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- Eso quiere decir que Ga Eul no tendrá problemas con los So? 

- Así es, el abuelo So la conoció antes de que ella estuviera con Yi Jeong, el mismo la aconsejo a estar con su nieto, pero ella se negaba, bueno ya sabemos como pasaron las cosa – se quejo Jae Kyung

- Entiendo perfectamente a Ga Eul, incluso a mi aun me cuesta aceptar lo ocurrido en el pasado – suspiro la castaña 

- es diferente! – se quejo la mayor – nuestro idiota al menos se mostro arrepentido 

- lo se – susurro Ha Ni – por eso me alegro que Ga Eul consiguiera su final feliz – sonrió la castaña

- buenas tardes señoritas – saludo Woo Bin 

- que quieres idiota – mascullo Jae Kyung 

- porque tan agresiva mono? – se quejo el mafioso

- nada, solo que estoy molesta con el idiota de tu amigo 

- que hizo Ji Hoo? – pregunto mirando la cara de sorpresa del castaño a su lado

- no este – dijo la pelinegra – sino con Yi Jeong 

- sucedió algo con Ga Eul? – pregunto Ji Hoo 

- a decir verdad si – contesto Ha Ni – Yi Jeong la llevo a la mansión So 

- porque no nos dijo nada! – mascullo molesto el pelirrojo 

- debemos regresar, Ga Eul estará en peligro! – anuncio Ji Hoo mientras tomaba su teléfono, se sorprendió cuando Ha Ni tomo su muñeca y se planto frente a el 

- porque nunca nos escuchan – susurro suavemente – Ga Eul fue presentada en la residencia So – informo – y fue aceptada por toda la familia 

- Que? – cuestionaron ambos jóvenes 

El abuelo So la conoció antes de comenzar su relación con Yi Jeong y se puede decir que esta dispuesto a protegerla hasta del mismísimo Yi Jeong  

- Eso es verdad? – Ji Hoo estaba incrédulo, jamás imagino que el terco abuelo de su amigo aceptara esa relación así de fácil. 

- Si, tal parece que el mayor de los So, solo estaba esperando que Ga Eul se decidiera a aceptar al idiota de su nieto – corroboro Jae Kyung 

- Deja de llamarlo así – susurro Ha Ni

- Ella tiene razón – concordó Woo Bin – es un idiota 

- Pero… 

- Deja de discutir y ve por tus cosas -interrumpe el castaño

- Que? – cuestiono confusa la menor 

- No querías conocer JEJU? – ella asintió – ve por tus cosas esta tarde nos divertiremos – anuncio  - nos vemos en la noche – Ji Hoo se despidió de sus amigos mientras tomaba el brazo de la castaña y la arrastraba a buscar sus cosas 



Baek Seung Jo jamás imagino que ese viaje le enseñara todo lo que se había perdido, al ver a la mujer que seguía amando en compañía de otro hombre le causaba un mal sabor de boca, verla sonreír mientras caminaba de su brazo no era para nada agradable, el debería ser quien le de alegría, pero solo le causaba dolor, el debería tenerla a su lado no el tipo ese; sintió un tirón en su brazo, su mirada se cruzo con la de su esposa, una sonrisa amarga se estampo en su rostro

- Deja de sufrir por ella – exigió – no olvides que eres mi esposo – reclamo 

- El amor no es algo que puedas sentir a decisión – respondió amargamente 

- Pero si es algo que puedes decidir si respetas o no – se quejo ella – yo no te obligue a nada Seung Jo, solo tuviste que asumir tus responsabilidades, eso no es mi culpa

- Eso es cierto, pero podrías al menos dejarme en paz un día – pidió soltando bruscamente su agarre y separándose de ella 


Esa tarde Ji Hoo se llevo a Ha Ni a la antigua aldea Seongeup, una aldea tradicional que era aun  habitada, al llegar, Ha ni se sorprendió de las muralla de piedra volcánica y se enamoro cada vez mas del lugar al ver los muros de piedras y los tejados de paja. Los edificios más importante del pueblo Seongeup eran el Santuario Confuciano de Jeongeui, que había sido construido dentro de la fortaleza, el brillo en los ojos de la castaña era único, lo hermoso del lugar no se podía negar y la paz y el silencio eran únicos, después de recorrer la aldea por un par de horas ella decidieron salir por otra de la puertas del lugar, topándose ahí con estatuas de piedra volcánica, los llamados Dolharubang (“abuelos”) que según las personas del lugar, eran guardianes de la aldea y cuidaban la salud y la seguridad de los visitantes. 

- Como encontraste este maravilloso lugar? – pregunto la castaña 

-Mi abuelo y yo viajamos a esta isla cada año

- Todo esto es hermoso – susurro la castaña – podría considerar venir seguido – añadió con una sonrisa



En los jardines del hotel se encontraba Baek Seung Jo debatiéndose entre volver a intentar algo con la mujer que amaba o dejarla de una vez por todas, estaba tan metido en sus pensamientos que no se percató cuando el joven Song se sentó a su lado; el pelirrojo lo analizo, definitivamente se veía como un idiota petulante, tenia un parecido a su amigo, aun así no estaba convencido de que fuera buen partido para su pequeña Ha Ni. 

- No te gusta el lugar? – pregunto logrando que el castaño lo observara con sorpresa 

-Que necesitas de mi? – cuestiono una vez que salió de su estupor 

- Nada en realidad -  respondió casi con aburrimiento – solo quiero saber que pretendes con Ha Ni – añadió directamente 

-Eso no es de tu incumbencia – replico a la defensiva el genio 

-Todo lo que se relaciona con ella me concierne – aclaro el mafioso 

- Que acaso estas enamorado de ella? – la pregunta fue en un tono tan burlesco que Woo Bin apretó los puños para no golpearlo y se quedo en silencio mientras una fría mirada era puesta sobre el Baek, escucho una carcajada de parte del castaño – ella me ama, aun soy el dueño de su corazón, si ella estuviera contigo, solo seria por dinero – cuando termino de hablar sintió el puño del Song en su rostro. 

-Si vuelves a expresarte así de ella – murmuro acercándose peligrosamente al menor – no lo dejare pasar; ella es una mujer increíble, conozco su historia y créeme que cuando digo que cualquier hombre daría lo que fuera por estar a su lado, no lo digo por que soy su amigo, lo hago porque la conozco – añadió separándose y caminado de regreso al hotel – recuerda que tu la perdiste – menciono a mitad de camino – ella es mi amiga y si de mi depende, en tu vida volverás a cruzar una sola palabra con ella.

Baek Seung Jo tenia claro que toda posibilidad con la castaña se había esfumado el mismo día en que le dejo esa nota y huyo como un cobarde, eso era, un cobarde, no se atrevió a contarle lo sucedido, a pesar de amarla tanto la lastimo, y es por eso que ahora solo podía verla desde lejos y esperar a que ella logre la felicidad con un hombre que la ame y la apoye como el no fue capaz de hacerlo. 

Eres TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora