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SooBin y BeomGyu ingresaron a la casa, el líder aún agarraba su mano.
—SooBin.
—No dejaré que él te toque, no más.
—SooBin.
—No, ya me cansé de verme como el malo. BeomGyu, quiero que escuches mi versión.
—HueningKai-
—Esto ya no tiene que ver con HueningKai, esto es entre tú y yo. BeomGyu, me gustas.
—No, yo no-
—Fui un tonto, me gustaba HueningKai, pero poco a poco tú no salías de mí mente. No sé qué me hiciste, quise acercarme a ti nuevamente, pero tenía miedo y... te lastimé.
—SooBin-
—Mierda BeomGyu, lo lamento tanto, no sabes cuantas veces me sentí mal al tratarte así y sin darme cuenta te lastimaba.
—Eso no cambia nada SooBin, ya está el daño.
—Lo sé, pero aún así quiero arreglar las cosas.
El corazón de BeomGyu se encogió y se soltó de la mano de SooBin para luego intentar subir las escaleras.
—BeomGyu...
Soltó un suspiro y volteó a verlo, SooBin estaba muy cerca de él, muy cerca.
—Dime...
Susurró, sus nervios comenzaron a salir a flote, era la segunda vez que estaba así de cerca con SooBin.
—Y-Yo... lo siento.
—¿Por qué?
Y antes de que pudiera de algo más, los labios de SooBin cayeron sobre los suyos. BeomGyu quedó sorprendido, pero a los minutos comenzó a corresponder.
Un juego de lenguas comenzó luego de sus minutos, SooBin agarró fuertemente la cintura de BeomGyu y entre tropezones comenzaron a caminar hacia la habitación.
—S-SooBin...
Un pequeño susurró entre el beso, el mayor bajó sus besos al cuello del menor.
—Shh BeomGyu, no pasará nada.
BeomGyu se arrepintió mentalmente, pero dejó que SooBin siguiera, las manos del mayor se colocaron debajo de su polera y soltó un jadeo.
—SooBin.
—BeomGyu, terminé con Kai.
Y sin más se adentraron a la habitación, SooBin cerró la puerta con seguro y colocó al menor contra la pared. Sacó rápidamente la parte superior de la ropa del menor y comenzó a besar nuevamente su cuello.
BeomGyu bajó tímidamente sus manos al pantalón de SooBin y sacó su cinturón, el mayor mordió levemente sus labios y con un poco de fuerza alzó a BeomGyu para luego ponerlo en la cama.
—¿Podemos ser solo tú y yo? —susurró el menor.
—Lo seremos.
Bajó sus manos al pantalón del menor y los sacó en un ágil movimiento, acarició su miembro por encima de la tela y relamió sus labios.
—N-No hagas eso...
—¿Hacer qué?
—Lamerte los labios, da vergüenza...—murmuró sonrojado.
SooBin rio un poco y se acercó a besarlo. Siguieron así unos minutos más hasta que decidieron pasar al siguiente momento. Desnudó por completo al menor y se acercó a besarlo una vez más.
—¿Estás seguro de esto, BeomGyu?
—Lo estoy.
—Te quiero Beomie.
Y así siguieron toda la noche, la habitación se llenó de los jadeos y gemidos de ambos chicos.