Conversación a medias

206 22 2
                                    

Despierto y la cabeza me da alguna que otra vuelta, odio las resacas. Al abrir los ojos me encuentro con un techo que no logro identificar. ¿Dónde estoy?

Me lleva un par de segundos darme cuenta de que estoy en casa de Mina y Kirishima, incluso pasa por mi cabeza que la anoche anterior acabara en casa de alguien desconocido. Por suerte no iba tan borracha y me encontré con Mina y Kirishima.

Me incorporo en el sofá acariciando mi cabeza. Nunca me ha gustado beber de más, porque al día siguiente lo paso fatal. Suelto un bostezo y una voz me saluda entrando al salón.

– Buenos días Uraraka, ¿has podido descansar? – Se me acerca Mina con su habitual sonrisa.

– Buenos días... Más o menos, he descansado más de lo que esperaba.

– No te preocupes, mi super desayuno anti-resaca y un café harán que te sientas como nueva. – Sentencia levantándose del sofá y yendo a la cocina. – Y después saldremos las dos juntas, ¡mañana de chicas!

– Mina te lo agradezco mucho, pero en verdad no me apetece mucho salir de paseo... – Le digo con una amarga sonrisa recordando todo lo del día anterior. – Además, tampoco quiero molestarte a tí y a Kirishima.

– Supuse que me dirías eso, pero yo digo que debes salir y despejarte, ya verás como te sentirás como nueva.

Al final tras los ánimos de Kirishima e insistencias de Mina acaba convenciendome y después de tomar su súper desayuno anti-resaca, salimos a comprar.

Me acomodo la ropa que me ha dejado Mina, pues yo no disponía de gran cosa mas lo que llevaba el día anterior. De camino, reviso mi teléfono y encuentro entre todas las notificaciones unos mensajes de Bakugou de esta mañana preguntándome que dónde estaba. Pienso en no contestar, pero aunque esté enfadada con él no se merece que lo preocupe, así que me limitó a contestarle que estoy bien y que no se preocupe.

En realidad aprecio mucho a Mina, se ha pasado todo el tiempo tratando de animarme y mantenerme entretenida a pesar de que yo no estaba por la labor. Al final cuando nos sentamos a tomar algo acabo contándole todo los ocurrido intentando nombrar lo menos posible sobre la misión, tampoco quiero involucrarla demasiado y ponerla en peligro por mi culpa.

– Hmmm... Cielo no te preocupes, ya sabes como es Bakugou, es verdad que no suena como algo que realmente haría él normalmente, pero todos tenemos nuestros días. Si en verdad se gustan y quieres seguir estando con él dale tiempo y habla las cosas. – Me aconseja Mina.

– Gracias... Lo tendré en cuenta. – Le digo con una sonrisa.

– ¿Lo ves? Aún sabes sonreír. – Dice al verme mientras se incorpora y me espera. – Bueno, volvamos al piso y comamos algo ¿te apetece pedir chino?

– Me parece perfecto, vamos – La imito y nos comenzamos a caminar en dirección al edificio.

Durante el trayecto le agradezco a Mina todo lo que hizo ayer y hoy. Le digo de que yo pagaré mi parte de la comida, pero tras varios intentos, se niega a aceptarlo y acabo cediendo.

Me encuentro algo más animada, salir con ella me ha venido de maravilla y al final su súper desayuno anti-resaca ha sido bastante efectivo. Vuelvo a mirar mi teléfono en busca de algún mensaje en especial, pero veo que Bakugou ni siquiera a leído el mío, por lo que tras soltar un pequeño suspiro de resignación lo guardo y sigo conversando con Mina.

Un rato más tarde llegamos al apartamento y cuando Mina abre la puerta principal unas voces resuenan en el salón, parece que Kirishima está con alguien más.

– ¡Eijirou ya estamos aquí! ¿Eh? ¿Quién ha venido? – Pregunta Mina mientras entramos y dejamos las cosas en la entrada.

Conforme nos acercamos al salón la segunda voz se hace algo más clara y la distingo al instante: Bakugou.
Tiro de la manga de Mina antes de que se nos vea entrar por el salón y le lanzo una mirada que no sé como consigue descifrar dedicándome un gesto alentador y una de sus energéticas sonrisas. Dirigiéndose así al salón.

Nuestra dulce y explosiva historia [Kacchako] (en pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora