3.2

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Por las siguientes dos semanas me dediqué a ignorar a todo el mundo, incluso a Chase y a Kio. Aunque debo admitir que no fue difícil mantenerme lejos de Jaden, porque él estaba haciendo exactamente lo mismo. Él o caminaba a la escuela o simplemente no iba, aunque tampoco es como que prestara mucha atención a si él estaba allí o no.

Fue mucho mas difícil alejarme de Quinton, ya que parecía que a donde sea que volteara allí estaba él con su amiga Madi, besuqueándose sin parar. No estaba segura de cuál era la lógica detrás de todo eso, porque aun no sabía si en verdad ella había terminado con su novio o no. Tampoco entendía porque Quinton solía tener tantos problemas al ser visto en público con alguien y ahora sé la pasaba besándose con la chica esa. Me molestó eso, pero estaba tratando de no prestarles atención.

Justo acababa de darme una ducha cuando escuché el, ya familiar, sonido de pequeñas piedritas pegando contra el cristal de mi ventana e inmediatamente pude sentir como mi corazón quería salirse de mi pecho.

Corrí a la ventana y la abrí, mirando afuera para encontrarme con Jaden parado allí abajo, llevaba un par de joggers negros y un suéter gigante.

–¿Murphy?– me llamó, su voz rompiéndose un poco. Llevó su cigarrillo a los labios y le dio una ultima calada antes de tirarlo al suelo.

–Ven arriba.– asentí, alejándomelos de la ventana por un segundo para poder ir a cerrar la puerta de mi habitación.

Para mi mala suerte, esta vez mis padres estaban en casa, no habían tenido que salir en ningún viaje de trabajo pero aun así me habían estado ignorando por completo estos últimos días.

Unos momentos después Jaden entró a mi habitación, tratando de no reírse de sí mismo cuando su pie se atoró en el marco de la ventana. Se levantó frente a mí y se sacudió un poco, su sonrisa de diversión desapareció en cuanto conectamos nuestras miradas.

–¿Cómo estas?– preguntó mientras bajaba las mangas de su sudadera para cubrir sus brazos y sus manos.

–¿Honestamente?– pregunté y Jaden asintió lentamente, –Estoy miserable.

–Yo también.– suspiró, bajando su mirada al suelo. Lo he extrañado demasiado y ahora mismo lo único que quiero es darle un abrazo y no soltarlo nunca más.

–Yo...

–Te extraño demasiado, nena.– me cortó con la voz temblorosa mientras sorbía su nariz, justo como si estuviera a punto de llorar.

–Yo también te extraño.– asentí caminando hacia él. Estiró sus brazos y me dejó envolverlo con los míos, ambos abrazándonos con fuerza.

–Lo siento mucho.– suspiró Jaden, presionando un beso contra mi frente. Enterré mi rostro en su pecho, sintiéndome lo mas cerca posible que pudiera, tenía un miedo gigante a perderlo de nuevo.

–Lo siento Jaden, por todo lo que te dije.– lo miré a los ojos, lágrimas amenazaban con salir de los míos. Me sentía fatal,  pero me obligue a mantenerme calmada. –No decía nada de eso en serio, lo siento mucho, exageré.

–No, no, nena. Yo exageré. No debería de importarme si hablas con Quinton, es su elección si habla o no, no es tuya. No debí haberte culpado por eso.– se disculpó. Tomó mi mano y me llevó a la cama, ambos sentándonos en el borde, recargué mi cabeza sobre su hombro.

–Pero lo mantuve secreto y me siento mal por eso, Jae. Tu tenías razón, prometí que te diría si alguna vez hablaba con él.– suspiré. Sabía que ya debía de callarme y dejar las disculpan dónde estaban, pero no podía detenerme. Me sentía demasiado mal por haberle mentido y quería que él lo entendiera.

7:15.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora