* * ***
Jisoo.
Jendeukie había estado distante, la visita de las hermanas Park asentó más su lejanía, se la pasaba en el despacho encerrada y salía un rato al jardín. La conocía muy bien, estaba molesta consigo misma, estaba reviviendo el pasado acompañada de la culpa inagotable.– Iré a comprar suministros, no tardaré – avisó temprano.
No regresó en todo el día hasta entrada la madrugada, se escucharon sus pisadas afuera de la puerta de nuestra habitación, pero no entró se recostó en la pared y ahí estuvo hasta el siguiente día.
Me sentía muy débil para siquiera abrir los ojos cuando escuché el eco del reloj de la biblioteca, no concilie el sueño en todo este tiempo, estaba atrapada en una pesadilla estando despierta, mis fuerzas se veían doblegadas por visiones en mi mente, era un presagio uno que me estaba costando todo.
– Jichu que haces aquí?
– Joohyun – corrí abrazarla sin embargo pasé de ella – Esto es raro no? Si estoy muerta debería de poder abrazarte.
– No lo estás.
– Siento como si lo estuviera. Dónde estamos?
– Es una dimensión alterna, fui encerrada por la bruja como castigo por haberlas desapareció, lo que no sé es como llegaste aquí.
– ¡Crees que yo lo sé! Tú eres la bruja de la familia, debes de saber esto.
– Estoy desde el siglo XIII repitiendo el mismo día una y otra vez en este maldito lugar, solo tengo este estúpido libro que encontré el cual he utilizado para no perder la cabeza – exclamó histérica.
Toque los relieves del libro que estampó en el escritorio, era parecido al que Elga me había encontrado en el ático – Es el mismo, debe haber una forma de comunicarnos.
– Menos de 5 minutos en este lugar y has perdido la cabeza, genial.
– Escúchame con atención Joohyun, tengo la otra parte de este libro debes escribir en clave morse para poder sacarte de aquí...
– Jichu! Jichu!
Empezaba a desvanecerme – ¡Escribe en clave morse! ¡Te sacaré de aquí!
Desperté de golpe, sudando frío atente a mi lado en su búsqueda, seguía sola, eso no me detendría, me puse de pie y trastabillando fui a la biblioteca.
– Gracias por venir, no sabía a quién llamar – escuché su voz a lo lejos – Ha estado dormida casi el mes.
– Hiciste bien Jennie ayudaré en lo que pueda, estaba por contactarte resolvamos esto primero. Creí que dijiste que estaba acostada.
Corrió rápido buscándome podía escuchar como su corazón latía preocupado al abrir cada puerta de la casa – Amor mío – murmuré con mi voz más ronca, se detuvo de inmediato y fue en mi dirección.
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La maldición *Jensoo
RandomNo puedes huir por mucho tiempo, la verdadera guerra comienza cuando tratan de conseguir la última pieza del rompecabezas, al final del día quien sobrevivirá un sentimiento que las mantuvo juntas por miles de años o el amor enfermizo aliado de la ob...