Parte 3

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El encuentro comenzó, el azabache quien portaba la chaquetilla en color blanco daba pasos y atacaba con rapidez, haciendo que Boruto sólo retrocediera y bloqueara todo lo que le fuera posible.

—¿Pero qué mierda, ttebasa? ¿Por qué ataca tan rápido? —El rubio pensaba abrumado puesto que su adversario lo que estaba comenzando a superar— En sus sueños me va a vencer. Yo soy Boruto Uzumaki y nadie me gana. —Con aquel pensamiento, retrocedió y de un brinco hacia el tronco del árbol más cercano devolvió los ataques, que para su mala suerte fueron esquivados con facilidad.

El azabache rodó los ojos por el pobre intento de regresarle las estocadas. Siguió con sus ataques certeros mientras que su contrincante no dejaba de retroceder hasta llegar con los espectadores, -quienes corrieron para salir del camino- saltándose por completo el área designada para combatir.

Boruto no era una persona paciente, el juego ya se estaba tornando complicado y era obvio que no quería perder contra ese hablador. De un descuido por parte contraria, le empujó contra un tótem para arremeter con fuerza, fallando por segundos.

El contrincante de la chaquetilla blanca se dio cuenta de las sucias intensiones del otro: Tenía el objetivo de vencerlo sin importarle nada. Sin embargo, tal vez esa era la clave para poder ganarle en su propio juego. Decidió entonces, burlarse un poco de él para sacarlo de quicio. Se dirigió a unas pacas de paja que se encontraban por el lugar, se recargó cómodamente en su brazo izquierdo para con el otro seguir bloqueado los vagos intentos de tocarlo.

La vena del coraje crecía cada vez más en el cuello del rubio, ¿Cómo era posible que se estuviera pasando de listo con él? Los ataques se volvieron más erráticos, pero con mejor resultado pues el sable del contrincante salió volando. Los ojos de Boruto brillaron de felicidad, no desperdició ni un micro-segundo y casi celebrando gritó:

—¡Touch... —Se quedó casi a la mitad pues observó incrédulo como el de la chaquetilla blanca lo esquivaba y subía rápidamente a la paca a recuperar su arma— Qué buena atrapada. —Dijo entre dientes.

—Qué considerado. —Le respondieron de igual manera.

Con la mandíbula tensa, Boruto siguió tratando de atacar en balde, el otro era muy rápido y parecía que se sabía todo lo que estaba por hacer.

Ellos siguieron avanzando hasta subir las escaleras de un pequeño taller, una vuelta para esquivar el ataque del otro y el rubio quedó del otro lado, ahora él defendiéndose. Continuó retrocediendo hasta que, sin fijarse, llegó al final del pequeño pasillo. Y el azabache lo supo, su adversario ya no tenía escapatoria, era el momento de atacar.

—¡Touché! —Gritó y tocó el pecho del contrario, sin embargo, no contó con que el toque que usó y por la emoción, fue demasiado fuerte haciendo que el chico cayera hacia atrás donde había un pequeño estanque lleno de agua.

El grito que soltó Uzumaki al contacto con el agua, asustó al azabache.

—Lo siento, no fue mi intención, déjame ayudarte. —Y era verdad, no lo había hecho con malicia. Extendió su mano en muestra de apoyo, esperando que fuera tomada.

Boruto tomó la pálida mano, pero el hecho de haber sido derrotado y humillado le pudo más.

—No, mejor yo te ayudo. —Pronunció para luego estirarla con fuerza para que aquel cayera también al agua.

—¡Qué dobe! —Exclamó contrariado el azabache— ¡¿Por qué lo hiciste?!

—¿Yo dobe? ¡Si tú eres un teme que me empujo! —Debatió.

—Claro que no, fue un accidente.

Todos los campistas que veían el encuentro corrieron hacia los dos chicos en el agua.

Juego de... ¿Gemelos? (NaruSasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora