Capitulo 6 - deja de decirme así

26 6 22
                                    

Me subi a la motocicleta de morlum otra vez, ahora sin que el me lo pidiera me abrace a su pecho porque estaba segura de que no quería morir aun.

-tengo hambre- me queje durante el trayecto, pero al parecer por el ruido de la motocicleta y el casco morlum no me escucho. Golpe su espalda para llamar su atención.

-¡¿qué te pasa?!- se quejó sin separar la vista del frente

-¡te he dicho que tengo hambre!-grite para que esta vez si me escuchara

-¡bien!- pensé que no le había importado en absoluto lo que le había dicho pero minutos después aparcamos en un restaurante que asi como el lugar en salto de paracaídas estaba a la mitad de la nada.

Hacia mucho calor y el sol no ayudaba en lo absoluto, cuando morlum se quito el. casco estoy segura de que quien me viera notaria que estaba babeando por el. Las gotas de sudor hacen que se vea mucho mas sexy.

"¡Innotiam, ¿acaso estas teniendo pensamientos indebidos hacia morlum?!" grito mi consiencia

"¿yo?, seria incapaz"- le menti yo

mi conciencia aun estaba dentro de mi mente recordandome que deberia y que no hacer, pero era mejor fingir que no existia por que al menos me habia sentido mucho mas libre desde que no le hacia caso.

entramos al restaurante y senti aire fresco y como el calor se iba disminuyendo, en ese momento note que mis mejillas estaban rojas debido a la temperatura. Es normal que alguien de mi color de piel se sonroje con facilidad pero eso no hace que deje de odiarlo.

Nos sentamos en una de las mesas que tenian sillones rojo brillante y una mesa blanca para comer, morlum se sento frente a mi para facilitar nuestra charla durante el almuerzo.

-¿que van a querer?- se acerco a nosotros una mesera con un babero rosa y una libreta y pluma en mano.

-una malteada de chocolate por favor- dije despues de bajar la carta- y una hamburguesa sencilla

-tambien una hamburguesa sencilla y una limonada- pidio morlum sin apartar la mirada de mi, cosa que sinceramente me intimido un poco pero lo deje pasar para no verme tan obvia.

-se los traigo- dijo la mesera y se fue.

Estuvimos en silencio un rato, como nadie decia nada me limite a mirar por la ventana, afuera pasaban algunos autos pero eran muy pocos, decidi sacara conversacion cuando comence a aburrirme.

-¿que mas haremos hoy?

-es sorpresa, si te lo digo dejara de serlo

-por favor...- insistí alargando la letra r

-no.- respondio tajante pero sin dejar de mirarme ¿por que me mira tanto?

-¿tengo algo en la cara?- enserio queria saber que me veia

-no, solo me quede pensando y estabas en medio de mi vision- no le crei nada de lo que dijo pero si no me lo queria decir no lograria nada insistiendo excepto enfadarlo y el momento era demasiado lindo para eso.-¿cómo regresaste ayer a casa?, no sabias la direccion

-camine por las calles que me parecian familiares

-pero nueva york es inmensa

-¿tarde horas en llegar no?

-¿desde cuando eres tan contestona?- fruncio el ceño

-desde que se me da la gana, ¿alguna pregunta mas?- el intento decir algo mas pero no lo deje- bien, como no hay mas preguntas callate.

Parecía no gustarle mi nueva actitud, por ser grosera y contestona o tal vez por ser una copia exacta de sí mismo, el no me soportaba asi pero enrealidad solo me comportaba como el estos ultimos dias.

PeccatumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora