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Cuando Jaden y yo estábamos en su casa y no estábamos en ánimos para besarnos, nosotros literalmente nos recostábamos en su cama y no hacíamos absolutamente nada.

En realidad me gustaba, porque amaba pasar tiempo con Jaden sin importar lo que hiciéramos. Si él quería salir a algún lugar yo iría con él, pero estaba igualmente de acuerdo si sus ánimos eran para quedarse en casa. Simplemente estando en compañía de Jaden era suficiente para mí, nosotros no teníamos que hacer nada especial para pasar un buen tiempo.

–Murphy.– susurró Jaden, sus dedos trazando círculos sobre una parte de mi cadera donde mi blusa se había levantando para dejar expuesta mi piel. Habíamos estado en silencio por casi 20 minutos, y pensaba que en efecto Jaden se había quedado dormido.

–¿Si?– respondí, echando mi cabeza un poco para atrás para mirarlo mejor.

–Hoy en el descanso, ¿A dónde fuiste?– preguntó Jaden. –Fui por tu botella de agua y luego desapareciste.

Cambié mi posición de nuevo hasta estar acostada sobre mi estómago con mi barbilla descansando sobre el pecho de Jaden, así era capaz de mirarlo. Dejé salir un gran suspiro, peleándome conmigo misma sobre si debía decirle la verdad o no.

–¿Chase no te dijo?– pregunté.

–Él no estaba allí cuando regresé. Kio dijo que no se sentía bien y fue a la enfermería, pero no estaba seguro de a donde te habías ido tu.– dijo Jaden relamiendo sus labios.

–Oh, le dije a él que te dijera.– dije tranquilamente. Probablemente debí de haber escuchado a lo que Chase quería decirme en la cafetería antes de salir corriendo con Quinton. En realidad sí parecía algo urgente, pero supongo que me enredé en otras cosas.

–¿Y a dónde fuiste?– los labios de Jaden se ampliaron en una sonrisa mientras me miraba. Movió su mano a la parte de arriba de mi cabeza y pasó sus dedos por mi cabello, lo que se sintió aun mejor de lo que imaginé.

–Tenía que entregarle algo a una maestra y quería asegurarme de que lo obtuviera en seguida.– mentí. Decidí que esa era una mentira mucho mas creíble que la que le había dicho anteriormente a Chase, considerando en el largo tiempo que pasé hablando con Quinton.

–Oh, esta bien.– asintió Jaden, –¿Fue la tarea de matemáticas? Yo también olvidé entregar eso.

–Si.– dije con discreción, sintiéndome demasiado mal al hecho de que debía de mentirle. Podía fácilmente decirle que había estado conversando con Quinton, pero no estaba segura de que tan bien se lo iban a tomar ambos. Quinton obviamente no quiere que yo le diga a Jaden de nuestra amistad y sabía que Jaden se iba a molestar cuando descubriera que había estado hablando con Quinton todo este tiempo. Me importaban mucho ambos chicos y no quería hacerles eso a ninguno de los dos.

–Es solo que me preocupé. Sabes, es algo extraño cuando tu novia se desaparece de tu vista aleatoriamente.– rió entre dientes, mientras se inclinaba a darme un beso en la frente.

Le sonreí de regreso antes de volver a acurrucarme en su pecho una vez más, poniéndonos en la posición en la que estábamos antes. Jaden enredó sus brazos alrededor de mi cintura y suspiró, relajándose de nuevo.

Era lunes por la noche, así que sabía que mi padre regresaría pronto a la casa del trabajo por lo que sabía que debía de irme pronto ya que esperaban que yo me encontrara allí. No quería irme de la casa de Jaden, todo era mucho mejor aquí. Era tan callado aunque en mi casa nunca fuera muy ruidoso. Aunque aquí casi nunca había peleas y parecía que mis padres siempre se estaban peleando, era extraña la ocasión en la que ambos estaban en la casa al mismo tiempo. Las cosas eran simplemente mucho más sencillas aquí, era como un escape.

7:15.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora