Respiré hondo y entré a la cocina, preparada para dar otra pelea con mi madre.
Ella estaba sentada en la mesa de desayuno, su largo cabello rubio cayendo en cascada detrás de ella por su espalda. Mi madre y yo nos parecemos mucho, me lo decían a menudo. De acuerdo con todos sus amigos de la universidad yo soy una viva imagen de ella en sus años más jóvenes. Ella debe de pensar lo mismo, porque siempre estaba tratando de asegurarse de que yo resultara tal como ella, igual de exitosa que ella.
Pisoteé la cocina, mis botas de combate grises golpeando el suelo y haciendo un ruido mucho más fuerte de lo que esperaba. Aunque mi madre no me notó. Se comió tranquilamente su parfait de yogur mientras yo pasaba junto a ella y leía algo en su teléfono.
–Mamá.– Dije, aclarando mi garganta. Ella me miró, solo para después regresar su mirada a su desayuno de nuevo. –Mamá.– Repetí.
–¿Qué pasa, Katherine?– Ella finalmente aparto la mirada del iPhone en sus manos y la conectó con a mía.
–¿Puedo por favor tener mis llaves de regreso?– Pregunté calmada. Esta vez no me molesté en decirle que no me llamara por ese nombre, que ya lo había superado. Estaba tratando de ponerme de su lado bueno.
Revisé el reloj que colgaba de la pared y vi que eran las 7:05 en punto, eso me daba otros cincuenta y cinco minutos para llegar a la escuela antes de que fuera tarde.
–Una vez que subas tus calificaciones y dejes de escabullirte para asistir a esas fiestas salvajes.– Mi madre parpadeó, y sus ojos volvieron a bajar a lo que estaba frente a ella.
–¡Eso no es justo! ¿Cómo esperas que tome el autobús? ¡Yo nunca he tomado un autobús en toda mi vida!– Me quejé. Esto era muy cierto, durante todo el tiempo que había estado yendo a la escuela, nunca había tenido que tomar un autobús escolar y no tenía ganas de comenzar a hacerlo.
–Acostúmbrate. Cuando aprenda a confiar de nuevo en ti puede que tengas tus llaves de vuelta.– Ni siquiera volteo a verme mientras hablaba, sus ojos nunca dejaron su celular.
–Esto es ridículo.– Resoplé enojada cruzando mis brazos sobre mi pecho.
–Debes estar en la equina a las 7:15.
–¿Y si decidiera que Cynthia me llevara? ¿o su novio Chase?– Pregunté refiriéndome a mis dos amigos más cercanos. Ambos se habían ofrecido para llevarme a la escuela todos los días cuando se enteraron que mis llaves habían sido confiscadas, pero dudo que mi madre acepte eso.
–Solo mantendría escondidas las llaves por mas tiempo.– Mi mamá suspiró. Se levantó de su lugar en la mesa y caminó hacia el fregadero donde dejó su tazón.
–¡Cuando todos se burlen de mi por ser la única de último año tomando el autobús te culparé a ti!– Grité por encima de mi hombro mientras salía rápidamente de la cocina.
–Tu padre vendrá a casa esta noche, no llegues tarde para la cena.– Fue la única respuesta que obtuve de mi madre mientras me alejaba de ella.
Agarré mi chamarra y mi mochila de uno de los sofás de la sala de estar mientras salía de la casa, sin molestarme en decir adiós.
Cerré la puerta detrás de mí, mirando cautelosamente a mi alrededor para asegurarme de que nadie me viera caminar a la parada de autobús. Yo personalmente no era amiga de nadie que viviera por aquí, pero eso no significaba que nadie me fuera a ver esperando al autobús. Mi mas grande miedo al momento era que la voz se corriera en la escuela sobre como yo estaba tomando el autobús escolar esta mañana, y todas las mañanas después de esta hasta que mi madre recobrara el sentido.
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7:15.
Fanfiction"7:15, that's our time" Jaden Hossler. Esta es una traducción y adaptación a una historia con el mismo nombre. La historia original está en inglés y es un fanfic de Ashton Irwin. Esta es la cuenta de la autora original y el link a la historia origin...