"1. La vida es sufrimiento.
2. La causa del sufrimiento, es el deseo."
Visto en Los Simpson
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POV Lalisa
Odiaba la actividad tan mundana de manejar, al descender del vehículo me estiré hasta escuchar el crujir de los huesos.
– Donde está?
– Hola Lisa, estamos bien, gracias por preguntar y tú? Cómo van las cosas en Nueva Zelanda? – dijo Marcus.
Resople fastidiada, no necesitábamos a estos vampiros se volvían más un estorbo que ayuda.
Los gemidos de la chica inundaron la habitación, subí las escaleras controlando la irá los traspasos de magia estaban siendo más pronto de lo programado.
Vaya sí que eran agudos los gritos hasta que dio el último suspiro, sabía que a él le encantaba continuar utilizando la magia robada para transformar a las chicas muertas en Chaeyoung.
Lo recordaba muy bien porque había estado ahí, de forma instintiva acomode el fleco.
Estaba sujeta de manos y pies, el cuerpo sudoroso de él arriba penetrando una y otra vez de forma ruda, me levanto de las caderas acelerando las estocadas.
– Dime Papi. Dilo.
Cómo no lo escuchó se detuvo, con una mano me agarró de la mandíbula con tanta fuerza que en cualquier momento se rompería, el dolor hizo que cambiará a mi cuerpo.
– Siempre obedece mis órdenes.
Fue lo último que recuerdo, cuando desperté estaba en un diminuto cuarto, desnuda, con marcas en la piel y muy adolorida, estuve ahí por mucho tiempo sin nada que comer o vestir y cuándo se dignó ir a verme, con una sonrisa burlona me mostró la marca en mi frente, le pertenecía.
Sacudí la cabeza alejando ese pensamiento, odiaba sentirme vulnerable.
– No me informaron de tú llegada.
– Decidimos esperar a qué terminaras.
Sonrió complacido haciendo una señal para que lo acompañara al despacho mientras se encargaban de la limpieza en la habitación.
– Te hice venir porque me informaron que tuviste un altercado con la familia Park.
Malditos vampiros traicioneros están vigilándome.
– Este tiempo que estamos perdiendo hablando de esté tema bien podría haberlo utilizado para ejecutar el plan y traerte a Roseanne.
La lujuria cubría su rostro, sin embargo, algo lo detenía, no sabía decir que era, pero evitaba acercarse a Auckland y sólo se conformaba con las innumerables fotografías que tenía. ¿Por qué no podía acercarse a Roseanne? Porque él siendo un Guardián con acceso ilimitado a la magia de los ancestros no iba por Roseanne si tanto la quería para él.
Al acomodarse la corbata dejó al descubierto parte de la quemadura que cubría la mayor parte de su pecho, en algún punto fue doblegado, me pregunto por quién.
– Roseanne llegará a su debido tiempo, abra varios eventos astronómicos el próximo mes y de acuerdo a la predicción de Diana – una joven bruja poderosa – Alguien regresará.
– Otro dato.
Negó – Sólo pudo sentir la presencia un instante quien fuera es tan astuto que logro sacarla de la visión.
Las brujas que poseen el don de ser videntes saben con detalle como ocurrirá una escena a futuro, recuerdan rostros y diálogos, qué la hayan alejado demuestra que es un brujo poderoso tanto que ahora sabe de la presencia de Diana.
– No ascendieron a sus poderes y el nivel que tenían no corresponde al intruso.
Sé quedó analizando la respuesta – Y aun así llevas persiguiendo miles de años a Ruby Jane.
– Podrías ir y derribar la barrera de la casa – respondí tajante.
– Si no puedes con esa simple misión cómo exiges mayor responsabilidad, le diré a Diana te acompañe, llevarán una comitiva de vampiros por seguridad.
Si algo bueno salió de esa reunión es que no tuve que manejar de regreso, estaba cansada y todavía faltaban unas horas del vuelo, desafortunadamente la bruja quiso ir a probar su fuerza en cuánto llegamos, la noche se encontraba en el punto más oscuro.
– Retrocedan un poco – dijo Diana trazando con polvo blanco los símbolos, dibujo un círculo entrando en él.
Eso no va a funcionar, si mi magia negra no le hizo nada mucho menos un intento de contención. Me subí al coche acomodándolo sabía cómo terminaría.
Diana empezó a decir el conjuro, la barrera se materializo pequeños destellos resplandecían, daba la impresión de disminuir poco a poco convirtiéndose en una esfera, confiada Diana seguía avanzando repitiendo el conjuro.
Los destellos se volvieron más brillantes indicaron lo que se venía – Regresen.
– No seas envidiosa Lisa, sigue D, lo estás logrando, vamos falta poco.
– Salgan ahora.
Un hechizo de protección puede ayudarle a sobrevivir.
Diana estaba emocionada puso un pie en la escalera, un tipo relámpago retumbo, la barrera se expandió con más fuerza y rapidez, los vampiros fueron calcinados al instante, la bruja apenas alcanzó a cubrirse salió volando por los aires.
Corrí ayudarle, tenía muchas heridas, miles de cortadas por el cuerpo, graves quemaduras donde la piel estaba expuesta y lo más grave su mano derecha estaba calcinada hasta el codo.
Manejé lo más rápido que pude al hospital, tuvieron que amputarle la parte quemada del brazo y las demás quemaduras fueron raspadas, gritaba de dolor, al verla en la camilla toda vendada me hizo darme cuenta que es una niña jugando una guerra que no le pertenece.
– Hola, ¿Cómo estás?
– Le dijiste lo que pasó? – la voz sonaba desgastada.
– No, hable con Marcus viene en camino.
– No entiendo que paso Liz, tenía todo bajo control iba disminuyendo y de repente...
Limpie sus lágrimas con cuidado – Hiciste un buen trabajo, la barrera absorbe el poder de quien la ataque, lleva muchos años acumulando energía. Me paso lo mismo que tú, estuve un tiempo aquí en el hospital.
Busque con la mirada a Alice.
– Sé lo que hiciste, gracias.
– Descansa aquí estaré pequeña.
En estos momentos me preguntaba si valía la pena todo lo que hacíamos. Él tenía todo el poder para ayudarnos y prefería quedarse oculto en su escondite.
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Hola
Muchas gracias por darle una oportunidad a la historia, gracias a quienes votan.
J. Fuera
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La maldición *Jensoo
RandomNo puedes huir por mucho tiempo, la verdadera guerra comienza cuando tratan de conseguir la última pieza del rompecabezas, al final del día quien sobrevivirá un sentimiento que las mantuvo juntas por miles de años o el amor enfermizo aliado de la ob...