A los demás días siguió con sus promociones normal, simplemente se odió más. Odiaba la parte de la coreografía donde le tocaba con SooBin, su corazón latía muy fuerte y odiaba eso.
Ahora estaban de regreso a los camerinos, caminó sin ganas de nada y se sentó en un lugar donde las cámaras no lo grababan. Lloró sin importarle el maquillaje, después de todo ya se irían a casa.
Sus brazos le ardían, sus lágrimas bajaban sin parar, se sentía solo. Ahora que no tenía contacto con Stray Kids y Ateez se sentía fatal, como dijo Day6, un zombie.
Fue llamado por el staff para que vayan a casa, se fue de nuevo al baño ignorando a YeonJun y TaeHyun que lo miraba atentamente.
Tal vez hubieras elegido otro lugar BeomGyu...
Abrió la puerta casi de golpe para cubrirse de las miradas, sus ojos se chocaron con una escena algo... íntima.
—Lo siento y-yo...—susurró.
—BeomGyu...—susurró HueningKai y se alejó del líder.
—Solo vine a cambiarme, ya nos vamos a ir —se dirigió hacia uno de los cubículos y cerró rápidamente y escuchó la puerta principal siendo cerrada.
Jamás imaginó ver a HueningKai y SooBin besándose, y menos después de que el líder lo rechazara y que HueningKai lo besara.
—Fui un tonto...—susurró sintiéndose mal.
¿Por qué todos jugaban con él? Él no quería ser un muñeco, quería que alguien lo ame como HyunJin ama a Felix, como ChangBin ama a SeungMin, como Bang Chan ama a JeongIn o como MinHo ama a JiSung.
Él quería experimentar el amor sin salir lastimado...
Pero siempre se tiene que salir lastimado.
Se cambió lo más rápido posible, evitando sus lágrimas y viendo su brazo las cicatrices que tenía. Salió y cuando llegó a los camerinos agarró sus cosas y fue uno de los primeros en ir a la camioneta.
Otro infierno para él...
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Miraba las nubes desde el balcón, sus ojos reflejaban la tristeza inmensa, eran casi la 1:00 a.m. y él no podía dormir.
Recordó las muchas veces que se quiso tirar desde ahí, pero simplemente algo —alguien— lo detenía, ahora estaba solo. Sabia que si moría Stray Kids y Ateez seguirían con su vida normal, al igual que como los de su grupo.
—¿Qué haces hasta tan tarde despierto?
—No me da sueño...—susurró y limpió sus lágrimas con la manga de su camiseta larga.
El chico se colocó a su lado y soltó un suspiro.
—Lamento por como te enteraste las cosas.
—No importa, era más que obvio...—otra vez esa opresión en el pecho.
—No culpes a Kai, solo pasó y ya...
—No tienes que darme explicaciones SooBin, nadie elige de quien enamorarse, tal vez yo no me tuve que enamorar de ti...
Bueno, eso tal vez le haya dolido un poco a SooBin.
—Tampoco te puedo obligar a amarme, tú corazón le pertenece a HueningKai y sé que el corazón de HueningKai te pertenece a ti.
El mayor se quedó sin saber que decir, BeomGyu solo suspiró y se alejó del barandal una vez más. Aún no era lo suficientemente valiente.
—Espero que ambos sean felices, se lo deseo de todo corazón...
Murmuró para luego salir de ahí y encerrarse otra vez, se sentía dolido y traicionado sin saber el porqué. SooBin nunca ese hubiera fijado en él y HueningKai tampoco.
"Mírate y mira a HueningKai o SooBin, es obvio que lo prefieren a ellos que a ti."
"Por favor cállate..."
"Quieres callarme, pero sabes que digo la verdad. Nadie se fijaría en alguien que no vale nada."
"Basta..."
"Eres ridículo BeomGyu."
—¡He dicho que basta!
Gritó y tiró todo lo que había en su escritorio, un pequeño florero y un reloj. Se arrodilló y abrazó sus piernas.