Coquet

Return 12

Joaquín

Meneaba mis caderas junto con la música sensual que emitía el lugar. La gente como siempre volviéndose loca por ver a una cara bonita estar en el escenario.

Yo solo movía mi cuerpo y pensaba. Pensaba en todo lo que está ocurriendo últimamente.

Esto no lo tenía planeado. No tenía planeado bailar en un pub, no tenía planeado encontrarme con tantas emociones y no tenía planeado encontrar Justo a Emilio.

No maldita sea.

Mi vida hasta ahora regularmente iba bien. No podía quejarme, tampoco es una opción quejarme.

Pero no puede aparecer de la nada Emilio a arruinarme esta felicidad forzada. Donde ya estoy convencido que no tengo un futuro. Donde muchas personas me lo dejaron claro. No maldicion no era una opción echarme para atrás y caer nuevamente. Porque esta vez no quiero ser herido. Quiero vivir algo que necesito tener. Nadie puedo estar bien con alguien que le gusta expresarse mediante su cuerpo. Más de una persona cree que tiene la libertad de tocarme como si fuera una prostituta. Porque no lo soy. Y tampoco estoy cerca de eso.

La rabia y la decepción a mi mismo me hacen perder el equilibrio y caer directo al suelo torciéndome el tobillo. El dolor punzante no me dejaba pensar en otra cosa que no sea la mancha de sangre que arruina mis zapatos.

Menos mal la gente que me estaba viendo solo era de seguridad. Hacer prácticas pensando en otras cosas que no sean tus propios movimientos son pasos en falso. Rápidamente la manager viene hacia mi hecha furia y yo solo quiero rogar que no me de un puñetazo por lo torpe.

—¡Maldición Joaquin que bruto eres!—me da un palmetazo no tan fuerte en mi cabeza y yo solo me quejo por el dolor de mi tobillo—hey tu deja de mirar y lleva a este al hospital—le dice a un guardia mi mamá y el solo asiente.

Las lágrimas brotan de mis mejillas por el dolor.

Y solo significa una cosa. No poder bailar por un largo tiempo.