Capitulo 8 - primera vez

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Innotiam

—¿No pensabas irte o si?—susurro tomándome por la espalda y atrayendome hacia si.

—n-no—tartamude, que la puerta estuviera cerrada no era parte de mi venganza.

Con sus gruesas manos me tiró a la cama y se quitó el cinturón, de lo amarro a una mano y busco en un cajón del mueble, después tomo mi mano izquierda y la esposo a la cabezera de la cama para después hacer lo mismo con la derecha.

Quise comenzar a safarme pero morlum me advirtió.

—si te mueves te cortaran la piel, te sacarán sangre y no te gustará lo que haré con ella o tal vez si... Por ahora—hizo una pausa para quitarse el saco y abrirse los botones de la camisa—debo castigarte por ser una niña mala.

Quito mi vestido dejándome en ropa interior, intenté taparme pero las esposas lastimaron mis manos, sentí varias agujas perforando mi piel, mire mis muñecad y Vi unos cuantos hilos de sangre caer y me empeze a asustar, al parecer morlum lo noto por qué nego con la cabeza.

—preciosa no te asustes, disfruta mejor no, estaría mal que disfrutaras tu castigo— no sabía a qué se refería hasta que con sus dedos comenzó a tocar por encima de mis bragas, me moje por su toque por un momento me olvidé de la sangre de mis muñecas para concentrarme en el placer que Morlum me daba.

Pero su toque no llego más allá de mis bragas, de echo cuando vio que había logrado mojarme apartó su mano y con la que tenía un cinturón la levanto y me golpeó con el, chille de dolor creo...

El con una de sus manos hizo que me diera la vuelta, o más bien lo que intentaba ser un intento de que quedará boca abajo, por qué las esposas no me dejaron moverme tanto, morlum aprovecho que le di mi culo y también lo azoto, un golpe tras otro.

Sentí el ardor en mi piel, ya ni siquiera sentía el trasero, comenze a acostumbrarme al dolor de los golpes cuándo morlum se detuvo.

—Creo que es suficiente castigo—asenti, el me giro de nuevo hacía arriba pero me jalo un poco hacía abajo, las esposas perfonaron mi piel de nuevo y grité, morlum quito mi sostén y acercó su boca a mis pechos.

Vi como abría si mandíbula y luego la cerraba mordiendo mis pezones, chupo y me enterró sus dientes en ambos, apuesto que dejaría marcas, yo me quejaba, lo que hacía dolía, el paso su boca por el hilo de sangre que caía de mis muñecas.

—deliciosa—me beso aún con la sangre en los labios, no tuve nada más que besarlo.

Sus manos se fueron a mis bragas, está vez las quito sin rechistar, con dos de sus dedos abrió mis pliegues y con la otra mano paso uno de ellos de arriba abajo.

—¿a la nena le gustó el castigo?—pregunto viendo mi humedad, comenze a carcajearme por qué Era verdad.

Morlum introdujo un dedo en mi, dolía sin duda lo hacía pero sentía que su dedo entraba y salía con tanta facilidad que me concentre en ello. Después metio otro un poco más a la fuerza, dolía mucho pero me gustaba ese dolor, en ese momento no pensé en los pecados que había cometido justo ahora...

—morlum quiero...—no sabía si decirlo o no

—¿Quieres mi pene?—dijo y yo asenti—hoy no te lo daré, no completo— saco sus dedos de mi y se desabrocho el pantalón, luego se quitó el boxer y termine viendo su erecto pene, era la primera vez que veía uno y me asusté un poco pero sabía que lo quería sentir.

—voy a hacer que te corras solo con la punta

Lo acerco sentí su piel palpitante en mi entrada, solo lo movió en distintas direcciones ni siquiera lo undio un poco y yo ya gemia.

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