Sanha regresó a casa, en cuanto ingresó, vio al pelinegro ponerse de pie y caminar hasta él, para luego atraparlo en un abrazo.
¿Qué había pasado en su ausencia?
Correspondió el abrazo, pero se separó un poco preocupado, necesitaba saber si le había pasado algo a Cha. Lo miró detenidamente y todo parecía estar en orden, y para su sorpresa, había una enorme sonrisa en el rostro contrario... las medias lunas se acababan de formar y con lo que él amaba la Luna...
—¿Todo bien, Eunwoo hyung? —Cuestionó con más tranquilidad.
—Sí, solamente... quería verte. —Cha se dio cuenta de lo extraño que sonó eso—. ¡Es decir...!
—Entiendo hyung, no te preocupes. —Sonrió intentando calmar al mayor.
—Sí... es que me sentía raro solo en tu casa.
—Claro...
Sanha no le creía esa excusa a Eunwoo, y eso lo hacía sentir feliz, porque de cierto modo le daba esperanza de que el mayor también sintiera, aunque fuera un poco, por él.
De esa manera, tomó su mano y a pesar de que el azabache intentaba negarlo, una corriente eléctrica lo atravesó desde la cabeza hasta los pies... miró al menor, ¿por qué lo veía con tanto cariño? Sus piernas temblaban.
Sanha sentía la emoción acumulada en su interior, sentía su corazón en la garganta, quería salirse y unirse al de Eunwoo.
—Hyung. —Lo llamó suavemente sin soltarlo. Éste no le quitó la mirada—. Nunca estaré lejos, sin importar la situación voy a estar aquí... cuando In-Yeop hyung sea un idiota contigo, las puertas de mi casa están abiertas para ti... incluso si solamente necesitas tiempo a solas, puedes venir y yo te dejaré descansar, de lo que sea.
Eunwoo no comprendía el trasfondo de esas palabras, o no quería encontrarle el sentido, porque sí... le daba miedo saberlo.
Apretó a su modo la mano del menor, en forma de agradecimiento por sus palabras, luego se separó de él y regresó a su habitación, con el corazón al mil y más dudas.
.
.
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Tres días pasaron desde que Eunwoo se estaba quedando en casa con Sanha. In-Yeop seguía sin comunicarse con él, pero sabía que no le había pasado nada malo, porque esa misma mañana había posteado una imagen en su cuenta de Instagram.
Eunwoo no entendía eso... el hecho de que publicara cosas y no se dignara a mandarle un simple mensaje informándole de cómo estaba su suegra o de cómo estaba él.
Sanha se había dado cuenta de la ausencia de In-Yeop y eso simplemente estaba facilitando las cosas.
—Hyung. —Entró a la habitación del mayor, justo cuando éste estaba vistiéndose—. ¡Perdona! —Se giró al instante con las mejillas incendiadas.
Eunwoo se apresuró a poner la playera, su respiración estaba tremendamente agitada, aunque fueron un par de segundos... la mirada de Sanha sobre su cuerpo fue... demasiado intensa, había deseo en ella... y él quería sentirse deseado...
—Pue-puedes voltear.
—Yo...es que yo, quería invitarte a salir conmigo.
—¿A dónde quieres ir?
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°• 𝘌𝘭 𝘊𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘥𝘦 𝘊𝘳𝘪𝘴𝘵𝘢𝘭• ° 《 𝙀𝙪𝙣𝙎𝙖𝙣》
Acak𝘚𝘢𝘯𝘩𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘪𝘯𝘵𝘳𝘢𝘯𝘲𝘶𝘪𝘭𝘰 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘌𝘶𝘯𝘸𝘰𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘥𝘶𝘳𝘮𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘣𝘢𝘫𝘰 𝘦𝘭 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘵𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘲𝘶𝘦 é𝘭, 𝘰𝘥𝘪𝘢𝘣𝘢 𝘢𝘥𝘮𝘪𝘵𝘪𝘳𝘭𝘰, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘴𝘪𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 é𝘭...