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LA TEMPORADA HABÍA COMENZADO OFICIALMENTE y con ella, una nueva historia.

Anthony respiró tranquilo cuando llegó a tiempo a la presentación. Daphne estaba bajando del carruaje. Sonriéndole a toda su familia, que parecía sorprendida por verlo, le ofreció a su hermana su brazo para entrar.
Incapaz de ignorar el nerviosismo de ella, le dio un apretón cariñoso en el brazo para reconfortarla. Daphne había estado varios años preparándose para eso, y debía salir perfecto.

Mientras caminaban hacia el salón escuchó como Benedict, Colin y Eloise se burlaban de casi todas las debutantes y negó con la cabeza, aunque algo divertido por los comentarios que soltaban.

Su madre y Daphne se fueron con las demás debutantes y ellos entraron al enorme salón real, donde vieron sentada a la reina Charlotte rodeada de mucha extravagancia, como a ella le gustaba.

—Me molesta el cuello de este vestido—oyó que Eloise se quejaba y la miró—. ¿Qué? Tú nunca entenderás lo molesto que es tener estos lazos horteras alrededor de tu cuello a punto de estrangularte—Anthony se encogió de hombros y suspiró, Eloise era la más rebelde y dramática de su familia, pero siempre solía llevar razón... El vestido era horroroso y los lazos una atrocidad.

—Piensa que podría ser peor.

—No hay nada peor que esto, Anthony—y el vizconde supo que se refería más a esa clase de evento que a su propio vestido.

Poco a poco las debutantes fueron saliendo y Anthony fue testigo del rechazo que la reina Charlotte, que no era conocida por su simpatía, les ofrecía. Sin embargo, cuando la puerta se abrió y su hermana Daphne apareció, todo el mundo quedó encantado, incluso la reina.

Orgulloso vio caminar a Daphne con elegancia, tal y como había practicado millones de veces en casa y sonrió cuando la reina besó su frente. Daphne había sido elegida como la incomparable de la temporada.

Si hubiese sido por él, se hubiese marchado, pero estaba mal visto. Así que mantuvo su compostura.

Pocas candidatas quedaban, y ninguna era la joven de Lady Danbury. Sin embargo, aunque el evento estaba acabando, cuando Daphne salió del salón, entró un hombre. Este se quedó rezagado, ocultándose entre la gente queriendo pasar desapercibido.

No lo podía culpar...Era algo difícil de tolerar; era imposible aguantar todo el protocolo, todas las presentaciones... Era un aburrimiento. Con mucha curiosidad, observó al hombre unos segundos más hasta que fue capaz de reconocerlo: era Simon Basset, su mejor amigo, al que conoció mientras estudiaba, pero, ¿qué hacía él ahí? Tenía entendido que estaba viajando por todo el mundo.

Todos los presentes—y los no presentes—estaban ansiosos por ponerle rostro a la joven de Lady Danbury, pero él tenía mucho más interés en ponerle rostro a la doncella de esta. Los comentarios ansiosos, burlescos y de demás índole no terminaban, pues la gente confiaba en que la siguiente debutante sería ella, pero de nuevo salía una joven de alguna familia conocida.

Pero la penúltima hizo que toda la sala quedara en absoluto silencio y no solo para escuchar su presentación, sino porque al abrirse la puerta mientras decían su nombre, una joven vestida de blanco y encajes dorados apareció. Los detalles parecían ser oro puro. El vestido era demasiado presuntuoso, pero parecía ser que ella no era una joven casadera más.

—La señorita Aimée Jasmine Archer, hija del Duque de Suffolk. Presentada por su madrina, la honorable Lady Danbury—los hombres y mujeres más mayores se sorprendieron al reconocer que la joven era la hija del difunto Duque de Suffolk, el cual había abandonado la ciudad para ir a Francia. Colin le dio un codazo para que mirara, pues era el único que no le había prestado atención a la entrada que, sin ninguna duda, sería recordada en la posteridad.

𝐒𝐀𝐃 𝐁𝐄𝐀𝐔𝐓𝐈𝐅𝐔𝐋 𝐓𝐑𝐀𝐆𝐈𝐂 |a. bridgerton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora