¡Pequeñas historias de amor, desamor, humor, y más, con los personajes de tus caricaturas favoritas! (xLectora ♀)
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La pelirrosa besó una y otra vez la antigua foto de curso que se les había tomado en bachillerato. Había arrancado de la imagen al resto de sus excompañeros dejando únicamente a una chica que tenía un lugar especial en su corazón desde antaño. Se trataba de (TN), una aprendiz de villana bastante habilidosa en su época escolar.
Finalmente el día que tanto esperó llegó. Después de graduarse la chica que le gustaba se fue de Ciudad Atreno para cumplir con una beca que se le había regalado por su desempeño sobresaliente, incluso saliendo mejor en promedio que Dr. Flug. Cuando se enteró de la noticia su corazón se partió en mil pedazos, lo que sentía por ella era obvio para todo mundo, pero parecía no ser notado por la muchacha; no tuvo oportunidad de declarársele luego de que se fuera. Sin embargo, después de un tiempo sin saber nada una de la otra se volverían a encontrar de una manera nada romántica.
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Una feroz risa proveniente de un alto edificio resonó por toda la calle. La nueva villana había llegado a la ciudad después de tantas malévolas acciones en otro pueblo, ahora Ciudad Atreno tendría una privada del lo que sería casi su peor pesadilla.
Con un solo estallido, paredes de locales se destruyeron, dejando escombros que hacían difícil el trabajo de los rescatistas. Un héroe con aires de grandeza se acercó con confianza a toda velocidad a la villana que aterrorizaba a los ciudadanos. Tenía la intención de noquearla con un solo puñetazo, después de todo no le iba a dar el tiempo para que detonara otra de sus bombas, pero el exceso de seguridad que tenía en él mismo fue su perdición. Los explosivos que cargaba con ella no eran su poder, solo una decoración más con la que le gustaba iniciar sus desastres; su verdadera habilidad se trataba de la telequinesis. Sin hacer esfuerzo, la villana lo detuvo en el aire con tan solo levantar un brazo, el capturado no supo que hacer ya que solo se valía de su fuerza bruta para enfrentar a sus enemigos, pero eso no le ayudaría en esta situación. La aburrida expresión de la joven se vio rápidamente reemplazada por una maquiavélica sonrisa, acto seguido brincó al vacío con el superhéroe debajo de ella para caer en un callejón solitario. Lo había usado como colchón para aterrizar en el suelo, quedando el pobre dentro de un hoyo en el concreto que se había formado por la fuerza del impacto.
La muchacha ni siquiera se tomó la molestia de voltear a ver a quien acababa de derrotar, pues algo más había llamado su atención: una hermosa chica de cabello rosado, aspecto atractivo, ojos brillantes como perlas, y sentido de la moda espectacular se encontraba delante de ella. La reconoció en ese mismo instante, y por su mirada supo que la pelirrosa también sabía quién era.
No la miraba con odio ni superioridad como otros héroes, sus intenciones eran completamente distintas. La pelirrosa se acercó lentamente a la villana, mientras que ella la esperaba con los brazos cruzados y una expresión retadora a la par que divertida en la espera de su primera acción.
—Cuanto tiempo —habló Miss Heed y mordió un poco su labio inferior.
—Con que jugando a ser heroína? —dijo la vil mujer una vez que estuvieron frente a frente.
—¿Te gusta? Yo creo que me queda muy bien, todo mundo me ama —su expresión de deleite se transformó en una de tristeza por lo siguiente que diría-, pero la única persona que deseo que me ame más que a nadie no lo hace —hizo un pequeño puchero intentando causar lástima; la contraria solo alzó una ceja—. Afortunadamente, ahora sí tengo la manera de obtener su corazón.
Llevó sus dedos a sus labios y le sopló un tierno beso. Para su sorpresa, no tuvo ni un efecto en la villana, quién ahora solo la miraba divertida al notar su expresión de confusión mezclado con decepción.
La muchacha atrajo a la pelirrosa hacia ella tomándola de la cintura y pegó su frente a la de ella.
—Yo ya estaba enamorada de ti.
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