PATRÓN

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Guardaron silencio unos segundos, pero cuando alzó la mirada los cadáveres estaban ahí.

Fama está de sobra al igual que el dinero.

A veces es divertido ver como las personas te respetan por ser intimidante porque ¿qué prefieres? ¿ser victima o victimario?

Llega un punto en el que ya no te interesa para nada; sabes que eres el malo en el cuento pero eso pasa a segundo término, todo depende de ti y como quieras terminar.

Triste y solo... o Poderoso y con gente trabajando para ti.

¿o quizás las dos?

-patrón- lo llamó el camarero sacándolo de sus pensamientos

Alzó la mirada para ver al humano

- Gusta que le sirva?- preguntó mostrando una botella de tequila

El country soltó su vaso de vidrio y el camarero le volvió a servir aquel delicioso elixir.

- y dígame patrón ¿cómo ha estado?

Tenía un buen trato con ese humano, lo conocía desde que ese muchacho era solo un niño

- *suspiro* supongo que lo suficientemente bien, no puedo quejarme... Mañana tengo que hacer un viaje y mandaré a Sinaloa a que venga a vigilarlos

- esta bien patrón ¿gusta algo más?

- no gracias

- con su permiso- se retiró para guardar la botella de tequila

El mexicano respiró profundo y soltó un suspiro... estaba agotado con lo de ayer, tener que hacer el trabajo sucio personalmente era cansado, no agobiante pero agotador.

Revisó sus bolsillos, arma cargada, listo; daga guardada y afilada; cartera, obviamente; condón, por si se ofrece. Cerró los ojos por un momento y le dio un largo sorbo a su tequila

- Estados Unidos Mexicanos ¿cómo se encuentra?- escuchó esa voz y miró a la contraria

-  sabes que no me gusta tanta formalidad... Colombia...- con una sonrisa ladina se puso de pie y alejó ligeramente la silla para que la mujer se sentara, la mujer que producía casi el 70% de la cocaína mundial- ¿cómodo?

- a tú lado, siempre-el mayor rodó los ojos y volvió a tomar asiento, alzó su mano y chasqueó los dedos

- ¿vino? creo que era tú favorito- la mujer sonrió ligeramente ante esas palabras. El camarero de hace unos minutos llegó con una botella de vino y solo una copa, sabía perfectamente que México solo tomaba tequila en esas ocasiones, le sirvió el vino a la mujer y se retiro para regresar y volver a servirle tequila a su patrón.

- y cómo va todo?- dijo dando un ligero trago al vino sin ensuciar la copa con su labial rojizo

- bien Colombia y a ti?- preguntó mirando de reojo las grietas de la mujer en su cuerpo

-ya sabes lo de siempre, aunque todavía no termino como mi hermano- dijo con pesadez

- lo lamento por ustedes, pero volviendo a lo nuestro ¿si mandaste los cargamentos?

- por supuesto, ya llegaron a tus tierras, solo es cuestión de que lleguen a Usa.

- lo sé, ya tendré tiempo para hablar con él

- se conocen mucho ¿no lo crees?- dijo sospechosa- algo me dice que se tienen mucha confianza

- Usa y yo tenemos un triste pero irremediable trato- dijo con su voz profunda, gruesa pero lenta.

- ¿y es?

Guardo silencio unos segundos y dijo

- Usa pone los consumidores y México las drogas y los muertos

La colombiana tragó saliva y asintió lentamente con su cabeza

- entiendo-dijo bajando la mirada

El mexicano se tomó unos segundos para mirarla, analizarla y sonrió cínico

- te vez muy hermosa con ese vestido ¿sabes?- era un vestido negro con brazos y hombros descubiertos, que le llegaba arriba de la rodilla, muy elegante

- *alza la mirada* muchas gracias México, tú también te vez bien

- dicen que has tenido unos cuantos problemas en tú país

- dicen lo mismo de ti- se defendió

- pero a mí se me presentan como cicatrices, y mis tatuajes las ocultan, pero tú...- tomo su mano y la acarició con su pulgar

- yo...

la miró coqueto- quédate a mi lado~ - dijo con un tono seductor que estremeció a la sudamericana- sabes que yo te voy a cuidar

Aquello le puso chinita la piel a la sudamericana, diablos, esa voz, ese cuerpo, esa actitud, el paquete completo, maldición: pensó la mujer

-jejeje, me tengo que ir México tengo asuntos que atender- dijo para levantarse- gracias por el vino

- vuelve cuando gustes- dijo y se despidieron con un apretón de manos; el mexicano inclino su rostro, la colombiana se sonrojó como un jitomate al sentir un inocente beso cerca de su  cuello.

- adiós~- dijo con una ligera sonrisa y una mirada coqueta

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