—BeomGyu, levántate.
La voz fuerte de YeonJun sonó por su habitación. Sin muchas fuerzas se levantó y caminó hasta el baño para darse una ducha con agua caliente, no pudo evitar derramar lágrimas mientras lo hacía.
Cuando salió se aseguró que no se notara sus ojos, aunque claro si alguno de los chicos lo viera diera la típica mentira de "se me ha entrado shampoo al ojo".
Llegó a la cocina y vio a los miembros ya desayunando, su estómago rugió por lo que la noche anterior no había comida y agarró una tostada.
Cuando se lo iba a meter a la boca, apareció el mánager y le tiró una mala mirada.
—No ves que estás gordo, no comas —habló con seriedad.
BeomGyu asintió y dejó el desayuno de lado, los demás integrantes se quedaron callados y siguieron comiendo. Por debajo de la mesa, su pierna fue entrelazada con la de HueningKai.
—Chicos cuando terminen nos vamos, BeomGyu ve yendo al auto.
Asintió y se levantó de la mesa haciendo una reverencia, fue por su mochila y luego al carro que los llevaría a la empresa.
Esperó unos minutos hasta que llegaron los demás integrantes, rogo que le tocará asiento con HueningKai pero sus deseos no fueron escuchados y le tocó con SooBin.
—Binnie...
—Tenías que obedecer las reglas, si no comer está en ellas pues no lo hagas. ¿No puedes hacer eso?
BeomGyu solo asintió y volteó la cabeza hacia la ventana donde caían pequeñas gotas. HueningKai quien había escuchado todo solo negó por lo que dijo el líder, después hablaría con él.
Llegó el mánager con un paraguas y el carro comenzó a andar, BeomGyu miraba por la ventana diciéndose en su cabeza "no llores" una y otra vez, pero sus ojos ya estaban más que rojos.
Cuando llegaron a la empresa, BeomGyu se adentró rápidamente a ella y se fue a los baños. Nadie podía verlo así.
Se lavó rápidamente la cara pero las lágrimas seguían bajando, sus manos comenzaron a temblar y poco sentía como le dificultaba respirar.
La puerta del baño se abrió y fue abrazado por alguien, BeomGyu correspondió rápidamente y dejó salir sus pequeñas lágrimas.
Se sentía como un pajarito bebé que aún estaba en el nido y no quería salir de este.
—Tranquilo Gyu, respira.
La voz de HueningKai lo hizo calmarse poco a poco, el más alto acariciaba su espalda y cantaba cualquier cosa en su oído.
—¿Te sientes mejor?
Asintió alejándose y limpió los restos de lágrimas con la manga de su hoodie. El menor lo miraba con preocupación y acarició su cabello.
—Te traje esto —le extendió un sándwich.— No has tomado desayuno y sé que no comiste la pizza de ayer, debes tener hambre.
—Estoy gordo Huening, no puedo comer...—susurró.
Su estómago rugió y el menor lo miró con obviedad—. Gyu, tú no estás gordo.
—El mánager no dice eso...—bajó la mirada.
—Las personas pueden decir bastantes cosas para hacer que tu autoestima baje, por mucho tiempo me dijeron "gordo" o "no visual" simplemente los ignore porque tenía a un hyung seguro de si mismo.
—¿Quién? ¿YeonJun? ¿TaeHyun? ¿SooBin?
—No, tú —el mayor alzó su cabeza.— Antes te reías de todo, animabas a SooBin diciéndole que era un buen líder, siempre estabas para nosotros.
—Mi inseguridad comenzó desde que malogré el show de Crown.
—Todos podemos cometer errores en el escenario Gyu, no eres el único al que le pasa.
—Las personas cambian HueningKai.
—Pero intenta cambiar para bien, lo que estás haciendo es todo lo contrario.
—¿Y eso en que te afecta? Quiero que el mánager se sienta satisfecho conmigo, quiero que los chicos se sientan satisfechos con mi trabajo, quiero que MOA se sienta orgulloso de mí.
—¡Y lo están! Por Dios habrán personas en la redes sociales que siempre existirán y te harán sentir menos, más no significa que lo eres.
—Si esas personas lo dicen es porque ven esos defectos en mí.
—¿Y qué? ¿Vas a hacer todo lo que el mundo te pida solo para complacerlos? No BeomGyu.
—No te metas en eso HueningKai.
—Me meto porque eres mi amigo, siempre querré lo mejor para ti y que te hagas esto por simples palabras insignificantes no lo vale.
—Estoy gordo, soy feo, el cabello rubio no me cae y no debería estar en el grupo HueningKai. Gracias por traerme esto, pero no voy a comerlo.
Volvió a darle el pequeño paquete y salió del baño, ignorando el hecho de que quisiera llorar otra vez. Pero bueno, Kai no debería preocuparse por una persona que no vale nada.