Elevé las comisuras de mi boca en una sonrisa amable. Seguramente salió una mueca de disgusto. Di un paso más, acercándome.
— ¿En qué puedo ayudarte? —pregunté. Sonrió de nuevo, lo cual me descolocó. ¿Qué le alegraba tanto?, ¿verme? Lo dudaba.
—Como ves, quiero un libro... —bromeó, supongo pues luego soltó una corta risa. Yo solo asentí con la cabeza. ¡Era obvio!—..., eh, estaba pensando en uno llamado ¿Correr o muere, morir? No lo sé...
—Correr o Morir, ¿te gusta la ciencia ficción y misterio? —pregunté. No sabía mucho de ese tipo de lectura, pero esa saga ya la había curioseado un poco.
—Sí, un amigo me lo recomendó y pues..., quiero probar —dijo. Comencé a relatarle un poco sobre los comentarios que había escuchado de ese primer libro. Leyó nuevamente la sinopsis y quedó enganchado—. Entonces los quiero todos... —dijo, sin ocultar la emoción en su tono de voz.
—Claro... —respondí y comencé a buscar los otros libros. Y mientras lo hacía sentía su mirada en mí. Alcé la cabeza para encontrarlo, en efecto, observándome—... ¿pasa algo? —pregunté, un poco divertida al notar como desviaba sus ojos de mí.
—No..., digo... —Fruncí el ceño—... ¿cómo has estado, Emily? —preguntó. Seguí buscando los libros, no quería responder dudaba mucho que le interesara saber cómo había estado. ¡Por todos los cielos! Ya habían pasado más de cuatro años desde la última plática ¿o pelea?, que habíamos tenido.
—Bastante bien, gracias —respondí escueta. Ni de loca iba a indagar en su vida personal. Ya había pasado mucho tiempo, años desde que dejó de importarme.
—Me alegra saber eso... —Asentí con la cabeza. Me erguí, pues ya tenía todos los libros—..., te ayudo. —Tomó los libros y me dejo pasar a mi primero, me dirigí con pasos rápidos a la caja.
Quería alejarme de él, lo más pronto posible. Sentía mucha desconfianza, aunque había sido él quien me ayudó a descubrir lo de Pablo, eso no quitaba el dolor que él mismo me había ocasionado mucho tiempo atrás. La misma historia, la misma villana y solo con protagonista diferente.
—Va a llevarse una saga completa... —informé a Ileana. Esta asintió con la cabeza y me dispuse a quitarle los libros a Rick, mi otro ex—..., muchas gracias, ella te los empaquetará y cobrará —dije. Me alejé unos cuantos pasos cuando me tomó del codo. Volví a verlo un poco descolocada.
— ¿Podemos hablar cuando salgas de tu trabajo? —preguntó, pero era una súplica. Entorné los ojos, ¿qué iba a querer hablar conmigo? Negué con la cabeza—, por favor.
— ¿Qué quieres? —dije entre dientes. Me miró con ojos tristes y dubitativos.
—Solo tomar un café, me gustaría arreglar nuestras diferencias —Mi corazón pegó un vuelco. Revivir el pasado, ¿otra vez? ¡No!, no quería tener una conversación como la que había tenido con Pablo. En tan poco tiempo mi vida se estaba poniendo de cabeza. Y no me sentía lo suficientemente fuerte para remover el pasado. No, no quería.
—No veo qué tengamos que hablar... —mascullé. Suspiró y sonrió, una muy triste. ¡No iba a convencerme!
—Quiero que cerremos ese círculo. Creo que sería bueno dejar ir todo eso de una forma sana, ¿no crees? —Mordí el interior de mi mejilla, « ¿era una especie de dejhavú lo que estaba viviendo? ¿Cerrar círculo?» Me solté de su agarré, no sabía qué decirle. Y mi mente comenzó a recordar cada una de mis vivencias junto a él: reí, amé, sufrí. Pero, ¿debía escucharlo? Ya había pasado mucho tiempo detestándolo, y este con el tiempo fue mermando y no podía olvidar que me ayudó a abrir los ojos.
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A pesar de todo © [COMPLETA]
RomanceEmily pasaba sus días trabajando y ahorrando para pagar sus estudios; y sobre sus planes lo menos que esperaba -o deseaba-, era enamorarse. Ya que, para ella, el hecho de entregar su corazón..., ya no lo concebía como una opción. Sin embargo, fue ah...