Loto azul (Drarry)

Capítulo 14 - Enfrentando el pasado

Capítulo14 — Enfrentando el pasado

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Harry se encontraba en su casa, cocinando algo para sus hijos, quienes preferían su comida a la de un elfo doméstico. Harry se sentía feliz de que disfrutaran lo que él les preparaba; no era un gran cocinero, solo sabía hacer comidas comunes, pero a sus hijos les gustaban, aun cuando tenían las comidas de su madre quien tenía el sazón Weasley, y eso lo hacía sentirse satisfecho.

Ese era el último día que tenían de vacaciones, el día siguiente volverían a Hogwarts. Harry no quería despedirse de ellos, pero tenían que estudiar y continuar con su vida.

—Papá.

Escuchó a su espalda. Cuando volteó se encontró con su hijo mayor, quien ya era casi un hombre y estaba a un año de terminar la escuela para iniciar su vida laboral. James aún no le había contado sus planes para el fin de la escuela.

—¿Sucede algo? —preguntó Harry, dejando la comida terminada a un lado para poner su atención en su hijo.

James miró al suelo con nerviosismo, luego se acercó a la mesa y se sentó, haciendo una seña a Harry para que se sentara también. Este lo hizo, sintiendo una enorme curiosidad sobre lo que su hijo iba a decirle.

James suspiró y luego lo miró con seriedad.

—¿Te gusta Draco?

Harry tuvo un sobresalto por la pregunta. ¿Cómo era que su hijo se había dado cuenta? Sin embargo, quería ser honesto, porque lo que sentía por Draco era muy importante al igual que sus hijos. Quería que ellos supieran sobre sus sentimientos y que pudieran aceptar lo que en algún momento tendría con Draco.

—Me gusta Draco —aceptó por fin, manteniendo la seriedad del asunto.

Su hijo asintió y luego miró hacia otro lado.

—Cuando conocí a Draco —inició James—... yo me enamoré de él.

Harry se sorprendió al escuchar esas palabras de su hijo. ¿Él se enamoró de Draco?

—Luego conseguí visitarlo y acercarme más a él. Siempre me trató con amabilidad, igual que a Albus. Luego comprendí que mis sentimientos jamás serían aceptados, así que me rendí.

Harry permaneció en silencio, escuchando lo que su hijo le decía, porque sabía que era importante para ambos.

—Cuando ustedes dos se vieron en el andén 9 ¾ comprendí lo que ambos sentían por el otro. Y quiero que sepas que lo acepto. Si hay alguien que puede estar con Draco, quiero que seas tú.

Harry le sonrió a su hijo. Este había encontrado en Draco su primer amor juvenil y había sido lo suficientemente maduro como para comprender que no podía estar con él y aceptar los sentimientos que Harry y Draco se tenían.

—Gracias, James, es muy importante para mi saber que aceptas mis sentimientos hacia Draco.

—A cambio, tienes que cuidar de él y hacerlo muy feliz —advirtió el menor sorprendiendo a Harry—. Draco siempre va a ser mi primer amor, eso es algo que nunca se olvida, por eso siempre voy a estar al pendiente de lo que le pase. Espero que no lo hagas sufrir, papá.

Harry aceptó la advertencia de su hijo. Le parecía bien que sus hijos quisieran proteger a Draco. Tanto Albus como James tenían sentimientos muy especiales por él y Harry los aceptaba. Él también quería proteger a Draco para que nada le pasara. Ya había sufrido lo suficiente en esta vida, era tiempo de que fuera feliz.

—Te lo prometo, Draco será feliz.

James asintió, luego le sonrió y se levantó de la mesa.