Niña Bonita (TERMINADA)

26 Nueva etapa

Calle:

Durante el camino, para ir a ver mi nuevo departamento solo estaba pensando, en Poché, en mis padres, en mis amigos. ¿Cómo iban a tomar esto? Muchas veces puede ser tan complejo querer a una persona.

Pero luego la vi, mirando por la ventana mientras sonreía. Un rayo de luz iba directo a su cara, lo que ocasionaba que sus ojos se aclararan

Era simplemente hermosa.

Desde el primer día que la vi, sus ojos me cautivaron. Y por esos ojos estoy dispuesta a enfrentar a quien sea.

-Llegamos- Dijo mi padre

El chófer nos abrió la puerta y todos bajamos del auto. La residencia era linda, tenía muchas plantas y se podía sentir una agradable energía.

Pasamos a la recepción y nos atendió un señor de mediana edad.

-Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarlos?- sonrió

-Hola, soy Germán Calle. Mi secretaria llamó hace un rato para ver el departamento que está en venta.

-Es un placer conocerlo señor Germán, mi nombre es Antonio, síganme - Nos dijo amablemente y fuimos hacia un ascensor.

Todos entramos, excepto una pequeña peliazul.

-¿Por qué no entras?- La miramos

-Es que... me da miedo- su voz estaba muy baja

-¿Qué te da miedo?- sonreí

-Los ascensores, soy claustrofobica

Mis padres la miraron con algo de ternura, mientras presionaban el botón para que las puertas del ascensor no se cerraran.

-¿Hay escaleras aquí?- Pregunté al señor Antonio

-Si, pero tardarán mucho, vamos al piso 32

Miré a Poché, ella lucía nerviosa.

-Te prometo que si cualquier cosa pasa, te voy a cuidar. Solo necesito que respires, vamos a subir rápido en el ascensor. Tardaríamos horas en las escaleras- Le ofrecí mi mano

Ella me miró, luego miró a mis padres y ellos le sonrieron, haciendo que se sintiera más segura.

Tomó mi mano y entró al ascensor, pasaron aproximadamente 5 segundos y se cerraron las puertas.

Ella apretó sus ojos, pero yo sujeté su mano con un poco más de fuerza

Se tranquilizó un poco y me sonrió.

Yo solo sentía la mirada de mis padres hacia nuestras manos entrelazadas. Pero no le di importancia, en ese momento solo me interesaba la comodidad de Poché.

Para nuestra suerte el ascensor subió rápido, y ella poco a poco se acostumbró.

Sonó un pitido y se abrieron las puertas, ya habíamos llegado al piso 32.

Salimos del ascensor y Poché se reincorporó

-¿Todo bien?- le preguntó mi padre

-Si, estoy mejor, gracias- Respondió

El señor Antonio nos guío hasta dar con un pasillo que nos llevaba a una puerta, tomó un juego de llaves con las que la abrió y pasamos al departamento

-Wow- susurré

La entrada era amplia, tenía paredes blancas y una cocina sencillamente magnífica.

Dimos algunos pasos hasta dar con la sala principal.

-Como pueden ver, tiene una terraza con una excelente vista a la ciudad, también cuenta con un pequeño Jacuzzi en ella- Dijo el señor Antonio

Nos siguió mostrando el departamento, las habitaciones, baños, armario, etc.

Era magnífico, un poco grande, pero me encantaba.

-¿Te gusta?- Mi padre se acercó a mi

-Me encanta- Lo miré emocionada

-Entonces, vas a querer este?

-Se que es el primero que hemos visto, pero es perfecto para mí. Está cerca de su casa y además tiene Jacuzzi- le sonreí

La idea de tener un jacuzzi me emocionaba.

-Okey, entonces voy a alistar todo para que esté lleve tu nombre, solo haré algunas llamadas- Dijo

Pude observar a mi mamá y a Poché hablando en la entrada de la cocina

No se escuchaba lo que decían, pero me ponía feliz que mis padres se la lleven bien con ella.

Fui hacia una de las ventanas y me imaginé despertar cada mañana allí, con esa vista y la luz del sol entrando a cada habitación del departamento

Fue inevitable imaginar a Poché allí conmigo, definitivamente le pediría que se quedara conmigo los primeros días. Me daba un poco de miedo estar sola.

-Hola- Me tocaron el hombro

Volteé y Vi a Poché, me estaba observando detalladamente

-Hola- Respondí

-¿Pensativa?

-Un poco. Estoy algo nerviosa, no pensé que me iría de la casa de mis padres

-Si, pero ve el lado bueno. Esta es una nueva etapa para tu vida, vas a ser más independiente y vivirás cosas nuevas. Además, ahora vas a poder en de enseñarme a cocinar aquí- Rió

-Tengo miedo

-de qué?

-De qué quemes mi cocina- Reí

-Tonta- Hizo un puchero

-Se molestó la bebé?- la tomé de las mejillas

-No

-Ay, si se molestó- Reímos durante un rato.

Esa era mi definición de una tarde perfecta.

:) mañana les subo otro, es que estoy en final de curso y tengo muchas tareas JAJAJJAA pero tranquis, esta historia es mi prioridad eh!