0.6

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–Esto esta de locos. Han pasado 25 minutos y el autobús aun no esta aquí.– Me quejé, golpeando mi pie en el concreto. Me iba poniendo más y más impaciente y el hecho de que Jaden este tarareando y pisoteando el suelo no ayuda en nada.

–Calmate, ¿en serio es tan grave perderse la primera hora?– Jaden dejó de tararear y me miró. Me lanzó su paquete de cigarrillos y un encendedor, como si eso me hiciera sentir mejor.

Le aventé de regreso el encendedor, pegándole en el hombro. Pero me quedé con el paquete de cigarrillos, aunque no sé por qué. Creo que solo necesitaba agarrar algo.

–La escuela llamará a mi casa y les dirán que me salté la escuela.– Crucé mis brazos por encima de mi pecho y le lancé a Jaden una mirada.

–Aun tenemos 10 minutos hasta que toque la primera campana.– Jaden encogió sus hombros.

–Nunca llegaremos.– Chillé, alzando mis manos en el aire.

–Por dios, Murphy. Necesitas aprender a vivir un poco.– Rió Jaden. Se quitó sus lentes de sol y los dejó recargados por arriba de su cabeza, entrecerrando los ojos para verme con claridad. Llevó su mano a sus labios, dejándolos tomar el cigarrillo, e inhaló y exhaló despacio.

–Sabes, si tuviera las llaves de mi auto esto no estaría pasando.– Negué con la cabeza, mas enojada conmigo que con alguien mas. Si no hubiera sido tan estúpida no me hubieran quitado las llaves del auto en primer lugar, y así ninguno de los dos estaría en este lío.

–Eso es como que tu culpa, Murphy.– Jaden rió entre dientes.

–Lo sé, Hossler.– Suspiré.

–¿Quién era?– Habló después de un minuto. –¿A quien trataste de meter a tu casa?

–¿Qué? No lo recuerdo, estaba borracha.– Fruncí el ceño a Jaden. Tenía esta cosa sobre él, en la que insistía que lo sabia todo. No lo soportaba.

–¡Oh no lo recuerdas! ¡Eso es perfecto! ¿No tienes idea?– Jaden jadeó, evidente sarcasmo en su voz.

–Bueno, no realmente. Como lo dije, estaba borracha. Solo regresamos a mi casa para...ya sabes.– Me sonrojé, odiando que le estaba admitiendo esto a Jaden.

–Wow, Murphy. Eso era exactamente lo que esperaba de ti.– Continuó riéndose.

–¿A que te refieres?– Pregunté.

–Sales a alguna gran fiesta y te emborrachas de sobremanera con un chico desconocido que viste afuera y en lugar de quedarse ahí y acostarte con él como una persona normal lo haría decides irte a tu casa. Tus padres tienen esta genial cama de agua o algo así en la que quieres tener sexo, ¿estoy en lo correcto? Dios, tener sexo en una cama de agua sería divertido...– Jaden fue bajando la voz mientras miraba más allá de mi, calle abajo.

–¿Y?– Lo miré, preguntándome si tenía más suposiciones sobre mí. Que hasta ahora habían sido todas acertadas.

–Y por supuesto que tu no sabías que tus padres iban a regresar a casa de sus pequeñas vacaciones una noche antes de lo esperado entonces tu entras justo por la puerta principal, solo para que te encontraran a ti y a este chico arrancándose mutuamente la ropa mientras caminaban a las escaleras.– Jaden respondió con una mirada presumida en su cara. –Luego tu ni siquiera te molestas en aprenderte el nombre del chico, y a él tampoco le importa el tuyo.

Ahora estaba sospechando demasiado, Jaden sabía mucho. Era una cosa que él supiera un poco sobre mis padres, todos lo hacían. Pero él sabía cosas extrañas, pequeñas cosas sobre mi que solo les había contado a mis amigos más cercanos. Estaba comenzando a asustarme, aunque sabía que eso era exactamente lo que él quería.

7:15.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora