"Y finalmente entendió que mi poesía no era únicamente de amor, también había oscuridad en mis versos, había demonios que bailaban entre las líneas, pero esto no la detuvo. Ella sabía amarme en la luz, y también en las sombras".
-Víctor De la Hoz.
Tres meses después«Las autoridades aún sin pistas de los responsables ni de los desaparecidos. Las familias afectadas suplican por respuestas...» -alcancé a leer lo que decía la primera plana en un periódico que exhibía un vendedor ambulante-. Ese tipo de propaganda seguro que ha llenado esa ciudad de cazadores.
Por suerte Chris y yo nos habíamos ido de esa ciudad luego de haber sobrevivido aquella nefasta noche. Sabíamos que todo el revuelo de las muertes había llamado la atención de todos los cazadores del continente entero. Los medios asumieron rápidamente que se trataba de una secta vampirista que practicaba rituales de extracción de sangre. De cierto modo tenía algo de verdad, ya que el fin de esas muertes era la sangre, aunque no se tratara de un grupo de personas trastornadas, sino vampiros reales y la mayoría de las muertes y desapariciones fueron causados por uno solo.
-Seguramente. Aunque de todas formas se iba a transformar en una zona roja cuando se enteraran de la muerte de Boris, Charlotte, los otros cazadores y de Alan Shawn -aseguró-. Pero no hablemos de esas cosas ahora. Mejor disfrutemos del paseo, aprovechemos que está nublado.
Ciertamente no había necesidad de recordar esas malas experiencias. Ahora estábamos a salvo, lejos del horror de esos recuerdos llenos de sangre y tristeza. Solo nos quedaba disfrutar de momentos felices, los que quedarían para la perpetuidad.
-Puedes sentarte en esa fuente. Quiero retratarte -le pedí. Él se sorprendió un poco por mi repentina solicitud. Sin embargo, no se negó ante mi pedido y gestando una media sonrisa, tomó posición.
Saqué un creyón negro y mi nueva libreta de dibujos. La anterior quedó destruida aquel día que Chris perdió el control, cuando pensaba que yo había muerto. Aunque igual tenía que deshacerme de ella, puesto que esa libreta siempre me recordaría mi vida humana. Mis sentimientos humanos, mis sueños, el cómo veía el mundo; todo eso solo sería un obstáculo a la larga, ya que me haría dudar sobre cosas que quería y debía sepultar.
-¿Así está bien? -preguntó él, una vez que tomó asiento. Incluso hizo una pose interesante, subiendo uno de sus pies al muro de la fuente y colocándose de lado, mirando hacia alguna parte.
-Es perfecto -no solo su pose, sino todo de él lo era: su cabello negro como la oscuridad que habitaba dentro de nosotros, su piel pálida y perfecta como el mármol con que los antiguos esculpían la belleza humana, esos ojos oscuros con los que atraían hacía a la penumbra y sus labios que incitaban al pecado y al amor. Con él, no había pasado ni futuro, solo el presente congelado en un instante eterno.
Sin más, comencé a hacer los trazos que poco a poco se volverían uno de mis dibujos más apreciados. De vez en cuando mi modelo me guiñaba el ojo cuando lo admiraba durante un largo rato, detallando sus rasgos y virtudes. Yo le respondía con sonrisa y proseguía con la realización de mi retrato. Sin darme cuenta el cielo se atenuó ante la llegada del crepúsculo. Las nubes que me habían servido de protección ante el sol de la tarde temprana, se habían desvanecido casi por completo, dejando a la vista un cielo azul ligeramente oscurecido que se preparaba ante la llegada de la noche.
-¡Lo siento! -me apresuré a disculparme luego de percatarme del tiempo que llevaba allí inmóvil-. Debes estar cansado.
-Para nada. Además sé que la espera vale toda la pena del mundo -aseguró él-. No tanto por el dibujo, sino por todo el tiempo que has estado mirándome. Solo eso me llena de alegría.
Sentí una sensación peculiar en mi estómago. Siempre que decía cosas así, me emocionaba y enamoraba más que antes. Chris realmente se había transformado en mi mundo, al igual que yo lo era para él.
-El dibujo casi está listo -le dije, mientras me acercaba a él-. Aun le falta unos detalles, pero eso puedo hacerlo en casa. Aun así ya me encanta.
-Quedó muy bien -declaró, luego besó mi cabeza-. Puedes enmarcarlo y colocarlo en la sala. Necesita cosas para que parezca acogedora.
-Es verdad. Desde que compraste ese apartamento no nos hemos esmerado mucho por embellecerla. Si los vecinos nos llegan a visitar, pensaran que somos unas personas tristes y aburridas.
Hacía unas semanas Chris me sorprendió con la noticia de que había comprado un apartamento en esta ciudad. No me había comentado nada ya que quería sorprenderme con la noticia. Aunque en todo ese tiempo no nos habíamos puesto al día con la decoración, ya que ocupábamos el tiempo en cosas más carnales. Si no, teníamos que buscar formas para alimentarnos; lo que resultaba un poco difícil, ya que era una ciudad mucho más grande y concurrida. No podíamos hacer las mismas estrategias que en el lugar anterior y teníamos que ser muy cuidadosos con los cazadores y los otros vampiros del lugar. Afortunadamente Chris conocía ya esa ciudad y sabía, más o menos, cuales sitios eran mejores para cazar y que lugares evitar.
-Es verdad. Por cierto, debemos pensar en que decir si eso pasa. Tenemos que parecer muy normales, tal vez demasiado normales.
-Oh, ¿Qué te parece si decimos que somos unos recién casados?
-Me encanta esa idea. No hay mejor forma de decir una mentira que ocultándola con la verdad -aseguró-. Yo seré un detective privado y tú, un artista.
Reí-. Muy bien.
-¿Qué diremos si nos preguntan cómo nos conocimos?
-Pues... nos conocimos en un parque, tú mirabas el lugar y yo comencé a dibujarte sin que supieras.
-Me gusta esa idea, ¿Qué más?
-Pensé que te pasaba algo, así que me acerqué a preguntarte si estabas bien. Pienso que fue ahí que quedé flechado por ti -él depositó suavemente un beso en mis labios-. Desde ese momento nuestros caminos se unieron y no nos hemos vuelto a separar desde entonces.
-Me encanta esa historia. En ese momento puedo agregar que moriste de la vergüenza cuando me encontré con el dibujo que hacías de mí. Se sintió extraño que alguien me observase tan fijamente durante quien sabe cuánto tiempo -fingió temor.
-En mi defensa, jamás había visto a un hombre tan hermoso como tú.
Continuamos bromeando con el tema de las historia durante un largo tiempo. Ciertamente era divertido inventarse una vida así, aunque la mayoría de lo dicho fuese verdad. Sin embargo, me ponía algo nervioso hablar con los humanos así. Pensaba en los detalles que pudieran no encajar y que podrían revelar nuestra naturaleza. Por fortuna Chris tenía más experiencia en pasar totalmente desapercibido. Así que me estaba enseñando a ocultar esas señales que podrían generar dudas a los humanos.
Entre risas nos dispusimos a marcharnos a nuestro nidito de amor, cuando de la nada se nos acercó una mujer con cabello cobrizo, vestida con un ajustado pantalón de cuero negro y una blusa descotada violeta con detalles negros. Era bastante hermosa y a pesar de la oscuridad pude distinguir sus ojos rojos.
-Excuse me; are you The Hunter? -se dirigió directamente a Chris, con un tono cordial y sin ninguna intención de crear conflicto.
-Yes, it's me -respondió él, usando el mismo idioma-. I assume you are Geoffrey's messenger.
-That's right. This is the first time I've seen it, I'm Alyssa -se presentó-. He thanks him for what he did. The truth about Lionel's death brings peace to our family. I also thank him for avenging my little brother.
-I didn't do anything. It was all thanks to him -mi compañero me señaló, haciendo que la mujer se fijara inmediatamente en mí, cuando en un principio apenas y me miró.
-What's your name, boy? -preguntó ella.
-D-Dan -respondí, aunque me ponía algo nervioso estar tan cerca de otro vampiro. La última vez casi me asesina uno.
Ella suavizó aun más sus facciones. Luego esbozó una sonrisa amable que tranquilizó mi nerviosismo.
-Dan, our clan will always be indebted to you. In the United States you have a home if you decide to go there -aseguró ella, antes de abrazarme de improviso. Sus movimientos eran tan sutiles que su acto me tomó por sorpresa, al igual que a Chris.
-T-Thank you. I will always keep it in mind -le dije sonriendo.
Ella se separó de mí y sacó un sobre amarillo de su cartera. Luego lo dejó en manos de Chris, quien la miraba en la espera de una respuesta
-The payment for your services has already been deposited in the account you gave us. This is the transfer record.
-I told Geoffrey that no payment was necessary. After all I did not comply with what he asked.
-He knows that, but you did much more than agreed and he values that too -mi chico no pudo discutir ante su argumento. Yo eché un vistazo a la hoja dentro del sobre y el monto en él agrupaba muchos más dígitos de los que había visto en toda mi vida-. We look forward to seeing you in the near future. So long Hunter, Dan. May blood abound in your lives.
Mi novio asintió respetuosamente, mientras yo agité mi mano. Luego ella se fue caminando hasta perderse entre los transeúntes, con la misma sutileza como cuando apareció.
-"Qué la sangre abunde en sus vidas" -repetí las últimas palabras de Alyssa, pero en nuestro idioma-. ¿Qué despedida es esa?
-Es como decir "buena suerte" para los vampiros -explicó, luego depositó el sobre en el muro de la fuente-. Supongo que tendré que quedármelo.
-Con esa cantidad de dinero podríamos hacer lo que quisiéramos -le dije. Él me miró con interés.
-En realidad tengo mucho más dinero en mis otras cuentas. Durante años lo he estado acumulando ya que nunca me ha interesado rodearme de lujos.
-Ya me di cuenta. Podríamos comprar una isla para nosotros solo. Piénsalo, palmeras, arena, agua, solo nosotros dos -susurré en su odio, haciendo énfasis en las últimas tres palabras.
El sonrió con malicia-. Continua, me está pareciendo atractiva esa idea. Así olvidaré el pequeño detalle del sol.
Y así él mató la ilusión-. También podríamos viajar por todo el mundo, ver cosas nuevas, aprender nuevos idiomas, conocer nuevas culturas.
-Esa idea me parece más atractiva. Aunque no supera el hecho de estar siempre solos, dándonos amor en el día y en la noche -se acercó a mí con aire lascivo y relamiéndose sus labios.
-Controla tus colmillos, vampiro. Tampoco soy de goma -aseveré entre risas.
-¡Pero fuiste tú el que comenzó hablando de la isla "solo para nosotros"! -puntualizó, rodeándome con sus fuertes brazos para acercarme más hacia él.
Ambos continuamos por un rato con nuestro vaivén entre risas y bromas. Después que la tarde se hizo noche, abandonamos la fuente que me había servido de inspiración. Luego, entrelazados en un abrazo que sería eterno nos adentramos al tumulto citadino, perdiéndonos entre la gente, pasando desapercibidos para un mundo ignorante de los peligros de la noche y de los monstruos que en ella habitan. Solo éramos dos más entre ellos, sin nada de qué preocuparse ni desconfiar.
-Te amo, mi lindo artista -susurró él, mirándome profundamente a los ojos-. Sin ti, estaría perdido en este mundo pintado por alguien.
-Yo también te amo, mi bella inspiración -le respondí, justo antes de darle un beso. No había sensación más dulce que probar los labios de quien se ama. Ni siquiera el sabor de la sangre se comparaba con la esencia sublime de sus besos-. Gracias por darme esta segunda oportunidad de vivir, y de poder hacerlo contigo.
Aun le temía a las sombras que moraban en mi interior, que asechaban y esperaban, impulsándome a matar de nuevo. Pero ya no podía renegar de ellas, eran parte de mí ahora. Mis pinceles ya no harían los mismos trazos. Ya no obtendría mi inspiración de mis sueños. El escarlata teñiría mis lienzos y el retrato de mi porvenir estaba salpicado con sangre. Aquella noche funesta fui asesinado por un antiguo conocido y con la sangre de quien sería mi amado volví a la vida, pero como un ente inhumano y sediento de sangre, un morador en la oscuridad, un augurio de la muerte, un paria entre demonios, un ser condenado a retratar miseria, un vampiro. Ya no era Dan Cohen, el que aspiraba a convertirse en un artista conocido; sino un vampiro sin nombre, condenado a solo ser el pintor de los malditos.
Fin.No diré nada. Sigan al otro apartado.
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El pintor de los malditos
VampireDesde muy joven Dan siempre quiso ser un pintor reconocido. Nunca vio otra cosa que no fuesen lienzos, pinceles y pintura en su futuro, y para bien o para mal, mostró un increíble talento que lo sentenció a transitar por ese rumbo, aun cuando todos...