Instinto

Parte 26

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– ¿Te encuentras bien?

– No Rumlow, no lo estoy. Pero creo que sé lo que tengo que hacer para estarlo.

– ¿Y qué es eso que tienes que hacer? – Preguntó observando como la joven comenzaba a darse la vuelta mostrando el rostro de la mismísima tristeza.

– Irme.

Rumlow no lo dudó, se acercó a ella para envolverla entre sus brazos y dejar que ella se cobijara en su pecho mientras el llanto se intensificaba y él intentaba calmarla con caricias en su cabeza.

– Shhh todo irá bien ______. Steve es fuerte, se recuperará en breves.

– Rumlow... – Comenzó a decir ella entre lágrimas y respiraciones fuertes. – No es eso lo que me preocupa.

Rumlow ladeo su cabeza mientras se separaba un poco de ella para observarla secar sus lágrimas.

– ¿Qué ocurre pues?

– Me he dado cuenta de que solo soy un problema para Steve.

– ¿Qué quieres decir? Aquí estás bien, nadie te molesta, ninguno de los agentes se siente incómodo con tu presencia y Steve... nunca lo había visto tan bien.

– Pero míralo ahora Rumlow. – Pidió la joven dándose la vuelta para apoyarse de nuevo en la barandilla de la terraza. – Está herido por mi culpa.

– Eso no es así. – Refutó él poniéndose a su lado captando la atención de la fémina. – Tú no lo heriste, fueron los vengadores.

– ¿Y por qué razón los vengadores lo enfrentaron?

Rumlow se quedó callado durante unos segundos. No quería que la joven delante de él, supiera que los vengadores la estaban buscando de manera indirecta, puesto que imaginaban que Steve tenía algo de información sobre su paradero. Sabía que la mujer delante de él aun no estaba preparada para interactuar con los vengadores, no después de esas heridas emocionales que aún no había sido capaz de curar.

– Siempre ha sido así ______. Ya sabes que tienen la idea de pararle los pies a HYDRA porque somos los malos.

– Es cierto, siempre ha sido así, pero ahora respóndeme Rumlow. ¿Cuándo has visto que un encuentro entre Steve y los vengadores acabara tan mal para Steve?

La joven centró sus ojos en su amigo esperando la respuesta de esa pregunta, una respuesta que ambos conocían, pero que no querían materializarla en voz alta.

– Eso no tiene nada que ver contigo.

– Claro que si Rumlow. Tenías razón cuando me dijiste que Steve solo se defendió de ellos, porque eso es así. Solamente se defendió, en ningún momento les atacó porque sabía que a mí me afectaría. Estuvo condicionado a mí, a cómo reaccionaría yo. Podrían haberlo matado Rumlow.

– La próxima vez irá mejor.

– No. – Refutó ella muy segura de sus palabras. – Estoy segura de que los vengadores se percataron que Steve no les atacaba por una razón. Tony se dará cuenta de cuál es la razón. Sabrán que estoy con Steve y que él no les atacó porque temía cómo fuera a reaccionar yo cuando me enterase, porque no hay que ser un lince para saber que no puedo dejar de sentir por ellos de la noche a la mañana. Lo sabrán Rumlow, y eso, la próxima vez como tú dices, puede suponer la vida o la muerte para Steve.