Parte 1

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Un par de personas se encuentran en una habitación cuyas paredes son de vidrio permitiendo visibilidad desde dentro y desde fuera. Ambas personas miran hacia una mesa donde hay un mapa con varios lugares señalados con una X en rojo. 

– ¿Qué propones Stark? – Preguntó la mujer que se encontraba en la sala. 

– Ya hemos visitado todos los lugares importantes donde podría estar la base principal de Hydra y por alguna razón no hemos encontrado al líder. Ya no se me ocurre nada. 

– No sé por qué te empeñaste en atacar las bases con mayor movimiento. 

– ¿Qué habrías hecho tú? – Preguntó levantando la mirada del mapa cruzando sus brazos en modo defensivo observando a la mujer de manera desafiante. 

Ella se apoyó en la mesa con sus manos inclinándose un poco hacia delante de manera retadora hacia al afamado playboy. 

– Habría ido a por las bases más grandes con menos movilización. 

– Eso no tiene sentido, ¿cómo estaría en las de menos movilización? 

– Está visto que ese hombre no tiene miedo a nada, cree que se puede defender de los vengadores, del capitán américa, él mismo. No quiere llamar la atención, quiere estar en un sitio seguro y manteniendo un perfil bajo sería la mejor manera de lograrlo. Al menos es lo que yo haría. 

El silencio se hizo presente en todo el lugar, mientras sus miradas estaban la una sobre la otra aun sin dejar ese desafío relajado en ellas. 

El sonido de algo deslizándose fue lo que captaron sus oídos, más no quitaron la mirada del otro esperando que la persona por la cual la puerta se había abierto hablara. Y no se hizo de rogar mucho mientras él entraba en la estancia observando el panorama para dibujar una sonrisa en sus rostros. 

– No entiendo cómo aun seguís vivos, no os aguantáis, estáis constantemente retándoos y, sin embargo, no podéis vivir el uno sin el otro. Creo que tendré que empezar a ponerme celoso, cielo. 

Una carcajada femenina se abrió paso por el lugar mientras ella bajaba su mirada para apartarse seguidamente de la mesa. 

– Discúlpeme Capitán América, cómo si Tony no te sacara a ti también de tus casillas. Es un cabezota. 

– Perdona guapita, pero mi plan era genial. 

– Hasta que dejó de funcionar... – Terminó ella la frase ladeando su cabeza con una sonrisa burlona cosa que causó una reacción indignada por parte de Stark, pero era obvio que la actitud era fingida. 

– Tu novia dice que sería mejor atacar los lugares con menos movimientos, grandes, cree que está actuando en perfil bajo. ¿Qué opinas? – Demandó Stark mientras observaba como el Capitán se acercaba a la chica morena de ojos marrones que se encontraba ahora cruzada de brazos observando a ambos hombres. 

Puso una mano en la cadera de ella para luego depositar un suave y pequeño beso en los labios de la mujer. 

– Opino que deberías hacerle caso más a menudo Stark. Es la mejor agente que tengo en mis líneas, sin ella no sería nada. 

– Espero que no te refieras solo al campo de batalla, querido. – Esa última palabra la pronunció con un poco de énfasis dándole a entender a su pareja que podría correr cierto peligro con la respuesta sacando así una sonora carcajada por parte de Stark. 

– Sabes que me refiero a todos los aspectos de mi vida, sin ti sería un completo desastre. 

Ella entrecerró los ojos para segundos después volverlos a posar en el mapa alejándose del hombre mientras murmuraba lo suficientemente alto para que ambos la escucharan. 

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