Non tornare a casa [Damiano David]

n u e v e

Apoyé mi cabeza en el pecho de Damiano.

–Cuando era pequeña, mi madre siempre me decía que una de esas estrellas era alguien especial para nosotros, alguien que nos estaba cuidando.– Con mi mano le acaricié el abdomen– Yo no entendía eso, no podía comprender como una de esas estrellas estaba cuidándome. Ahora entiendo lo que me dijo mi madre.– Pausé– La estrella no era más que una metáfora.

Noté como sonreía.

(...)

–¡Adirane! ¡Damiano!

Desperté por los gritos de la bajista.

–¿Qué pasa Vic?– Pregunté frotándome los ojos.

–El tatuador llega en 10 minutos.

–¿Tatuador?– Cuestionó Damiano sin moverse.

–Sí, para tatuarnos juntos.

–Pero si no hemos pensado en nada.

–¿No hay nada que queráis tatuaros?–Preguntó la rubia.

–¿No iba a ser algo conjunto?– Pregunté mientras me levantaba de la cama.

–Pero si no pensamos en nada, que cada uno se tatue lo que quiera.– Salió de la habitación.

–Me voy a hacer un tatuaje chorra que quería hacerme a las 15 años– comenté levantándome de la cama.

–¿Qué es?

–Literalmente, con un 6 y un 4.

–¡La cara de tú retrato!– Dijimos a la vez justo antes de estallar en risas.

–¿Qué te harás tú?

Damiano se levantó y se puso una camisa. –Sorpresa– Dijo para luego salir de la habitación.

(...)

Ya nos habíamos tatuado todos, excepto Damiano que aún estaba en ello.

Ethan y Thomas se tatuaron "Måneskin". Victoria se tatuó "amore" en la muñeca, Guille se hizo la venus de milo en la pierna, y yo me lo hice en el brazo.

–¿Qué se está haciendo Damiano?– Preguntó Thomas.

–No lo sé– respondí– dijo que sería sorpresa.

20 minutos más tarde, aparece Damiano junto con el tatuador.

–Bien– habló quien nos tatuó– todos ustedes tienen tatuajes y no creo que sea necesario deciros esto, pero por si acaso: nada de sol por 15/20 días, crema tres o cuatro veces al día y nada de piscina. Si pasa cualquier cosa pueden llamarme.

Nos despedimos de él y le acompañé a la puerta.

Estaba por salir cuando se giró para hablarme– cuida mucho a tu novio.

Quedé impactada ¿Cómo mierdas sabía quién era mi novio? ¿Acaso Damiano se tatuó algo relacionado conmigo?

Cuando el señor se fue, volví con el resto.

–Bien– dije apoyándome en el marco de la puerta. – Es hora de ver el tatuaje de Damiano.

Se acercó a mi y se subió el pantalón corto que llevaba, dejando a la vista aquel tatuaje.

Intenté articular palabra, pero no pude. Intenté moverme, pero no pude.

–Es uno de tus versos, Ari– comentó Guille.

No jodas, no me dí cuenta.

Salté sobre sus brazos. –Me encanta, me encanta, me encanta– dije para comenzar a besarle por toda la cara.

–¿Y si lo dejáis?– Preguntó Guille arruinando aquel bello momento.

–Si lo dejamos, tendré algo en mi piel de alguien que fue especial para mi.– Aclaró Damiano.

Nos separamos de aquel abrazo y observé despacio su tatuaje.

–Me encanta la caligrafía– conseguí decir.

(...)

Estábamos de camino a Roma. Era domingo por la tarde y al día siguiente teníamos clase. Estaba con la bajista y el cantante en el coche, bailando y cantando las canciones de Franco Battiato.

–Voy a llamar a estos y decirles de parar en el próximo bar, necesito pasar al baño.– Dije mientras sacaba el teléfono de mi bolsillo.

Páramos y corrí hacia el baño. Pasé al lado de unas chicas, me miraron bastante mal y comentaron algo que no logré escuchar.

–Oye tú– dijo una de ellas.

Seguí mi camino hacia el baño, no tenía tiempo ni ganas para pararme.

–Tú haznos caso.

No iba a caer. Me metí al baño. Rogué para que cuando saliese las chicas ya no estuviesen allí. Pero, a quien quería engañar. Ni si quiera creo en Dios.

Salí y volví a ver a las chicas.

–Mas te vale que dejes en paz a Damiano– advirtió una de ellas.

–¿O si no qué?– Pregunté en un todo de alerta.

–Tú solo déjale en paz.

–No pienso hacerle caso a una cría de 15 años.– Dije mientras me abría paso entre ellas– además, él y yo no tenemos nada, solo somos amigos.

Me fui. Realmente no era buena idea hacer pública mi relación con Damiano. Lo hablaría con él más tarde.

–Podemos ir– hablé mientras salía del lugar.

Asintieron y nos subimos en el coche. Esta vez escuchamos de nuevo a Led Zeppelin. Canté y bailé cada una de las canciones como cuando tenía 16 años. Me gustó saber que Thomas también tenía esa obsesión con aquel grupo.

–¿Mañana tienes clase?– Cuestionó la rubia.

–Sí, ¿por qué?

–Porque vamos a ir al estudio, a seguir grabando el nuevo álbum y por si queríais venir– volvió a hablar la bajista.

–Por la tarde nos acercaremos.

(...)

Ya habíamos llegado a Roma. Dejamos a Victoria en su casa y Damiano insistió en acompañarme.

Llegamos y ambos bajamos del coche.

–¿Pasas?– Pregunté mientras abría la puerta.

–Oh no. Iré a ver a mis padres. Un día de estos te los presentaré.

–Esta bien– me giré y le besé– Adios Damiano, te quiero– volví a besarlo.

No sé para que digo que no podré publicar hasta el jueves si al final estoy publicando xdxd.
Mañana no creo poder publicar (esta vez enserio) porque el jueves es mi ultimo examen y necesito estudiar. Anyways espero que os haya gustado el cap.

Por cierto, podéis preguntarme cosas, sobre la historia o sobre mi, me apetece que me conozcáis un poco :)