—¡Jung WooYoung! —el grito de ChangBin y las risas de los demás.
WooYoung le había tirado un globo con pintura adentro.
—Hay que aprovechar la oportunidad.
Comenzó a correr al ver que ChangBin lo estaba persiguiendo con otro globo.
—Todo el desastre que les toca limpiar —habló HyunJin.
—Hey hey, ¿quién dice? Vamos a hacerlo juntos —habló Bang Chan, pero fue callado por un globo cayendo sobre su ropa— ¡Seo ChangBin!
—¡Jung WooYoung! —gritó HongJoong, al ver que también estaba manchado.
—¡Que comiencen los juegos del hambre! —gritó JiSung mientras agarraba un globo y le tiraba a su novio.
—¡JiSung! —reclamó.
Comenzaron una guerra de pintura, pintura por allá, pintura de acá. El patio de la casa de Ateez se quedó manchada por toda la pintura.
—Una fila, todos —ordenó BeomGyu.
Todos hicieron caso y se colocaron en fila, BeomGyu prendió la manguera y comenzó a mojarlos con una sonrisa en el rostro.
—Basta, basta —se quejó WooYoung mientras se intentaba cubrir con San.
—No, nadie entra a la casa manchado.
BeomGyu comenzó a reír a ver como todos se intentaban cubrir con algo ya que el agua estaba un poco fría.
—Ya listo, pueden pasar —apagó la manguera.
—Oh no no —habló JongHo.
—Ven acá pequeño demonio —continuó YeoSang y entre todos comenzaron a perseguir a BeomGyu.
—¡Salvenme!
—¡No es momento de cantar Can't you see me! —gritó JeongIn y todos rieron.
Después de aquella persecución y de haber mojado a BeomGyu, todos se encontraban en el piso —ya un pocos secos—, y con unas toallas envueltas.
—Bueno, nuestro mánager nos va a regañar al ver que llegamos mojado y sucios a la casa, pero no importa —habló HyunJin.
—A nosotros igual, por manchar la casa, pero ya quedó un poco limpia con su ayuda. Nosotros ya ordenamos lo demás, no se preocupen —habló HongJoong.
—Nos vamos yendo antes de que haga más frío, ¿Te llevamos Gyu?
—Si, por favor.
—Después les devolvemos las toallas, las mandamos con ChangBin.
—¿Y por qué yo?
—Porque WooYoung y tú comenzaron la pelea de pintura —terminó de decir el líder.
El taxón sonó y los nueve chicos salieron—despidiéndose de los demás—, se montaron en el carro y se acomodaron.
BeomGyu se sentó al lado de HyunJin y recostó su cabeza en su hombro.
—¿Me dirás que pasó? —susurró.
—SooBin me rechazó...—susurró y soltó un suspiro triste—. Sabía que no le gustaba, pero aún así duele.
—¿Él te rechazó de esa manera...? —preguntó algo confundido.
BeomGyu asintió.
—Soy un tonto, él es todo lo que está bien, yo solo soy una persona que no vale nada, él jamás se hubiera fijado en mí.
