¡Pequeñas historias de amor, desamor, humor, y más, con los personajes de tus caricaturas favoritas! (xLectora ♀)
Revisa la parte titulada "Lista de Caricaturas" para saber de qué caricaturas encontrarás One-Shots y de cuáles puedes pedir.
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El bicolor aún recordaba la primera vez que se conocieron. Fue el mismo día que desinstaló Tinder, se había cansado de que no diera resultado por lo que decidió simplemente intentar otra opción pero sin realmente ir en busca de una relación. Decidió bajar una aplicación llamada Bottled en la cual se podía conversar con gente de diferentes países por medio de mensajes en botellas virtuales que lanzabas al mar virtual. El ojinegro decoró su perfil y puso sus hobbies, después escribió una carta detallada diciendo lo que le gustaba hacer y escogió un país hispano al azar al cual enviar la botella.
Su mensaje llegó a una chica llamada (TN), miró su foto de perfil y de inmediato se sonrojó, le pareció bastante linda, le había robado el corazón a primera vista, sin embargo, sacudió su cabeza en un intento de sacar ese pensamiento de su mente, él había bajado esa aplicación para hacer amigos al rededor del mundo, no para encontrar pareja. Simplemente cerró su perfil y siguió enviando y revisando las botellas que recibía el resto de la tarde, ahora solo le quedaba esperar a que la gente aceptara o rechazara sus botellas.
Al despertar la mañana siguiente, lo primero que hizo fue revisar la aplicación, pues tenía varias notificaciones de ésta. Algunas botellas habían sido aceptadas y otras las habían devuelto al mar digital para llegarle a otras personas al azar, pero lo que más le llamó la atención de entre los varios mensajes que tenía, era el de la chica hispana. Hace unas horas atrás le había mandado un saludo en inglés, parecía ser que esa era su lengua en común, y le platicó un poco sobre sus gustos. Panda sonrió inconscientemente y de forma inmediata empezó a escribir una respuesta, para su suerte la chica justo se había conectado, por lo que no tuvo que esperar mucho para seguir la charla.
Ese fue el comienzo de una linda y curiosa amistad. Las primeras dos semanas solo se hablaban por medio de la app, luego desarrollaron la confianza suficiente para pasarse sus usuarios de Discord y así poder empezar una relación más cercana. Se desaparecía por horas enteras charlando por llamada con la muchacha, tanto que empezó a ser una rutina. A cierta hora del día sabía que debía a conectarse a Discord pues probablemente la chica estaría en línea. Lo que sucedía era bastante obvio para sus hermanos, Pardo incluso bromeó con él de que su linda (TN) en realidad podría ser un señor cuarentón; el chico de cabello monocromático se molestó diciendo que eso no era verdad pues ya había hablado con ella varias veces por llamada. El castaño solo rió por su reacción, claramente solo lo decía por molestar.
Este preciso día es en el que se conocerían por primera vez frente a frente después de varios meses de amistad. La muchacha le vino con la sorpresa de que en vacaciones de invierno iría a San Francisco a visitar a un tío suyo con sus padres y hermano por su boda, entonces aprovecharía para pasar a verlo, después de todos ambos tenían muchas ganas de verse frente a frente.
Si bien Panda sí quería verla, no podía evitar sentirse bastante nervioso. La estaba esperando en un parque en el que se la facilitaba a ella ir, pasaba sus dedos tembleques por la pantalla de su celular queriendo distraerse un poco en las redes sociales pero no le fue posible, no podía dejar de pensar en ella y querer dar una muy buena impresión. Fue entonces que una voz femenina muy familiar llamándolo por su nombre lo tomó por sorpresa, o mas bien lo asustó, provocando que dejara caer su teléfono.
—¡Lo siento! ¡No era mi intención asustarte! —pronunció las palabras con rapidez al ver que el celular del chico yacía en el suelo.
—¡N-No te preocupes! —levantó su aparato electrónico con torpeza—. Tiene un buen protector, ¿ves? Ni un rasguño —Panda soltó una sonrisa nerviosa a la vez que le enseñaba la pantalla de su teléfono.
—Menos mal, creí que te había hecho romper tu celular apenas nos vemos —sonrió con pena.
El de cabellos negros con mechones blancos le regresó el gesto. Ambos se quedaron viendo mutuamente en un silencio que sería incómodo para cualquier otra persona, pero la mente de ellos dos estaba a mil por hora pensando en qué decir primero.
—¿Una pizza? —dijeron los dos al unísono, para después reír por la coincidencia.
—Dejo que me guíes, tú eres el que sabe el mejor lugar para comer una pizza aquí —comentó la muchacha a la vez que abrazaba el brazo del chico para ponerse en marcha.
Panda se sonrojó notoriamente una vez más, había leído y visto videos en los que decían que la gente hispana era muy cariñosa o dada al contacto físico, pero nunca imaginó que lo viviría de primera mano y mucho menos con una muchacha tan bella como (TN).
Tal vez este sería el inicio de algo más que una linda amistad.
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