7:15.

1.4

–Creo que estoy enamorado.– jadeó Jaden, cerrando sus ojos.

–¿En serio?– reí, recargando mi espalda en la silla. Yo había terminado mi comida hace unos minutos, pero Jaden estaba muy ocupado hablándome y hablándome de cosas como para comenzar a comer hasta hace solo unos minutos.

–Esto es asombroso.– dijo, con la boca llena.

–Es un burrito.– suspiré, dándole a Jaden una servilleta para la salsa que escurría por su barbilla.

–¡Es asombroso!– soltó Jaden, terminando la última pieza de su burrito y limpiando su cara.

–Estas enamorado de un burrito.– dije perpleja, mirando a Jaden. Él me regresó la mirada y rodó los ojos, como si el hecho de que yo pensara que estaba enamorado de un burrito era lo que estaba mal en toda esta situación.

–Si.– asintió Jaden. –No me juzgues, Murphy.

–No te estoy juzgando.– levante mis manos en señal de rendición, haciendo reír a Jaden.

–Será mejor que no lo hagas.– dijo Jaden, igualmente recargando en el respaldo de la silla. Sus pies jugaban con los míos mientras nos sentábamos ahí mirándonos el uno al otro, una pequeña sonrisa iluminaba su rostro.

–Tengo una pregunta.– dije de repente, lo que causó que Jaden dejara de mover sus pies.

–¿Es hipotética?– sonrió Jaden.

–En verdad necesitas parar con eso.– me quejé, esta vez yo rodé los ojos. Jaden rió entre dientes y pasó sus dedos por su cabello, alborotándolo aun mas de lo que ya estaba.

–¿Cuál es tu pregunta, Murphy?– cuestionó Jaden, sentándose derecho en la silla y moviendo sus pies de los míos.

–¿Por qué estabas tan asustado de llamar lo ultimo una cita?– pregunté. Me había estado preguntando qué fue lo que hizo que Jaden cambiara su mentalidad todo este tiempo, ya que había estado tan testarudo de decir que no había sido una cita.

–Estaba asustado.– encogió los hombros, solo dejándolo en eso.

–Si, lo se. ¿Pero de qué?

–No creía que yo te gustara.– Jaden mordió su labio inferior, mirando hacia la mesa.

–¿En serio? Pensé que lo hacía bastante obvio.– dije, reteniendo una risa.

–No podía descifrar si te gustaba o si simplemente eras fastidiosa de naturaleza.– Jaden me miró, sus labios extendiéndose en una gran sonrisa.

–¡No soy fastidiosa!– me quejé.

–Claro que no lo eres.– Jaden negó con la cabeza, abriendo mucho los ojos.

–¿Cómo descubriste que me gustabas?– pregunté, esperando que la respuesta de Jaden no fuera que lo descubrió por Kio. En verdad iba a matar a ese chico si abría la boca una vez mas.

–Oh por dios, Murphy.– Jaden rió ruidosamente.

–¿Qué? ¿Qué fue?– azoté mis manos en la mesa, ahora volviéndome impaciente.

–La expresión de tu rostro después de que te besé la primera vez, lo dijo todo.– él sonrió e inmediatamente me sentí avergonzada, por supuesto tuve que poner una cara de tonta el segundo después de que Jaden me besara, no podía simplemente sonreír reírme como lo haría una chica normal.

–¿Cómo me veía?– pregunte, y Jaden trató de imitar mi cara. Parecía como una mezcla de horror y confusión, lo cual creo que explicaba bastante bien mis sentimientos del momento.