Parte 14

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Prácticamente eran las nueve de la mañana, cuando en la residencia Uchiha el teléfono comenzó a sonar de forma insistente. Así permaneció por más de quince minutos.

—Por un demonio, ¿¡Quiere alguien contestar, por favor!? —Se escuchó el grito Sasuke desde la planta alta.

Sin mucho ánimo, Kakashi -quien venia con una bandeja con el té- se detuvo para levantar el dichoso aparato.

—Residencia Uchiha. —Contestó— ¿Menma? —Preguntó extrañado al escuchar la voz contraria.

—Sí, Kakashi. —Justo en ese momento venía pasando el joven azabache -distrayéndose levemente de su difícil tarea de pelar una naranja- que respondió al llamado de forma mecánica.

—Diablos, tiene una voz idéntica a la tuya. —Le comentó al chico— Disculpe, ¿Con quién desea hablar? —Regresó su atención a la línea— ¿Con Menma? —Repitió curioso— Por supuesto, un momento. —Retiró el teléfono— Es Kawaki Otsutsuki, Menma. Creí que eras tú. —Afirmó sorprendido el peli-blanco.

—¿Qué era yo? —Una sonrisa nerviosa se vio en el rostro de Boruto— Muy gracioso, que bromista eres. —Terminó por decir tratando de restarle importancia pues ya se imaginaba quien era el de la llamada. Tomó el teléfono que era ofrecido por Kakashi y comenzó la plática mientras el mayordomo zanjaba el asunto y procedía a subir las escaleras— ¡Oh Kawaki, compañero! ¡Hola! —Saludó cordialmente.

—Deja de ser tan dobe, yo jamás he usado ese tono, bueno, en fin, ¿Cómo te va en tu nuevo hogar? —Del otro lado de la línea se encontraba un Menma en pijama, puesto que en California ya rondaba la una de la mañana, caminando de un lado al otro dentro su alcoba.

—Todo es genial aquí, esperábamos que lloviera, pero... Kawaki... podrías... podrías... ¿Podrías esperar un momento?

—De acuerdo, pero es urgente que hable contigo. —Menma mientras tanto, tomó el teléfono completo, estiró el cable lo más que pudo y se adentró al baño de su recamara.

El ex-rubio miró hacia todos lados y al verse completamente solo también tomo el aparato y procedió a entrar en el closet debajo de las escaleras. Rápidamente se acomodó en el suelo, prendió el foco que poco iluminó el lugar para proceder a relatar todo lo fantástico que había sido sus pocos días a lado de su otro progenitor.

—Listo, ya puedo hablar-ttebasa. —Informó en voz moderada— Dios mío, papá es tan increíble. —Alabó con total emoción— No puedo creer que haya pasado tanto tiempo sin conocerlo, él, él, es tan guapo y tan genial, tan inteligente, me encantan los trajes que diseña y como pone todo en orden con sólo una mirada y y me dijo como se conocieron él y el viejo, en un crucero y si me preguntas creo que de verda...

—¡BORUTO YA CÁLLATE! ¡Tenemos un enorme problema! —Interrumpió abruptamente el Uchiha— Debes arreglártelas para traer a papá rápido.

—¿¡Rápido!? ¿Estás loco? Sólo he estado un día con él, apenas lo estoy conociendo, no puedo, no lo haré. —Sentenció.

—Pero entiende, es una emergencia, padre está enamorado. —Murmuró desesperado.

—No juegues-ttebasa, el viejo no puede enamorarse, o al menos no será nada en serio, descuida Menma. —Quiso reír ante la imagen mental de su padre atrás de una posible pareja.

—No juego, está enamorado de esa mujer. Siempre la tiene cerca, le hace cosquillas, le besa el cuello y los pies. —Relató con una mueca de desagrado infinita.

—¿En serio?

—Es asqueroso. —Confirmó.

—Pues tendrás que separarlos. Sabotéala, haz todo lo que tengas que hacer. —Aconsejó a la vez que buscaba con insistencia algo entre los abrigos que le ayudara a terminar esa conversación molesta.

Juego de... ¿Gemelos? (NaruSasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora