⛓️20

154 17 10
                                    

By Jimin.

—¡TÚ! – gritó. El torrente de voz casi hizo eco entre las paredes de la galería y yo me sobrecogí. Taehyung se incorporó del suelo (a saber, qué coño estaba haciendo tirado en el suelo) y señalándome con un dedo y la cara roja de ira, se me acercó. Me dio auténtico miedo. — ¿¡Dónde coño estabas!? ¡Anémico, siendo mi paciente y paseándote por los barrios bajos! ¿¡Qué te dije que no hicieras!? ¡TENÍAS QUE QUEDARTE EN LA CAMA Y NO MOVER NI UN MÚSCULO! – estaba tan enfadado, que sin darse cuenta se alzó de puntillas gritándome, quería intimidarme, y yo, que acongojado por la magnitud de su vozarrón, reculé.

—Lo... lo sien...

—¡NO LO SIENTAS! – se le estaban inyectando los ojos en sangre. Esa reacción no era normal. — ¿¡Y si te hubiera pasado algo!? ¿¡Eh!? ¡QUÉ COÑO LE HUBIERA DICHO A TU HERMANO SI TE HUBIERA PASADO ALGO!

—Absolutamente nada, porque te habría estrangulado. – Jungkook entró por la puerta entonces, justo detrás de mí y Taehyung se quedó callado. Si no fuera porque mi humor no estaba como para aguantar muchas bromas y situaciones embarazosas, me hubiera reído por la repentina cara atolondrada del "Príncipe".

—Jungkook...

—Le has dejado escapar. Nunca más confiaré en ti como médico. – soltó él, con una mueca burlona. Sin embargo, el Príncipe pareció tomárselo en serio y me lanzó una mirada fulminante. – Venga, Príncipe, no te cortes, suéltale todo lo que le tengas que soltar. Se lo merece por idiota y quizás a ti te haga más caso que a mí. – Jungkook me revolvió el pelo melosamente y pegó su cabeza a la mía. Hacía días hubiera sido la persona más feliz del mundo por esa muestra de cariño, pero ahora el miedo de estar volviendo a vivir una mentira me paralizaba la alegría.

Taehyung se dio cuenta de lo que ocurría y frunció el ceño aún más.

—¿Te duele la oreja? ¿Eres capaz de oír algo? – le preguntó a mi hermano, ignorándome. Jungkook se quedó callado, con una ceja alzada. Luego sonrió, malicioso.

—Por supuesto. Ya está curada. Me he pasado la mañana en el médico. No es nada importante. – le miré, extrañado, recordando que a mí me había dicho que la biblioteca había sido su establecimiento hasta pasadas las una. Él notó mi mirada y me sonrió aún más. Estaba mintiendo y no supe si eso significaba que volvía a oír o simplemente, que al que había mentido era a mí.

—Entonces, yo me largo. – decidió él. Con un nerviosismo irracional creciendo en mi pecho, observé como abría la puerta del cuarto para coger el maletín. Ddosun salió fuera y corrió hasta mí, ladrando y pegando un salto tan grande, que casi consigue tirarme al suelo. Luego, se giró hacia Jungkook, pero en cuanto detectó el olor de Kasimir entre sus brazos, gruñó y retrocedió. El gatito también vio a Ddosun y se le erizó el vello del lomo. Se acurrucó contra el pecho de mi hermano.

—Ehh... ¡Tae! – lo llamé. No quería quedarme a solas con Jungkook. Me sentía tan incómodo y tenía tanto miedo... — ¿Por qué no te quedas a cenar? – pregunté. Cómo única respuesta, ni se despidió. Anduvo con el maletín en la mano hasta la puerta de la calle, pasando por mi lado, momento en el cual me mutiló repetidas veces con los ojos. Abrió.

—Les daré los resultados dentro de tres días y les diré las vitaminas que Jimin necesita, para que las compren. Las recetaré yo mismo.

—Pero... tú no puedes recetar. Todavía no eres médi... — Taehyung cerró la puerta de un portazo, sin dejarme termina la frase.

—Vaya... Está cabreado. ¿Qué le has hecho para ponerle tan furioso, Muñeco? – me soltó Jungkook y yo me quedé tieso.

—¿Perdón? ¿Yo?

⛓️Muñeco Encadenado⛓️ ~KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora