XXXI

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Intentaba dormir, pero no podía dejar de pensar en la estupidez que hice. Me he jugado la puta vida joder. He hecho daño a mis amigos, a mi familia y a él. Él que prometió cuidarme y protegerme, y yo de gilipollas no le deje.

Un montón de pensamientos sobre este tema invadieron mi mente. Había sido una completa idiota.

Me levanté de la cama y fui al salón.

–¿Quieres comer algo?– preguntó mi madre esperando con ansías a que mi respuesta fuese sí.

Negué.

–Damiano me dijo que llevabas malcomiendo unos días. ¿Has vuelto a recaer?

–No lo sé. Pero ahora mismo no quiero comer. Solo quiero abrazarte y llorar.

Hizo un gesto para que fuese con ella. Me abrazó y dejé que mis lágrimas saliesen con rapidez. Necesitaba desahogarme con la persona que siempre ha estado aquí, y esa era mi madre.

–Ya está todo bien Adirane, ya ha pasado todo.

Esas palabras no me calmaron, me hicieron llorar más. El pensar en lo que pudieron haberme hecho, en lo irresponsable que fui.

–No sé en que mierdas pensaba.– lloré con más fuerza.– Solo quería acabar con eso y que dejasen en paz a mis amigos.

–Deja de darle vueltas a eso, ya no hay nada que puedas cambiar. Estás bien y eso es lo importante.

Eso si consiguió calmarme un poco.

(...)

Estábamos en el aeropuerto esperando a que mis amigos llegasen. Estaba jodidamente nerviosa por verles.

–Ya salen.– me indicó mi madre señalando donde empezaba a salir gente.

Y allí estaban. Los 5. Me acerqué rápido a ellos y abracé a Guille el primero.

Sus brazos me rodearon con fuerza.–Te quiero, te quiero, te quiero.– Dijo mientras hacía presión con sus brazos.– Pero que sepas que eres una puta loca.

Me separé un poco de él.– Lo siento de verdad.

Me acerqué a Victoria, quién hizo lo mismo que mi amigo. –Nos asustaste mucho Ari.

Ethan y Thomas se unieron al abrazo.

–Dejad de recordarla lo que hizo, ahora está bien y eso es lo que importa.– Las palabras de Ethan hicieron que nos separásemos mientras le daban la razón.

Y por último me acerqué a él.

Me paré unos centímetros antes de llegar a él, esperando a que reaccionase.

–Amore.– dijo justo antes de cogerme de la cintura y estampar fuertemente sus labios contra los míos. No necesitaba más en ese momento. Solo con sentirlo a él junto a mi.

Separé nuestros labios y me pegué a él abrazándolo, apoyando mi cabeza entre su hombro y su cuello.

–De verdad que lo siento.

–Ya pasó principessa, ya pasó.– me calmó.

Nos separamos y caminamos donde estaba mi madre.

(...)

Vic y Thomas se quedaron en casa de Guillermo. No estaríamos aquí mucho tiempo, en una semana volveríamos a Italia.

Ethan y Damiano se vinieron conmigo a casa. A pesar de que nuestra casa no era muy grande, conseguimos apañarnos.

–Voy a salir a comprar.– Nos informó mi madre mientras cogía su bolso.– ¿Queréis algo en especial?– preguntó mirando a los invitados.

Ambos negaron.

–¿Seguro?– volvió a insistir.

Y volvieron a negar.

–Está bien.– Abrió la puerta de la calle.– No tardo.– Se fue.

–Supongo que querréis hablar.– Dijo Ethan levantándose del sofá.– Voy con tu hermana a que me enseñe algunos de sus cuadros.

–Gracias.– Habló Damiano.

No quería hablar. Solo quería sentir su calor. Sentir que estaba conmigo. Así que me senté junto a él, apoyé mi cabeza en su pecho y entrelacé nuestros dedos.

–No estoy enfadado.– Habló. –Supongo que quieres olvidar el tema.–Asentí.– Está bien. Lo olvidaremos.– Besó mi frente.

–Me dijiste que me dejarías sin poder andar una semana y aquí estamos.– Dije tranquila.

Rió.– Joder Ari. Aquí con Ethan y tu hermana.

Me encogí de hombros.– Era broma.


Escribí este capítulo como 5 veces pero no se me guardaba y me estresé muchísimo.
Anyways, ya publiqué la historia de Thomas. Id a leerla si queréis porque habrá una buena trama con Damiano.
Espero que os esté gustando la historia y que sigáis votando y comentando.
No me cansaré de agradeceros el apoyo <3

Non tornare a casa [Damiano David]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora