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Emilio
El silencio en la habitación del hospital era abundante. No me atrevía a decir ninguna palabra, solo estaba viendo fijamente un lugar imaginario.
Lo dije sin pensar pero era verdad, lo extrañé de una manera extraordinaria. Hasta tuve que tener otra relación para poder sacarlo de mi mente pero aún así no pude.
No pude sacarlo. Porque no quise sacarlo de mi mente.
—Joaquín...¿por q—su voz, su hermosa voz me calla.
—Era lo mejor Emilio...solo eso—aprieto los dientes para no soltar alguna maldicion y con rapidez me acerco a él.
—No me vengas con lo que es mejor o peor Joaquín, nadie piensa por mi soy el único que decide que hacer—le digo atrapando entre mis manos su muñeca.
—Lo hice para no hacerte d-daño—sus labios empiezan a temblar y sus ojos a cristalizarse.
—Pero lo hiciste aún más—susurro no tan audible pero él parece escucharme ya que me mira directamente a los ojos.
De nuevo nos quedamos en silencio pero nuestras miradas no se despegan. Sus ojos seguían siendo brillantes y hermosos, tenían ese destello reluciente que me dejaba como idiota.
Mis manos sueltan su muñeca y van hacia sus pequeñas manos que estaban temblando, las acaricié con delicadeza y la tomé entre la mía para entrelazarla.
Su manita calentita y suave. De nuevo las vuelvo a tocar. Las miro entrelazadas y él no las alejaba, mis ojos van de nuestras manos a su rostro que estaba tan cerca del mío joder.
Miro sus labios cuando se los relame y me acerco a los suyos. Estábamos tan cerca y sentía su respiración suave.
Cierro los ojos y toco sus labios con los míos una vez más. Estaba encima suyo besando sus ricos labios nuevamente. Con mis manos entre las suyas.
Fue un toque suave sin movimiento cuando me separo de él. Nuestras miradas no se separaban y solo lo hicieron cuando un hombre vestido de negro entra.
—Joder Joaquín ese yeso es enorme...o-oh doctor muchas gracias—se inclina y yo me paro rápidamente.
—De nada—sonrío forzado y el sonríe.
—Joaquín la camioneta espera y la jefa está empezando a maldecir muy fuerte—él asiente y miro por última vez su rostro para salir y dirigirme a mi casillero.
Una sonrisa boba sale de mis labios y las cubro con mis manos. Mis mejillas se colorean y empiezo a moverme de un lado a otro feliz. Susy me miraba extraña. Pero finalmente lo había encontrado, a mi Joaquín.
Lo encontré.
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Coquet
Fanfiction-coqueto- "Puede que mi novio sea un poco un poco" -Joaquin deja de frotarte en mi polla- ↳ Homosexualidad ↳ Emiliaco ↳ Capítulos cortos ↳ imágenes leves y explícitas ↳ Portada y separado...