Un pastel lo arregla todo.

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Calle;

Estábamos de vuelta en Bogotá y ahora mi mente estaba mucho más clara. Sabía lo que quería.

Estaba enfocada.

Quería gritarle al mundo que amaba a Poché. Y ya no tenía miedo

O eso creía...

3;00 pm.

Estaba en la casa del padre de Poché viendo una película en la sala con ella.

Pero en el fondo ninguna de las dos le estaba prestando atención a la pantalla, nuestra mente en realidad estaba pensando en qué decirle a nuestros papás.

-Bebita- dijo en un tono de voz muy bajo

-¿Qué pasó mi amor?- quité la vista de la televisión y la miré para prestarle la atención necesaria.

-Mi papá llega en 20 minutos del trabajo, y Vale no tarda en bajar a comer también. ¿Qué te parece si... hablo con ellos sobre lo nuestro?- suspiró esperando una respuesta de mi parte.

-Entonces, si tú hablas con ellos hoy, yo les diré a mis papás y a Juliana mañana- asentí y le sonreí.

Cerca de la casa de Poché había una pastelería, y antes de que llegara su padre fuimos a comprar un pastel, ya que ella decía que a Juan Carlos y Vale el dulce los ponía de buen humor.

Pronto llegó a la casa y nos saludó.

-Hoja, ya llegu... oh! Aquí están. Qué tal todo Dani? Cómo has estado?- dijo cerrando la puerta de la casa

-Muy bien Juan Carlos, y tú?- respondí con una sonrisa.

-Bueno, con bastante trabajo, pero muy bien también. Están viendo una película?- pregunto mirando a Poché

-Si, pa... Quería hablar contigo y con Vale, puedes llamarla para que baje? Es importante- le respondió con un poco de dificultad.

-Está todo bien hija? Te noto... Un poco rara, pasó algo?- frunció su ceño preocupado

-No! No es nada malo, solo llama a Vale pa- le sonrió

El asintió y subió al segundo piso para buscar a Valentina.

Si yo tenía miedo, no quería imaginar cómo se sentía Poché.

Aún no podía creer que ella estaba dispuesta a contarles, era como... Wow. Sin duda, era muy valiente y de alguna forma me transmitía su valentía a mi, haciendo que me motivara a contar lo que siento también.

Pronto Vale y Juan Carlos bajaron y se sentaron frente a nosotras.

-¿Calle estás cumpliendo años?- Valentina hizo una cara de asombro mientras señalaba el pastel que estaba en la pequeña mesa de centro

-Oh no no- reí -aún falta mucho para mi cumpleaños

-Y ese pastel?

-amm, primero les debo hablar sobre algo. El pastel es para después- Poché le respondió con la voz un poco baja

Ellos asintieron y mi peliazul empezó a hablar.

-Desde hace unos meses me he sentido distinta, ahora conozco partes de mí que no sabía que existían. Esto... Es un poco difícil de contar, ya que no tengo idea de cómo van a reaccionar. Pero, Papá tu siempre me has dicho que haga lo que me hace feliz. Y Vale, desde que eres pequeña he tratado de enseñarte que siempre debemos comprender a las personas. Lo que quiero decir es que... Yo, yo...- cerró los ojos

Se le estaba haciendo un poco difícil, así que para que sintiera mi apoyo tomé su mano.

-Tranquila, aquí estoy- susurré

Me miró, sonrió y asintió.

-Desde que Daniela llegó a mi vida, me he dado cuenta de lo mucho que... La amo- suspiró -amo a Calle como nunca había amado a nadie y estoy muy segura de lo que siento por ella.

Las expresiones que tenían en sus caras era de sorpresa completa.

Pasaron al menos 3 minutos de silencio.

-Hija...- Juan Carlos iba a hablar pero Poché lo interrumpió

-Pa, espera antes de que digas algo, por favor no te molestes conmigo y mucho menos con Calle, ella no me obligó a nada, lo único que ha hecho durante todo este tiempo es amarme.

-Poché- Vale suspiró -Me hace muy feliz que estes con la persona que amas, sea hombre o mujer, lo importante es que te valore, te cuide y te respete. Y si esa persona es Calle, pues se ha ganado todo mi amor también hermana, porque si a ti te hace feliz a mi igual.

Se levantó de su asiento y nos dió un abrazo muy cálido que nos llenó de tranquilidad.

Nos separamos y...

-Te hace feliz?- se escuchó en el fondo a Juan Carlos

-Si papá, y mucho.- respondió segura.

-me prometes que la vas a cuidar?- se dirigió a mi ésta vez

-Se lo juro, voy a amar y proteger a su hija siempre- respondí sonriendo

Y se acercó para abrazarnos.

Todo había salido bien, gracias al cielo.

¡Oh! El pastel si funcionó. Adentro de la cajita tenía una carta que decía:

"No te puedes molestar con las personas que te regalan un pastel."

Perdón por no haber subido capítulo, estos días estuve alejada de redes sociales, necesitaba un descanso. Lqm <3

Niña Bonita (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora