Coquet

Sex 17

Joaquín

—¡Mi Minnie!—grita desde la puerta la señora Osorio. Sonrío a más no poder y corro hacia ella para abrazarla. Como si fuera mi madre.

—Aby —digo en su cuello, inhalado su materno olor. Desde que la conocí supe que iba a ser de gran ayuda. Gran ayuda a llenar el vacío de maternidad que me faltaba. Ella no sabía sobre mi madre. Le dije que se había ido y me dejo con una tía que después me hecho sin razón alguna. Es una mentira que hasta el día de hoy me carcome. No cabe duda que Emilio también sabía esa historia.

—Mis dos hijos, tanto tiempo—se le cristalizan los ojos cuando Emilio la abraza con una sonrisa. Son iguales, en todas las formas posibles.

—Hola Mamá y ¿padre donde está?—pregunta Emilio para ella responderle que estaba en el jardín. Los dos señores Osorio ya tienen su edad, tuvieron muy grandes a Emilio. Son dos personas llenas de amor para dar y para recibir.

Y siento que la única quien puede arruinar el gran vínculo que tienen, soy yo.

Confían tanto a mí para cuidar a Emilio y hacerlo feliz, pero los tres no tienen idea de cómo soy en realidad. Y solo espero que nunca lo sepan o si lo saben que sea por mi. No por alguien más. Necesito contarles mi versión. La versión real.

—Emilio sube las cosas de Minnie a su habitación, la cena estará lista en 5 minutos—el asiente y subimos al segundo piso. Me encanta la pieza de Emilio. Es tan calida y agradable.

—Extrañaba mucho a tu madre—digo acostándome en su cama.

El se acerca y se sitúa arriba de mi Lara besar mis esponjos labios.

—Algún día lo superaremos bebé y seremos felices como se debe—sabía a lo que se refería y un amargo sabor siento.

—Seremos felices—Repito tragándome las palabras con dificultad.