¡Pequeñas historias de amor, desamor, humor, y más, con los personajes de tus caricaturas favoritas! (xLectora ♀)
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Su largo vestido blanco caía como una cascada a lo largo de sus piernas, su hermoso peinado estaba decorado con un velo de nieve y una tiara que la coronaba. No podía dejar de verse en el espejo de cuerpo completo, después de tiempos muy difíciles finalmente se cumpliría este día.
—Toc-toc —Anna asomó su cabeza al abrir un poco la puerta.
—Adelante, adelante —dijo con una sonrisa, la pelirroja se acercó con emoción a su amiga admirandola de pies a cabeza.
—¡Dios mío! ¡Te vez preciosa!
—Muchas gracias.
—¡¿Cómo te sientes?!
—Es raro... Entre nerviosa, emocionada, tengo ganas de gritar.
Anna la sujetó por los hombros, mirándola directamente a los ojos.
—Todo saldrá bien.
La hermana de la reina le dio una cálida sonrisa en un intento de alivianar su nerviosismo. Hoy era el gran día, el día en el que Elsa y (TN) de unirían en matrimonio. Las tres muchachas se conocían desde la adolescencia, la primera vez que cruzaron palabra fue cuando se les acercó a pedirles bendición en un evento que se hizo en el pueblo, Elsa y (TN) se enamoraron en el instante que se vieron a los ojos. La reina era bastante hermosa, y aunque la chica fuera una plebeya, la albina no pudo evitar enamorarse de su belleza.
Se fueron encontrando cada vez más en los paseos que daba Elsa por Arendelle, en eventos, en festivales, hasta que su majestad de atrevió a invitarla a una cena junto con otras personas importantes del pueblo, ya que (TN) se encargaba del cuidado de los animales de toda la ciudad. Era algo así como una criadora y cuidadora.
Los meses pasaron y se hicieron cada vez más cercanas al grado de verse casi todos los días. Anna ya sospechaba lo que pasaba entre aquellas dos, a pesar de que ninguna se hubiera atrevido a decir lo decir lo viva voz, pero le llenaba el corazón de alegría el ver tan feliz a su querida hermana, posiblemente por fin habría encontrado a esa persona especial que sería capaz de calentar su corazón frío.
Y el tiempo dictó que así sería.
En el presente, Elsa veía con ojos brillantes entrar a su prometida por la puerta de la Iglesia. Ninguna de las dos podía dejar de sonreír. La música sonaba, los presentes estaban atentos a la escena y el pueblo estaba a las afuera del sagrado recinto a la expectativa de que acabara la ceremonia para dar inicio a la gran fiesta que se había preparado en honor a las futuras esposas.
Hubieron reyes de otros pueblos que se sentían indignados por la decisión de la reina Elsa de casarse con una mujer sin sangre real, varios esperaban que pudiera elegir a sus hijos como potenciales candidatos a esposos para así tener más beneficios económicos y de comercio con Arendelle, pero desde que se hizo pública la relación romántica de (TN) y Elsa, el pronóstico de que esto no pasaría era casi seguro, por lo que varios reinos hicieron un pacto para tratar de persuadir a la reina de Arendelle de cambiar de opinión, fueron momentos bastantes difíciles y tediosos para todos, pero el corazón de Elsa permaneció verdadero al amor que sentía por su novia.
—Reina Elsa, puede besar a la novia —dijo el padre.
La peliblanca se acercó con gentileza y besó con suavidad los labios de su ahora esposa. A su percepción, este había sido el beso más dulce que habían tenido. Era el momento más especial de su vida, incluso más que el de su propia coronación.
"¡Ya dieron el beso!". Se pudo escuchar a alguien exclamar por medio de un altavoz a las afueras de la Iglesia, pronto los animados vitoreos acompañados de aplausos de los ciudadanos se hicieron escuchar. Una vez que el tierno beso culminó, Elsa tomó con cariño la mano de su mujer entrelazando sus dedos con los de ella. Era momento de salir de la Iglesia a disfrutar de la gran fiesta que les habían preparado.
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Este tabién lo hice con sueño, así que espero que no haya quedado tan feo. u,w,u
