Parte 39

5 2 1
                                    

Tras unos segundos donde intentó recuperarse, apoyó sus codos para levantar parcialmente su espalda y poder verla. Seguía manteniendo la misma mirada seria que hasta entonces, allí agachada planeando su siguiente ataque. Ataque que nunca se efectuó porque pudo ver en su rostro que algo no iba bien.

Por un momento pensó que alguno de los dos se había hecho daño al otro, pero eso no era posible, todos los golpes habían sido medidos para que ninguno sufriera demasiado, entonces ¿qué ocurría?

¿Por qué esa cara?

El asunto no se hizo de rogar mucho cuando la vio mirar su reloj de muñeca, allí donde se encontraba su inteligencia artificial.

– APRIL... – Habló la joven captando la atención de todos los que allí había. – Necesito un barrido del perímetro.

– Nada destacable señorita.

– Eso no puede ser... – Murmuró lo suficientemente alto para que Steve la escuchara. – Amplía la altitud del barrido APRIL.

Fueron dos segundos, dos segundos que le parecieron eternos, pero más eterna sería la respuesta.

– Una nave sin identificar se aproxima al perímetro.

Ella levantó la vista hasta Steve que aún permanecía en el suelo. Luego la apartó rápidamente para levantarse y mirar a Rumlow.

– Rumlow, ¿cómo lleváis el sistema de ocultación?

– Aun no está arreglado. – Tras la respuesta regresó su vista a Steve. Podía incluso palpar la preocupación de la joven a través de su mirada.

– 500 metros señorita.

______ hizo un sonido de desaprobación con su boca para luego comenzar a dar instrucciones a su inteligencia artificial.

– APRIL activaré el campo de energía, pero necesito que me guíes en tiempo.

– Nunca ha hecho un campo tan grande.

– Lo sé, pero si no lo hago nos encontrará. – Sentenció la joven mientras a su alrededor una energía azul comenzó a visualizarse.

Todos los cadetes se alejaron un par de pasos al observar esa energía. Steve se puso de pie dándose cuenta de cómo ella estiraba sus brazos lateralmente y comenzaba a elevarse en el aire. La energía a su alrededor comenzó a incrementarse formando una pequeña burbuja que la rodeaba y con cada segundo esa esfera iba haciéndose más y más grande llegando a incluirlos en su interior.

– Señorita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– Señorita. – Habló APRIL consiguiendo que la tensión se acumulara en todos los cuerpos. – 5 segundos para que lleguen a visualizar la base. Debe darse prisa.

Todos los presentes estaban mudos observando lo que estaba ocurriendo delante de sus ojos. Nunca habían visto nada igual, ni tan siquiera se habrían imaginado que algo así pudiera ocurrir.

InstintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora