Eres Tu

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La puesta de sol era hermosa, el mar se escuchaba calmo las hojas de los árboles sonaban al ritmo del viento, y las personas que se encontraban reunidas estaban en silencio, el otoño se hacía notar en todo su esplendor, el tono marrón que tenían las hojas le daba un toque más nostálgico a la escena, Hae Ra y HA Ni estaban abrazadas frente al árbol mirando con cariño como las ramas del roble se movían casi como saludándolas, el f4 y las chicas escuchaban leves murmullos de las chicas, pero no querían interrumpir ese momento especial, sabían que era su momento, y por ello se alejaron unos metros, después de unos minutos las castañas se separaron y voltearon a buscarlos, los llamaron y comenzaron a contarle al pequeño Oh de esos jóvenes que estaban con ellas ahí; así como ellos comenzaron a alagarlas a ellas y decir que él debía estar orgulloso de las mujeres a las que tenia ahí. Su tarde paso entre risas y anécdotas de todos ellos, ya avanzada la tarde decidieron regresar a casa donde el señor Choi los esperaba con una deliciosa comida y los cuartos ordenados. 

Después de que todos se retiraran a descansar, la casa quedo en silencio, y se podía escuchar murmullos en la habitación que Oh Ha Ni compartía con Hae Ra. 

- No saldrás a esta hora! – se quejo la Yoon 

- Por favor, no pasara nada- se quejo Ha Ni – solo necesito aire, estaré cerca – la tranquilizo – te quiero – se despidió saliendo rápidamente

- Ha Ni, regresa – se quejó Hae Ra desde la puerta del cuarto 

La castaña estaba abrumada con sus sentimientos y lo que estaba viviendo en esos momentos, necesitaba pensar y despejar su mente, por eso decidió dar un paseo por la orilla de la playa, las cosas que había vivido últimamente no habían sido sencillas, el regreso de Seung Jo, tenerlo frente a ella la había vuelto a la dolorosa realidad, aun cuando ya no lloraba cada noche, cuando lo vio comprendió que aun le dolía y demasiado, el hecho de que la hubiera abandonado; aun después de enterarse de toda la verdad ella no podía perdonarlo, no entendía porque no le dijo la verdad en lugar de abandonarla como un cobarde; además de ese tema tenia en mente los momentos compartidos con Ji Hoo, la cercanía que compartían últimamente, la forma en que sus latidos se disparaban cuando el acomodaba su cabello o le ofrecía su brazo para que dieran un paseo, la forma en que la apoyaba de la manera en que podía, para ella no paso desapercibido el comentario sarcástico que hizo esa tarde cuando ella trataba de defender al nieto del señor Choi, pero no comprendía el porque de su comportamiento, la consideraba su amiga? Su hermanita? O que?. Un suspiro pesado abandono sus labios. 

- Para quien era ese suspiro? – Ji Hoo la miraba sonriendo a unos tres pasos detrás de ella que estaba sentada en la arena

- Ji Hoo, desde cuando estas ahí? – pregunto evitando deliberadamente su pregunta 

- No hace mucho, Hae Ra Estaba desesperada por que te escapaste de ella – contesto acomodándose a su lado 

- Pues vamos entonces – dijo intentando levantarse, pero el tomo su mano 

- Woo Bin esta con ella – respondió recostándose en el hombro de la castaña- tienen cosas que hablar, démosle tiempo – sonrió tranquilo 

- Es lo mejor – sonrió cómplice mientras observaba el mar, después de unos minutos una pregunta abandono sus labios en forma de suspiro sin que ella lo deseara – que soy para ti? 

- Eres una mujer excepcional – contesto el

- Uh? – pregunto confundida y se sonrojo profundamente al notar que había hablado en voz alta – no me hagas caso – dijo ella tratando de huir del lugar 

- Ha Ni espera – él la retuvo sosteniendo su mano – déjame hablar- suplico buscando su mirada – se que has sufrido demasiado, pero tu le das brillo a mi vida, se que aun quieres a Seung Jo, pero créeme que sin buscarlo estas en mi mente a cada momento del día – confeso logrando que ella lo mirara sorprendida – espero ver tu sonrisa después de un día agotador, escuchar tu risa por las tardes me da energía, ver como brillan tus ojos cada vez que aprendes algo nuevo, como te sonrojas cada vez que me acerco a ti, cada cosa de ti me encanta – termino de decir sin soltarla 

- Ji Hoo… 

- Se que no me correspondes – la corto el – Seung Jo aun esta en tu corazón y… - ella lo beso, ella lo estaba besando! Y el estaba feliz 

- Ya no me importa Seung Jo – aclaro después de separarse y cubrir su ruborizado rostro – no se desde cuándo pero también eres la persona que alegra mis días. 

- Tranquila si, Ji Hoo ya debe estar con ella  - la tranquilizo el mafioso mientras tomaba un sorbo de café 

- Tienes razón – sonrió la Yoon sentándose frente a el mientras observaba la foto que el señor Choi tenia en la mesa de su cocina, en donde estaban ambas castañas junto al matrimonio 

- Porque estas tan sonriente? – pregunto el pelirrojo mientras seguía la mirada de ella

- Por primera vez en años Ha Ni esta sonriendo sinceramente – aclaro – cuando conoció al idiota Baek ella comenzó a apagarse de a poco, ya no era la chica alegre, soñadora, dedicada y astuta que conocí en el restaurante, se volvió torpe y un poco tonta, por decirlo de alguna manera – explico tratando de buscar las palabras correctas – pero desde que Ji Hoo esta a su lado ha vuelto a sonreír y a ser esa chica que creí haber perdido y eso me encanta. 

- Y a mi me encanta verte tan feliz – susurro el mafioso de una manera tan suave que a ella le pareció escuchar mal 

- Que dijiste? 

- Que me encarta verte feliz – repitió y ella lo miro con sorpresa – que me encanta verte celebrar cuando logras lo que te propones, me encanta  lo buena amiga que eres y me encantaría ser mas que solo un amigo de tus amigas – confeso Woo Bin 

- Woo Bin – susurro ella – tu no solo eres el amigo de mis amigas – respondió ella algo nerviosa – eres mi amigo, el mujeriego – dijo ella divertía levantándose de la silla frente a el y caminando a la puerta 

- No solo quiero ser tu amigo mujeriego – dijo el tomando su mano antes de que se alejara mas – quiero ser la persona a la que acudas cuando tengas problemas o triunfos, la primera persona a la que llames cuando tengas un mal día, la persona que pueda abrazarte cuando quieras llorar de alegría o tristeza, quiero ser el dueño de tus pensamientos y de tu corazón.