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V E I N T I T R É S


Al regresar al departamento de su papá, fuimos a su habitación. Lo acompañé en silencio durante toda la noche hasta que las lágrimas dejaron de acariciar sus mejillas, y sus párpados cedieron al sueño del que siempre se privaba.

Relajé mi postura cuando comprobé que Aiden dormía, aunque me mantuve despierta para proteger sus sueños, y fue hasta las ocho de la mañana cuando sus ojos volvieron a abrirse.

—¿Llevas mucho tiempo despierta? —preguntó con un perezoso gesto plasmado en sus labios que se asemejó a una sonrisa.

—En realidad, no he dormido —dije sin importancia, aunque estaba segura de que mis ojos se veían cansados y enrojecidos.

—¿Por qué?

—No quería que te despertaras y te sintieras solo —confesé en un susurro.

Su mirada se suavizó, tierna y chispeante.

—A tu lado jamás sería posible sentirme solo, Grayson —replicó con un tono melodioso y lleno de dulzura.

—¿Lo dices de verdad?

—Por supuesto. Mis sentimientos por ti van más allá de lo físico —aclaró—. Aunque muchas gracias por preocuparte por mí, lo digo en serio, pero tú también debes descansar.

—No pasa nada, Rumsfeld. Puedo estar despierta un poco más.

—Puede ser, pero estaría más tranquilo si descansas. Además, tú amas dormir. Recuerda que eres un koala humano —me dijo entre risas burlescas. Lo empujé, pero me atrajo de nuevo hacia él para complementar su comentario—. Mi koala humano.

Ladeé mi rostro con irritación ante el sobrenombre. Yo dormía lo suficiente, Aiden era el anormal por querer despertarse temprano. No obstante, mi expresión cambió cuando su rostro se inclinó, y él hundió su sonrisa entre mi clavícula.

—¿Tú también dormirás? —Mi voz transformó la pregunta en una petición. No quería que él estuviera solo contra sus pensamientos.

—Si tú duermes lo haré —negoció.

—Es un trato, Rumsfeld.

—Es un trato, a ghrá geal.

Lo aparté de mí.

—¿Me estás volviendo a insultar?

—Ya te dije que no son insultos —respondió, riendo, y volvió a acercarme a él.

—¿Qué son, entonces?

—Formas de llamarte mía —dijo Aiden con una sonrisa—. A ghrá geal significa «Mi brillante amor» —Besó mi cuello—. Mo mhuirnín significa «Mi querida» —Besó mi mejilla—. Mo ghrá significa «Mi amor» —Besó la punta de mi nariz—. Y Mo rúnsearc significa «Mi amor secreto». —Terminó besando mis labios.


Cuando me desperté, Aiden ya no estaba conmigo en la cama.

Me incorporé de golpe. La puerta seguía abierta, pero el pasillo y la sala estaban vacíos cuando los recorrí. Pensé que tal vez estaba en el baño, pero luego escuché un sonido proveniente de la cocina.

Aiden se encontraba de pie frente a la estufa mientras revolvía algo en una olla. Alcé una de mis cejas con curiosidad, lo llamé por su nombre, y él volteó de inmediato.

—Antes de que te enojes, Grayson. Me levanté para prepararte de desayunar —se defendió, alzando ambas manos—. Bueno, de comer. Ya es medio día.

Prometo Destruirte. [Nueva versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora