La siguiente mañana en la parada de autobús decidí que iba a intentar abrir a este chico Jaden Hossler. Él se paró en su lugar normal, recargado en un lado de la señal de pare. Se veía increíble, incluso cautivador. No podía quitar mi mirada de él mientras cruzaba la calle, admirando la manera en la que solo parándose ahí podía quitarte la respiración.
Me acerqué y él me asintió levemente con la cabeza, reconociendo mi presencia. Respire nerviosa, preparándome mentalmente para lo que estaba por hacer.
–Bien, Hossler. Tengo un par de preguntas para ti.– Deje caer mi mochila a mis pies, es demasiado pesada para que me pare ahí con ella en mi espalda mientras esperaba.
–Ah, así que finalmente descubriste mi nombre. Te tomó bastante tiempo.– Jaden rió entre dientes.
–En realidad no me importaba hasta hace poco.– Dije, tratando de cubrir lo estúpida que fui de no preguntarle antes a alguien más. Tomé el dobladillo de encaje de mi blusa esperando que Jaden no hiciera ninguna pregunta.
–Así que, ¿cuáles son estas preguntas que tienes para mí?– Jaden empujó su cabello fuera de su frente, mechones despeinados enredándose en sus dedos.
–¿Donde vives? literalmente nunca te había visto antes.– Le pregunté. Estaba parada en la punta de mis pies frente a él, tratando de pegarme a él lo mas posible. Sentía que tal vez sí estaba más cerca ejercería más presión en él, forzándolo a responder con la verdad.
–Al final de tu calle, esa pequeña casa en la esquina.– Respondió, sus ojos aun escondidos detrás de sus lentes de sol.
–¿Cómo sabes quien soy?– Pregunté. Jaden dio un paso hacia atrás, claramente poniéndose un poco incomodo con lo cerca que estaba de él.
–Todos lo hacen. Eres una de las chicas más populares de la escuela.– Encogió los hombros. Luego sacó otro cigarrillo de su bolsillo y acunó sus manos alrededor del largo palito blanco para encenderlo, tomó una larga calada antes de exhalar más humo, esta vez teniendo la decencia de girar su cabeza lejos de mí.
Saqué mi celular como él lo hizo ; 7:15. El autobús estaba tarde una vez más.
–¿Cómo sabes tanto de mis padres?– Pregunté.
–La pareja con más dinero del vecindario. Es difícil no escuchar a las personas hablar de ellos a donde quiera que vaya.– Jaden se encogió de hombros. Sostuvo el cigarrillo entre sus dedos y lo movió alrededor, causando que el humo volara alrededor de su cabeza mientras hablaba.
–¿Por qué te importa?– Sonreí. Realmente sentí que lo había dejado perplejo con esta, pero claro que él no querría admitir que le importaba algo que tuviera que ver conmigo.
Me tendió el cigarrillo ofreciéndomelo. No utilizo ninguna palabra, sin convencerme de "solo probarlo una vez". Él simplemente me lo tendió, como si esperara que yo lo tomara de su mano; y lo hice. Dudosa lo tomé de su mano, sus dedos rozando delicadamente los míos. Le di una rápida bocanada y luego lo retiré de mis labios, tratando de no toser mucho. Una vez que pasó el sentimiento de que mi garganta se cerrara me di cuenta de lo calmante que se había sentido, tranquilizador incluso.
Jaden negó con la cabeza. –No me importa, Murphy.
–Claramente te importa, Hossler. De otra manera no sentirías la necesidad de decirme pequeñas cosas de mi vida a cada oportunidad que se te presente.– La pasé el cigarrillo de regreso a Jaden y él lo colocó de nuevo en su boca, inhalando el humo.
–¿Tienes alguna otra pregunta para mi, Murphy? ¿O ya acabamos con este pequeño juego tuyo?– Preguntó Jaden
–¿Por que tienes que ser tan grosero?– Me quejé. Mi propósito era que Jaden se abriera un poco para mí y hasta ahora no estaba llegando a ningún lado.
–Okay, así que estabas tratando de preguntarme cosas sobre mí, ¿cierto? ¿Para tratar de conocerme? Porque creo que tienes esta loca idea de qué el hecho de que estemos en la misma parada de autobús nos va a mágicamente convertir en amigos, ¿verdad? Y bueno, hasta ahora realmente solo me has preguntado cosas sobre ti misma y como te conozco, nada sobre mi.– Jaden me pasó su cigarrillo y me dejó darle una bocanada andes de que lo aplastara en el suelo. –Esto solo prueba aun más que solo te preocupas por ti misma, Murphy.
– Bueno entonces, Hossler. ¿Cuál es tu color favorito? ¿Juegas algún deporte? ¿Algún equipo? ¿A qué universidades piensas ir? ¿Qué te gusta hacer en los fines de semana?– Divagué las primeras preguntas que vinieron a mi mente, que accidentalmente eran preguntas que yo siempre les preguntaba a mis padres en las cenas.
Jaden bajó sus lentes de sol a la altura de su nariz, permitiéndome ver por primera vez sus preciosos ojos azul claro. Se burló, –No contestaré ninguna de esas.
–¿Cuál es tu problema?– Alcé mis manos en el aire con frustración, por el hecho de que el autobús estaba cinco minutos tarde y Jaden estaba haciéndose el difícil. Estaba al tanto de que había experimentado alguna tragedia en su vida y no estaba interesado en abrirse a mi, pero él podía hacer al menos un esfuerzo. Probablemente yo era la primera persona que trataba de hablar con él en todo el año y todo lo que él quería hacer era dejarme fuera.
–Oh, lo lamento. ¿Querías que contestara todas esas preguntas? Pues acostúmbrate a no obtener todo lo que quieres, mocosa.– Jaden sonrió un poco.
–Yo solo quería tratar de conocerte.– Me encogí de hombros, dando un paso más lejos de él con inocencia.
Consideré soltar la bomba en ese momento, decirle que sabía lo que había pasado con él y su novia el verano pasado. Yo podría vengarme fácilmente con toda la información que había recolectado sobre él en estos días pasados. Quería ver desesperadamente la cara que pondría cuando descubriera que yo sabía uno de sus muchos secretos, pero decidí no hacerlo. No era tan mala.
–Bueno pues no quiero que me conozcas, así que te sugeriría que dejaras de esforzarte tanto por hacerlo.– Jaden pateó el piso justo donde había tirado y apagado el cigarrillo, lo desmoronó aun mas de lo que ya estaba.
–¿Dónde está el autobús?– Murmuré, parada en las puntas de mis pies mientras veía por la calle.
–¿Tú crees que yo lo sé?– Jaden se volvió hacia mí, sus lentes de sol de vuelta a su lugar inicial.
–¡No te estaba hablando a ti!– Grité, estampando mi pie en el concreto. Estaba más que frustrada con Jaden ahora.
–¿Por qué dijiste algo si no querías que respondiera?– Jaden sonrió. Utilizó su codo para alejarse de la señal de pare, mirándome de arriba a abajo mientras lo hacía.
–Fue una pregunta retórica.– Rodé los ojos.
Después de cinco minutos más de espera el autobús apareció finalmente. Solté un suspiro de alivio, contenta de que aun iba a llegar a la escuela con tiempo. Recogí mi mochila del suelo y seguí a Jaden mientras subíamos los escalones del autobús y este nos esperaba. Siempre era así, Jaden se subía primero y yo lo seguía de cerca.
–Negro.– Jaden se dio la vuelta, con los lentes de sol todavía puestos a pesar de que no había suficiente luz solar entrando por las ventanas del autobús para que los necesitara.
–¿Qué?– Dejé de caminar y lo miré.
–Mi color favorito es el negro.
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Aahhhh, esto se está poniendo bueno.
Repito solo para que quede claro que esta no es mi historia. Esto es solo una traducción y adaptación. La historia original la pueden buscar con el link en la descripción o en mis listas de lectura en la que está titulada como "English❣️".
Las amo mucho <3
-Luce.
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7:15.
Fanfiction"7:15, that's our time" Jaden Hossler. Esta es una traducción y adaptación a una historia con el mismo nombre. La historia original está en inglés y es un fanfic de Ashton Irwin. Esta es la cuenta de la autora original y el link a la historia origin...