Juego de... ¿Gemelos? (NaruSasu)

Parte 8

Las siete semanas del campamento habían finalizado. Todo mundo se despedía, uno que otro con lágrimas en los ojos, los abrazos y palabras entre los campistas -incluso entre monitores- no faltaron en ningún momento.

—¡Niños ha llegado la hora de las despedidas! —Avisó el director con su característico altavoz— ¡Los autobuses están listos! —Dio una palmaditas en la espalda de un campista que se veía afligido por tener que regresar a "realidad".

—Los veré el próximo año, lo prometo. —Decía la pequeña que había llegado por accidente al lugar a sus compañeros, los cuales le miraban con atención.

Las mochilas y maletas rodaban por todo el lugar, muchos se veían cargando sus pertenencias junto a recuerdos del campamento.

—Bien, de acuerdo, pero tienes que llamarme.  —Comentaba un campista a su amigo.

—Lo haré, tú escríbeme no lo olvides. 

—¡Ni que fuera quien! —Le despeinó el cabello para luego ambos darse un abrazo de despedida.

Paralelamente cerca de ahí, los gemelos se encontraban haciendo lo mismo: dándose un abrazo de despedida... por el momento.

—Bueno... ahora empieza el juego-ttebasa... —Dijo Boruto.

—¡No debes decir tu muletilla! —Reprendió Menma.

—¡Y tú debes de decirla! —Contestó.

El azabache chistó.

—Recuerda que debes averiguar como se conocieron papá y padre. —Cambió de tema.

—Y tú averiguaras porque se separaron. —Coincidió Boruto. 

—¡Menma Uchiha, llegaron por ti! —Se escuchó a lo lejos el llamado de Kabuto.

Ambos chicos voltearon.

 —Te llaman... —Menma extendió sus documentos— Aquí tienes tu boleto y  pasaporte, Kakashi pasara por ti al aeropuerto y...

—¿Cuándo te irás tú? —Interrumpió el ex-rubio.

—Supongo que en un par de horas... da... dattebasa —Sus mejillas se colorearon, era la primera vez que lo decía— Dale un abrazo a papá por mí. —Pidió desviando la mirada. 

—Y tú al viejo. —Boruto se abalanzó hacia su hermano dándole el ultimo abrazo.

—¡MENMA UCHIHA! ¡LLEGARON POR TI! —Volvieron a llamar— ¡ÚLTIMA LLAMADA, MENMA UCHIHA!

Rápidamente el azabache recogió todas sus pertenencias.

—Suerte- ttebasa. —Dijo antes de salir corriendo.

—¡QUE NO LA DIGAS! —Gritó Menma.

Pero Boruto decidió ya no escucharlo pues quedó un poco nervioso al estar frente a su lujosa limosina. A pesar de que aquella travesura dejó secuelas en el monitor peli-blanco este había dejado de lado el enojo y acarició la cabeza de forma cariñosa al chico, seguido de un corto adiós. El Uzumaki subió al auto, Kabuto le cerró la puerta y dio unos golpecillos al techo indicando que ya podían partir.

 Y así fue como empezó la travesía del primer gemelo. 

Menma se quedó observando como poco a poco se alejaba y se perdía en la distancia el auto que lo había dejado el primer día. 

—Suerte... —Murmuró, esperando de todo corazón que este loco plan saliera bien.

◇◆◇