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V E I N T I C I N C O


—Sigo sin poder creerlo —dijo Blair al cerrar su libro de un golpe.

—¿Qué? —Carter se giró a ella—. ¿La separación de los protagonistas o la muerte del chico?

—No, lo de Astrid y Aiden... ¡Espera! ¿No se quedan juntos y él muere? —exclamó lo último en un chillido que hizo que la bibliotecaria le diera una mirada de advertencia.

Blair le regresó el gesto.

Ella solía frecuentar la biblioteca de Sheridan como ningún otro alumno, por lo grande y variada que era, por lo que desarrolló una íntima confianza con la encargada que le permitía quedarse con los libros más del tiempo estimado, y expulsar sus emociones sin ser vetada.

Siendo honesta, se aprovechaba en exceso de lo último. Aunque no podía decir nada, gracias a ello, su influencia nos hizo saltarnos la última clase de ese día, y refugiarnos ahí sin que se nos dijera nada.

—Lo siento. No sabía que todavía no lo terminabas, como es de cien hojas, y tú devoras libros.

—Lo sé, lo sé, pero lo estaba leyendo despacio porque de verdad me estaba gustando, y no quería que terminara. —Blair hojeó el libro con tristeza—. Ahora ya no lo quiero terminar. Prefiero quedarme con la parte buena, donde están enamorados y juntos, ese será el final para mí.

—Si lo que te preocupa es saber el final, puedes volver a retomarlo cuando lo olvides —sugerí.

—Eso es imposible ¿por qué olvidarías la historia de un libro? —intervino Hailee por primera vez en la conversación.

Recién llegamos a la biblioteca, ella sacó sus libros, y se puso a estudiar. Quería subir su calificación en la clase de etimologías, aunque no porque fuese mala. Había sacado un 9.3 en el examen, pero Hailee era el tipo de estudiante que no se conformaba con una nota que no fuera un 10.

—No todos tenemos memoria de robot como tú, Hailee —le dijo Blair, pero ella solo rodó los ojos—. Además, tú no lees libros de ficción, así que no puedes opinar. A veces incluso leer una historia con nombres similares a otra hace que te confundas. Y ni hablar de las tramas parecidas.

—Te diré que sí que solo porque necesito terminar este ensayo —contestó Hailee, aunque nosotras sabíamos que mentía. Esa era su manera de decir «Tienes razón», sin atreverse a ceder la última palabra.

—Oye, pero ¿qué ibas a decir de Aiden y Astrid? —redireccionó Carter el tema.

Mi cuerpo se tensó.

La semana pasada les conté lo que sucedió en el viaje, y también lo que sucedió ese mismo día después de clases, al igual que otros detalles importantes. Carter se emocionó, sacó su aspecto extrovertido, y me abrazó. Hailee dijo que era algo que ya esperaba, y se encogió de hombros. Y Blair, bueno...

—¡Es que no lo creo!

—¿Por qué no? —le pregunté.

—Es que creerlo sería darle la razón a la ridícula bola de Colton. No estoy lista para hacer eso —me explicó con un suspiro exagerado.

—Yo tampoco, por eso mismo no le he contado lo más importante, aunque estoy segura de que ya lo sospecha y, en cualquier momento, me hará una llamada para decirme: «Lo sabía» —dije e igualé su suspiro.

Tal vez era momento de seguir los pasos de Hailee, y deshacerme de mi celular.


A pesar de que las clases habían terminado, las actividades no. Aún tenía que asistir en contra de mi voluntad al taller de teatro.

Prometo Destruirte. [Nueva versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora