que ya hayas despertado —habló el líder con una mini sonrisa sincera y salió de la habitación.
—¿Desde cuándo? ¿Por qué no acudiste a mí? —preguntó dolido.
—Nadie puede quitarme esta soledad Kai...—lo miró con tristeza—. Ni siquiera deberías preocuparte por mí, no valgo nada.
—Vales todo BeomGyu —su voz se quebró—. Pude haberte ayudado BeomGyu, ¿Por qué no acudiste a mí? ¿Por qué no me dices lo que sientes?
—Porque no es fácil, porque no es fácil abrirse con una persona después de que todo el mundo te diera la espalda. Ya no soy yo HueningKai, no soy yo desde antes y eso a nadie le importa. No lo vale, no vale nada.
—¿Por que piensas eso? ¿Acaso te vale lo que uno siente por ti? ¿Acaso te importaron mis sentimientos cuando te cortabas?
—Basta HueningKai, por favor...—susurró casi llorando.
Y BeomGyu tuvo razón, había lastimado a HueningKai.
—Si tú mueres, tal vez a los chicos no les interesaría, pero a mí sí. Fuiste muy egoísta esta vez, BeomGyu.
—Basta, no sigas...
Y tal vez HueningKai no este pensando sus palabras, solo estaba dejando salir todo lo que sentía en ese momento. ¿Ustedes lo juzgarían?
—No piensas en nadie, solo piensas en ti mismo. No te importo, no te importa mis sentimientos, no te importa nada.
—Kai basta...—susurró entre lágrimas, le estaba doliendo lo que decía.
—¡No BeomGyu! Basta tú, me cansé.
Y salió de ahí, con el corazón doliendo y lágrimas cayendo a chorros, asustando a los demás integrante y más al líder, quien lo siguió.
Y BeomGyu supo que ahora estaba completamente solo...
Y tal vez un gran error para HueningKai.
