Habían pasado algunas semanas desde que había tenido esa pelea con HueningKai, después de eso ya no tuvieron más conversación.
Ahora estaba en su habitación, mirando el cuaderno en su regazo y dudaba si seguir con lo que estaba haciendo o no.
—¡BeomGyu!
HueningKai entró a su habitación, asustándolo por el grito, guardó rápidamente el cuaderno.
—¿Qué hacías? —preguntó confundido por la acción de repente del mayor.
—Nada, solo encontré algo que tenía desde el debut y pensé que estaba perdido —respondió algo nervioso.
—Oh, que bien que lo encontraste, ¿Te gustaría ir por un helado? Y antes de que respondas "no puedo comer" o "estoy gordo" no creo que se te haya prohibido el comer helado.
—No, pero...
—Vamos Gyu, es solo helado —insistió.
El mayor suspiró y asintió para agarra su abrigo y salir, HueningKai le siguió los pasos, pensando en que era exactamente eso que BeomGyu ocultaba, pero pronto lo descubriría.
Pasaron la tarde conversando y comiendo helado, el menor estaba feliz de ver como el mayor se divertía y comía después de toda esa dieta que le obligaban hacer.
Pasó la noche y tuvieron que regresar, vieron a algunos integrantes en la sala y el único que estaba en la cocina era YeonJun.
BeomGyu hizo una mueca y se dirigió a su habitación con HueningKai siguiéndolo.
—¿No vas a comer? —preguntó el menor.
—No puedo hacerlo Kai, ya sabes el porqué.
—No tomaste desayuno, almorazaste un poco ¿y no piensas comer?
—Kai yo...
—Come por mí ¿si?
BeomGyu lo miró por unos segundos y luego bajó la mirada, asintiendo. HueningKai sonrió.
—Pero primero iré a darme una ducha.
El maknae asintió y se retiró a la sala, viendo como ya los demás estaban cenando.
Mientras eso pasaba, BeomGyu entraba a su baño para darse una ducha como le había dicho a su menor. Se quitó las prendas y se adentró al agua.
Dejó el agua correr mientras que sus pensamientos se iban a otro lado, ¿Cómo es posible que hace unos minutos estaba riendo con HueningKai y ahora sentía con un gran vacío en su interior?
Lágrimas bajaron por sus mejillas, los comentarios que había visto el día anterior llegaron a su mente y lloró en silencio.
Y mientras que BeomGyu estaba en su mundo no pudo escuchar como alguien había entrado a su habitación y había sacado de su cuarto el cuaderno que amaba y tenía escrito varias cosas.
SooBin estaba arreglando su cama —ya que él ya había terminado— cuando el maknae entró, volteó a verlo y sonrió.
—Hyung, tengo una canción para el nuevo álbum.
SooBin lo miró con una ceja alzada y un cuaderno se le fue extendido.
