—¿La has comprado?
—¡Sí, no la he robado! Es lo único que he comprado legalmente desde que compré mi coche.
—Me gusta mucho.
—Hum...
—Gracias.
—Grr... — se puso a gruñir otra vez, como mi perro. Tal para cual desde luego. Me dio hasta un poco de pena haberlo tratado mal cuando me había comprado un regalo tan bonito por mucho que se mereciera que le pusiera verde y le diera de hostias.
—Pero yo no sé utilizarla. — Jungkook giró la cabeza y me miró con altanería, aún enfadado. — Nunca he tenido una navaja, no sé para qué usarla ni cómo.
—Es fácil.
—¿Sí? ¿Me enseñas? — se formó un silencio incómodo entre los dos y supuse que Jungkook se estaba peleando con su orgullo, discutiendo sobre mí, entre si perdonarme o no, aunque no había nada que perdonar porque no había hecho nada malo, pero Jungkook era tan cabezón que no lo entendía. Finalmente, pareció relajar el cuerpo y suspiró.
—No se trata de saber utilizarla o no. Se trata de saber sacarla y mostrarla en el momento adecuado o no. ¿Lo entiendes?
—Pues... no.
—Para defenderte te basta con clavársela a alguien o causarle alguna herida superficial y eso no tiene ningún misterio. Solo tienes que asegurarte de que la parte afilada alcance al otro. Lo que tiene más dificultad es saber cuál es el momento idóneo para mostrar el arma y cómo debes comportarte con ella en la mano. Un tío no huirá si ve que tienes un arma pero sabe que no serás capaz de utilizarla en su contra.
—¿Y cómo va a saber que no me atreveré a usarla?
—Eso se ve en los ojos. — Jungkook y yo compartimos una mirada penetrante y fija. Sus pupilas de repente parecieron de lo más interesadas en analizar mis ojos, su contorno, su brillo... lo que se escondía detrás de ellos. Empecé a ponerme nervioso y a encoger el cuello. No quería que intentara ver más allá de lo que quería que viera, no quería que encontrara esa debilidad, esa escasa autoestima, ese dolor o lo que fuera... no quería que se percatara de que era un jodido suicida y un puto loco.
Agaché la cabeza y de repente, me agarró de la barbilla y me obligó a alzarla otra vez. Se acercó muchísimo más hasta que pude sentir su aliento en mi cara. Creo que me puse colorado y el corazón se me puso a ciento y pico. Entonces él frunció el ceño y se separó, muy serio.
—Hum... — murmuró. — Hum...
—Hum... ¿qué?
—Hum...
—¿Hum?
—Tú no te atreves a utilizar un arma para hacer daño, ¿verdad? Eres totalmente incapaz. — me encogí de hombros, un poco decaído. Miles de veces lo había tenido a huevo, hacer daño a las personas que me caían mal y me trataban mal. Había podido hacerles daño con algún instrumento perfectamente, pero ni siquiera para defenderme... me daba un poco de miedo hacerle excesivo daño a alguien.
—Supongo que no.
—Y sin embargo has sido capaz de romperme la nariz, lanzar una botella contra un grupo de personas por puro arranque de ira y pelearte con Taehyung con uñas y dientes. Incluso estuviste a punto de clavarle el trozo roto de un jarrón. — ¡Ah, sí, ya no me acordaba de eso! — No sé si considerar eso bueno o malo.
—¿Por qué?
—Porque que seas capaz de herir a alguien cuando tienes arranques de ira significa que sabes defenderte, pero no controlarte y aprender a controlar la fuerza bruta es muy difícil, sobretodo si la persona en cuestión es demasiado tonta creyéndose inferior en fuerza a su enemigo o tiene miedo de que le hagan daño o de hacer daño. — ¿me estaba llamando tonto por toda la cara o me lo estaba imaginando?
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⛓️Muñeco Encadenado⛓️ ~Kookmin
FanficBy Jungkook ¿Qué haces aquí, Jimin? Debería preguntar. ¿Es posible que esto sea lo que llaman destino? Si creyera en el destino, si creyera en Dios, si creyera en el karma, si creyera en algo, sin duda ese algo sería el culpable de nuestro reencuent...