Me desperté bostezando y al abrir mis ojos vi a Bakugou tumbado al lado mío, habíamos dormido juntos y ¡Abrazados!
Recuerdo nuestro encuentro de ayer y no puedo evitar sentir calor alrededor de mis mejillas, nunca creí que lo vería como lo ví ayer, disculpándose y diciendo cosas adorables. Pero me gusta, me gusta haber sido capaz de conocer ese lado suyo que no le muestra a cualquiera.
Lo miro y observo como duerme, se ve tan tranquilo... Sonrio y nuevamente me acomodo entre sus brazos para seguir durmiendo un poco más.
Para cuando despierto de nuevo Bakugou ya no está a mi lado, así que me levanto y me dirijo al baño para asearme, me pongo un chándal para salir a hacer ejercicio y cuando salgo llega a mi nariz un delicioso olor que me lleva hasta la cocina.
— Buenos días bella durmiente — me dice Bakugou con la misma sartén con la que me defendí ayer, solo que ahora la usa para cocinar.
— Buenos días Bakugou y no es tan tarde, son las 8:30. — Digo acercándome a la despensa para comenzar a preparar un café — Por cierto, ¿qué preparas?
— Huevos fritos, ¿Vas a salir? — Me dice apartando la vista de la comida y observando mi ropa durante unos instantes.
— Sip, voy a correr un poco — Le digo terminado de preparar el café y sirviendolo en una taza. — ¿Qué harás tú hoy?
— Tengo unos pequeños asuntos que atender en la agencia, al parecer tiene que ver con unos recientes accidentes o algo así. — me cuenta mientras que sirve el desayuno en dos platos y se sienta a mi lado.
— Ya veo, ¿tiene que ver con los edificios? — digo probando el desayuno y dándole un sorbo a mi café.
— ¿Los edificios? — Pregunta mientras desayuna algo confundido.
— Sí, al parecer han habido varios ataques a distintos edificios desde varios lugares en la ciudad, cada edificio era atacado de una forma diferente: primero inundaron un edificio, luego el edificio incendiado y después el terremoto, "casualmente" debajo de un edificio.
— ¿Éstas diciendo que no son casos aislados? — Pregunta bakugou bastante interesado.
— Exacto, bueno al menos eso se cree, aunque que para evitar problemas se ha culpado ha las fugas de gases, tuberías rotas y malos cimientos. Pero se sabe que todos los edificios atacados pertenecen a la misma persona.
— ¿Sabes quién es?
— No, no sé mucho más, hace poco que empezaron a investigar y solo los héroes involucrados saben sobre los ataques. — le digo terminando el café.
— ¿Estuviste en el primer ataque?
— Sí, fue una semana antes del incendio, el edificio se llenó de agua de la nada, casi parecía una pecera, costó bastante hacer creer a los medios que no era tan grave como parecía.
Bakugou iba a volver a hablar, sin embargo el ruido del timbre nos interrumpió, por suerte ya había terminado de desayunar, así que recogí mi plato y fui a abrir
— ¡Ya voy!
Al abrir la puerta me quedé boquiabierta, no esperaba verlo aquí, sobre todo después de tanto tiempo.
— ¿Cara de ángel? — Me llamó Bakugou desde la cocina al notar que no se oía nada.
— ¿Deku? — Digo sorprendida
— ¡Uraraka! ¡Me alegro mucho de verte! — Deku me abraza alegremente a lo que correspondo aún sorprendida, pero encantada.
— ¿De verdad eres tú? ¡Cuánto tiempo! ¡No sabía que ibas a venir! — Digo emocionada observando a mi amigo.
— ¡Claro que soy yo! Resulta que me han llama- ... ¿Kacchan?
De la nada Bakugou esta al lado mío en la puerta mirando a Deku con cara de pocos amigos, mientras que Deku simplemente nos mira confundido.
— ¿Qué haces aquí Kacchan?
— Lo mismo que tú, estar con Uraraka y deja de llamarme así. — Dice de golpe sin si quiera mirarlo para después dirigirse a mí. — Tengo que irme, luego hablamos cara de ángel. — Y antes de irse me besa con fogosidad agarrándome de la cintura para después marcharse.
— Ha-hasta luego Bakugou, gracias por el desayuno — digo algo anonadada, ¿A qué ha venido eso?
— U-ustedes dos... Son... — Deku balbucea alguna que otra cosa sin demasiado sentido algo sonrojado por lo que acaba de presenciar, es entonces cuando me doy cuenta de lo que acaba de suceder: celos, un mini ataque de celos.
Dejo salir una pequeña risa al pensar en ello para luego aclarale todo a Deku, no era mi plan contárselo, pero tampoco esconderlo.
— Bakugou y yo estamos saliendo, desde de hace no mucho... — le digo tímidamente con una sonrisa y lo invito a pasar.
— Ya veo... Me alegro entonces, Bakugou puede no parecerlo, pero es buena persona, espero que sean felices juntos — me dedica una sonrisa sincera a la que contesto amablemente.
— ¡Muchas gracias Deku! Pero... ¿Qué haces aquí? No digo que me desagrade verte, pero ¿por qué tan repentino? Llevabas más de un año sin venir. — le pregunto con curiosidad.
— Estaba planeando venir y cuando las autoridades se enteraron me pidieron ayuda para un caso, llegué anoche y recordé que me habías hablado de tu nuevo apartamento así que quise hacerte una visita.
— Wow, ¡Qué bien! ¿Y de qué se trata?
— Aún ni estoy seguro, no me han dado demasiados detalles al respecto, iba a ir mas tarde para saber más del tema. ¿Qué vas ha hacer tú ahora?
— Iba a salir a hacer un poco de ejercicio, ¿quieres venir y así nos ponemos al día? — Le ofrezco.
— Me parece bien, ¡vamos! — me dice enérgicamente y juntos salimos de la casa.
¡Hola!
Espero que os esté gustando la historia, esto ya empieza a arrancar, gracias por leer y os prometo que dentro de poco traigo la siguiente parte.
¡Nos leemos!
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Nuestra dulce y explosiva historia [Kacchako] (en pausa)
Fanfiction[En pausa temporalmente] Uraraka Ochako y Bakugou Katsuki se reencuentran después de varios años, sin embargo no es de la forma que les habría gustado. Cuando Bakugou acaba salvando a Uraraka de un incendio sus vidas cambian por completo, provocando...