Loto azul (Drarry)

Capítulo 4 - Comiendo con los Malfoy

Capítulo 4 — Comiendo con los Malfoy

.

Scorpius llevó a Albus hasta su habitación para poder hablar tranquilamente.

Albus miró sorprendido a todos lados.

—Es enorme —exclamó.

Scorpius le sonrió y se lanzó sobre la cama, recostándose cómodamente sobre una almohada —¿Qué piensas sobre mi papá? —preguntó.

Cuando Albus se sentó al lado de su amigo, sintió como rebotaba un poco en el suave colchón —Era idéntico a ti —dijo con emoción—, parecerían gemelos si él tuviera tu edad.

—Es algo de familia, mi abuelo también se parece mucho a mi papá —contó Scorpius, luego preguntó con curiosidad—. Entonces, ¿mi papá se ve como alguien que molestara a tu papá en la escuela?

—Claro que no —respondió Albus sin dudarlo, porque ese hombre, para él, se veía como una persona seria que no sería capaz de molestar a alguien más.

—¿Verdad? —concordó Scorpius—. Pero no puedo asegurar eso, porque papá nunca me ha hablado de sus tiempos de escuela, y los demás tampoco mencionan nada.

Albus se quedó en silencio un momento y luego preguntó con timidez —¿Le preguntaste a tu papá si podía enseñarme pociones?

Scorpius le sonrió —Te dije que vinieras para preguntarle juntos. Estoy seguro de que papá no se negará a enseñarte después de escuchar tu razón. Papá le tenía aprecio a su padrino, y se sentirá orgulloso de enseñarle a otro slytherin lo que él le enseñó.

—¿Estás seguro? ¿Qué tal si no quiere?

—Claro que querrá. Ayer hablamos y acordamos contarnos todo, además, papá está más complaciente así que no se negará —contó Scorpius—. Ahora lo importante, ¿quieres que te enseñe la mansión?

—Si —decidió Albus.

Scorpius se puso de pie, y ambos salieron de la habitación.

Mientras caminaban, Albus observó los enormes pasillos que tenían distintos cuadros en sus paredes, todos de hermosos paisajes por los cuales caminaban algunos animales mágicos. Durante el camino, Albus observó dos enormes puertas que estaban cerradas, al fondo de un pasillo.

—Esa es la biblioteca —dijo Scorpius, después de observar hacia donde se dirigía su vista.

—Dijiste que tu familia nunca habla sobre la guerra, pero ¿acaso no tienen libros sobre ello?

—No hay ni uno solo. He leído casi todos los libros que hay aquí, y ninguno habla sobre la guerra.

—Y dices que no conocías a mi papá, ¿no es así? —preguntó Albus.

—Si lo conocía —dijo Scorpius—, pero como un héroe de guerra más, no como alguien famoso a quien tuviera que idolatrar. Arriesgó su vida por nosotros y mi familia se lo agradece, pero no vamos a tirarnos a sus pies para demostrar lo agradecidos que estamos.

—Eso es perfecto. Mi papá los salvó, pero ahora solo quiere que lo dejen vivir una vida tranquila no que lo sigan a todos lados ni que estén al tanto de todo lo que hace —se quejó Albus—, eso es demasiado molesto.

Scorpius estuvo de acuerdo.

—Entonces —continuó Albus—, ¿tu papá no tiene recuerdos de cuando iba a Hogwarts?

—No, nunca ha habido nada excepto su corbata de slytherin. Ahora comprendo por qué. Todo eso le trae malos recuerdos. Lo único de lo que se enorgullece es de haber sido slytherin.